La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se prepara para soportar el impacto de una guerra de Estados Unidos contra Iraq, mientras los precios suben tras el discurso belicista del presidente estadounidense George W. Bush.
La OPEP realizará este martes una conferencia ministerial en su sede en Viena, para decidir las condiciones y términos en que puede subir la producción por la interrupción del suministro de Iraq en cuanto sea atacado, dijo a IPS un responsable del Ministerio de Energía de Venezuela, que pidió anonimato.
Se tratará de montar un plan de emergencia, para tener claro quién puede producir y cuánto más, incluso sin necesidad de una nueva reunión ministerial, dijo la fuente.
Es lamentable especular con volúmenes de producción y expectativas de mayores ingresos a causa de una guerra, añadió la fuente, que declinó adelantar la posición venezolana.
Fórmulas del plan de emergencia de la OPEP implicarían, según la fuente, liberar a los socios para entregar a sus clientes cuanto crudo deseen, o elevar anticipadamente las cuotas mediante las cuales se reparte los 24,5 millones de barriles (de 159 litros) que la organización produce oficialmente, más los 2,5 millones de unidades que extrae Iraq.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Libia, Indonesia, Irán, Iraq, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Venezuela favorecía hasta hace poco la contención de la producción para apuntalar los precios.
Los 11 países de la OPEP producen un tercio de la demanda mundial de más de 77 millones de barriles.
Sin embargo, mientras los demás productores lo hacen a plena capacidad, los de la OPEP tienen un techo, o capacidad cerrada, de cuatro millones de barriles diarios, según sus estadísticas, y de menos de dos millones de unidades, de acuerdo a expertos de las naciones consumidoras.
Los analistas recuerdan que cuando una coalición internacional encabezada por Estados Unidos fue a la guerra contra Iraq en 1991, la capacidad de producción cerrada del planeta era de 5,2 millones de barriles por día.
La OPEP aumentó en dos ocasiones su producción global, en 1,3 millones de barriles en enero, y en 1,5 millones de unidades en febrero.
El último incremento compensó la salida temporal del mercado de Venezuela, que ya ha recuperado más de 80 por ciento de su producción de 2002, de 2,8 millones de barriles diarios, tras la huelga petrolera de diciembre y enero.
El secretario general de la OPEP, el venezolano Alvaro Silva, estimó en Bruselas que el mercado está suficientemente abastecido. No nos falta petróleo. El problema de los altos precios es la amenaza de guerra, lo que escapa a nuestro control.
A juicio del ministro de Petróleo de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, la OPEP debería apuntalar su actual sistema de cuotas, mientras se inclinan por elevarlas Arabia Saudita, Emiratos y Kuwait.
De acuerdo al alemán Deutsche Bank AG, Arabia Saudita, que reivindica una capacidad de producción de 10,5 millones de barriles por jornada, ya produce entre 9 y 9,5 millones de barriles diarios, pese a que su cuota es de 7,47 millones de barriles por día y sólo debía elevarse a 7,96 millones durante la crisis venezolana.
Parte de la producción extra saudita, quizá hasta 30 millones de barriles, está a bordo de buques, lejos de las amenazadas costas del Golfo.
El espectro de la guerra se hizo más visible cuando el jueves por la noche el presidente Bush puntualizó que cuando se trata de nuestra seguridad, Estados Unidos no necesita el permiso de nadie para defenderse.
Bush añadió que aguardaría sólo unos pocos días por una resolución de la Organización de las Naciones Unidas que lo autorice a lanzar un ataque sobre Iraq.
Los precios registraron ese anuncio de guerra este viernes, y en Londres el crudo Brent, precio de referencia del mar del Norte, ganó 68 centavos de dólar por barril respecto del cierre de las ventas el jueves, cotizándose a 33,20 dólares.
En Nueva York, el West Texas Intermediate (WTI), crudo dulce ligero y marcador estadounidense, avanzó hasta 37,32 por barril, tras cerrar a 37 dólares el jueves.
El WTI encendió alarmas en el mercado el 27 de febrero, cuando llegó a venderse a 39,99 dólares por barril, pero su valor mermó esta semana por tomas de ganancias por parte de los operadores.
Según el Ministerio de Energía de Venezuela, durante la semana que concluye el Brent tuvo un precio promedio 34,19 dólares, el WTI de 36,68 y la cesta de siete crudos de referencia de la OPEP de 32,98 dólares por barril, valores 25 por ciento más altos que el promedio de 2002.
Pocos dudan que el estallido de la guerra hará trepar los precios a más de 40 dólares el barril. El subsecretario de Energía de Iraq Hussein al-Hadithi estimó que en un conflicto los precios demorarán meses en ser controlados, y pasarán de 50 y quizá hasta de 70 dólares el barril.
Si Estados Unidos logra una victoria rápida, los precios altos serán para los exportadores una alegría de muy corto plazo, pues el control estadounidense despojará al recurso de la prima de guerra que encarece su valor actual, afirmó a IPS el consultor venezolana y ex ejecutivo de la industria petrolera, Alberto Quirós.
Ante el aumento de precios de los combustibles, dirigentes del opositor Partido Demócrata de Estados Unidos y organizaciones de consumidores de ese país pidieron sin éxito al gobierno que vendiera parte de las reservas estratégicas de crudo, de 600 millones de barriles.
El país posee además 270 millones de barriles de reservas comerciales.
No creemos que esa capacidad de reservas deba ser empleada para ajustar precios, sino mantenerse para una real emergencia, cuando no haya suministros, advirtió el secretario estadounidense de Energía, Spencer Abraham.
Abraham viajará este martes a Viena, cuando se reúna la OPEP, pero adelantó que no vamos a rogar por un aumento en la producción de crudo.