Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresaron su preocupación por la evolución de brotes en Hong Kong y el resto de China de la llamada neumonía asiática, cuyas causas y formas de contagio aún se desconocen.
La inquietud sobre Hong Kong, una región administrativa especial de China, se relaciona con la diseminación en varios hospitales del mal, cuyo nombre oficial es síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), explicó el director ejecutivo del programa de la OMS para enfermedades transmisibles, David Heymann.
Los síntomas principales del SRAS son fiebre de más de 38 grados, tos y dificultades respiratorias. La OMS recibió noticias de 487 casos verificados en 12 países, con 17 muertes.
En Hong Kong se registraron hasta este martes 286 casos y 10 muertes causadas por el síndrome, aparentemente originado en algunos sitios de Asia.
La preocupación de la OMS por el resto de China se debe en gran parte a la carencia de noticias, que crea incertidumbre sobre la eficacia de las medidas adoptadas para contener la propagación de la enfermedad, dijo Heymann a periodistas en Ginebra.
La información disponible sobre el SRAS incluye posibles casos de contagio en aviones, pero la agencia mantuvo este martes la recomendación de no imponer restricciones a esos traslados, sea cual fuere su destino.
Antes de tomar esa determinación, las autoridades sanitarias sostuvieron una reunión con representantes de países industrializados y de las naciones asiáticas que se han visto afectadas por la dolencia.
La industria del turismo y en especial los transportistas aéreos se han mostrado muy sensibles en los últimos tiempos ante la caída de su actividad tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, realizados con aviones de pasajeros secuestrados, y por el estancamiento de la economía mundial.
La conflagración en Iraq y la incertidumbre respecto de las formas de contagio del SRAS han aumentado las preocupaciones de ese sector.
Heymann dijo que la OMS trabaja con los países afectados para comprender mejor las bases de sus preocupaciones, por ejemplo en el caso de Singapur, que puso en cuarentena a 740 personas sospechosas de haber estado expuestas al nuevo tipo de neumonía.
El 15 de este mes, la agencia alertó sobre la diseminación del SRAS y recomendó a pasajeros y tripulaciones de aeronaves que prestaran atención a la aparición de sus síntomas.
Esa recomendación fue reiterada este martes sin sugerir restricciones de vuelos, pese a que la OMS recibió el mismo día un informe del departamento de Salud de Hong Kong con datos preliminares sobre la detección de nueve casos del mal, entre participantes en una excursión a Beijing desde esa región.
Las autoridades de Hong Kong mantienen vigilancia sanitaria sobre los miembros de las tripulaciones y los pasajeros de dos vuelos relacionados con esa excursión.
Heymann expuso la inquietud de los médicos por conocer la forma en que se contagia la enfermedad, pues se han registrado casos en escuelas de Hong Kong y hasta ahora ha sido imposible determinar si la propagación se produjo por contacto físico o a través del aire.
Los científicos pretenden determinar si hubo contagio en aviones por proximidad física o mediante el sistema de ventilación de las aeronaves.
No tenemos pruebas de que se propague por el aire, pero los equipos de la OMS enviados a Hong Kong, Vietnam y China trabajan para encontrar la respuesta segura, indicó Heymann.
En numerosos afectados por el SRAS se han encontrado dos tipos de virus que podrían causar juntos la dolencia, pero en otros casos sólo se halló uno de esos agentes patógenos, destacó Klaus Stohr, investigador de la OMS.
El enigma científico que plantea este síndrome es considerado muy complejo, y en su investigación participan 11 laboratorios de nueve países, explicó la médica Julie Hall, también de la OMS.
La enfermedad tiene un período de incubación que varía de dos a siete días. Se han detectado contagios a parientes de los pacientes, por contactos con trabajadores sanitarios, y en un caso comprobado, la transmisión ocurrió en un hotel de Hong Kong.
La mortalidad asociada con el SRAS es de cuatro por ciento, un porcentaje considerado bajo por los expertos y similar al de la gripe, y se ha mantenido estable durante los últimos 10 días, informó Hall.
Pero esa baja mortalidad se debe a enormes esfuerzos clínicos realizados con los pacientes, advirtió Stohr.
Además, Heynmann observó que esa tasa corresponde a una enfermedad de la cual se desconocen las causas y que se esparce por el mundo, pues se han detectado casos también en Canadá, Estados Unidos y Europa.
En un hospital de Hong Kong se atiende a 150 pacientes afectados por el SRAS, de los cuales unos 30 se encuentran en terapia intensiva. Algunos de ellos reciben respiración artificial y morirían sin esa ayuda mecánica, destacó.
Algunos hospitales que atienden a pacientes con esa enfermedad están recargados casi hasta el límite, observó Stohr, quien recomendó que al medir el impacto del SRAS se tenga en cuenta su enorme peso sobre el sistema público.