Las botas de los soldados estadounidenses que atacan Iraq marcan el compás de los precios petroleros, con avances más o menos rápidos, pues el mercado internacional está bien abastecido, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El secretario general de la OPEP, el venezolano Alvaro Silva, dijo en Viena que el mercado tiene suficiente petróleo incluso con el cese de exportaciones de Iraq y las reducciones temporales de Nigeria, ambos países miembros del grupo.
La demanda mundial de crudo actual es de 77 millones de barriles de 159 litros diarios.
En estos momentos, la falta de los poco más de dos millones de barriles diarios que vendía Iraq y las 600.000 unidades menos que entrega Nigeria se compensan con el petróleo demás enviado por otros países y que ahora están en tránsito por los océanos con destino a los principales mercados consumidores.
Se han producido situaciones en las que algunos cargamentos no han encontrado inmediatos compradores. Es necesario mantenernos alerta ante la posibilidad de que se produzca una situación de exceso de petróleo, observó Silva.
A pesar de ese suficiente abastecimiento, los valores del crudo se movieron al alza por tres días esta semana, en respuesta a los informes sobre la resistencia iraquí que presagian una guerra más larga que la prevista por Estados Unidos y Gran Bretaña antes de iniciar la invasión el 20 de este mes.
Así, los precios alcanzaron en la apertura de los mercados este viernes su mayor nivel desde que comenzó la segunda guerra del Golfo.
El crudo Brent, marcador del mar del Norte, se vendió en las primeras transacciones en Londres a 27,82 dólares el barril, mientras que el tipo West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, comenzó las operaciones en 30,65 dólares el barril, 28 centavos más que el cierre del jueves.
Pero, una vez que el Departamento (ministerio) de Defensa de Estados Unidos anunció el rediseño de sus planes de bombardeo y ataque sobre la Guardia Republicana de Iraq y el envío de más tropas al Golfo, los precios recibieron otra dosis de estímulo por el posible final rápido de la guerra.
El Brent retrocedió entonces, aunque de manera modesta, hasta situarse en 27,72 dólares cada barril y el WTI bajó a mitad de la jornada hasta 30,27 dólares el barril para después recuperarse y cerrar en 30,62 dólares.
Silva admitió que los precios pueden caer el próximo trimestre al piso o más bajo aún de la banda adoptada por OPEP, de 22 dólares el barril, si para entonces se ha perdido la llamada prima de guerra, un valor extra de unos ocho dólares derivado de la incertidumbre sobre el fin de la guerra en Iraq.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Esos países, menos Iraq, entregan en conjunto oficialmente al mercado mundial 24,5 millones de barriles diarios de crudo, que se reparten mediante un sistema de cuotas y para el que apuntalan precios en una banda de entre 22 y 28 dólares por barril.
El Ministerio de Energía de Venezuela informó que la cesta de siete crudos de la OPEP se vendió esta semana a 26,32 dólares por barril, 73 centavos menos que la semana precedente y 13 por ciento por debajo de los 30,34 dólares de enero.
Los precios de los crudos WTI y Brent experimentaron movimientos similares. En los últimos días se ha acentuado la volatilidad en los precios petroleros, en respuesta a las noticias provenientes de Iraq, reportó el ministerio venezolano.
Fuera de la OPEP, otros exportadores del Sur en desarrollo mantienen su industria petrolera trabajando a plena capacidad.
México, por ejemplo, reportó este viernes que en enero y febrero extrajo 3,33 millones de barriles por día, cuatro por ciento más que en el mismo periodo de 2002.
También se informó que las exportaciones de crudo se mantienen al alza, con 1,8 millones de barriles diarios despachados en enero y casi 1,9 millones de unidades en febrero.
En tanto, Angola, que extrae más de 700.000 barriles por jornada, fue rápidamente buscada por operadores de la costa africana del océano Atlántico para reemplazar el cierre parcial de la producción nigeriana, causado por violentos choques entre etnias en el petrolífero delta del Níger.
Kazajstán, en Asia central, que produce más de 800.000 barriles al día, estrenó este viernes un oleoducto que espera enlazar con los que alimentan terminales en los mares Negro y Báltico y atraer inversiones para triplicar esa producción en 12 años.
Los grandes productores del Sur que también son importadores, como Brasil, China e India, intensifican el trabajo de sus taladros de prospección.
En el caso de Brasil, la empresa estatal Petrobrás ya puede asegurar 90 por ciento de los más de 1,7 millones de barriles que ese país consume diariamente, mientras que durante la primera guerra del Golfo en 1991 sólo podía atender 54 por ciento de la demanda interna.