Las imagen de Estados Unidos en Europa se hundió desde que el presidente George W. Bush llegó al poder hace dos años, y en especial en los últimos seis meses, según una encuesta realizada en ocho países por la firma Gallup.
En el último medio año se registró una gran caída en las opiniones favorables hacia Estados Unidos, y las mayores críticas se refieren a la política exterior de Bush, indica el estudio divulgado este martes por Centro Pew de Investigaciones sobre entrevistas realizadas en siete países europeos y en Turquía.
El fenómeno no se restringe a países como Alemania, Francia y Rusia, cuyos gobiernos se oponen a la invasión de Iraq sin aval del Consejo de Seguridad de la ONU. La encuesta también registró rechazo hacia Estados Unidos en la población de países que apoyan la postura de Washington, como España, Gran Bretaña y Polonia.
El cambio de la opinión pública europea es dramático, dijo la supervisora de la encuesta para el Centro Pew, Elizabeth Gross.
Fue sorprendente. Habíamos visto un gran aumento del apoyo a Estados Unidos tras el 11 de septiembre de 2001, afirmó. Dos atentados dejaron ese día 3.000 muertos en Nueva York y en Washington. Pero me sorprendió cómo ese apoyo se disipó por completo, agregó Gross.
En Polonia, por ejemplo, la proporción de personas con buena opinión de Estados Unidos cayó de 80 por ciento de los entrevistados por el Centro Pew hace seis meses a 50 por ciento en la última encuesta. El gobierno polaco respalda en bloque los planes de guerra de Bush.
En Italia, cuyo presidente, Silvio Berlusconi, apoya a Bush, las opiniones favorables hacia Estados Unidos cayeron de 70 a 34 por ciento en los últimos seis meses, según la encuesta.
Madrid presentó junto con Washington y Londres un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para avalar la invasión a Iraq. Sin embargo, solo 14 por ciento de los españoles entrevistados tienen una buena opinión de Estados Unidos.
Incluso en Gran Bretaña, el principal aliado de Estados Unidos, el porcentaje de opiniones favorables cayó de 83 por ciento en 2000 a 75 por ciento hace seis meses, y luego a 48 por ciento, según el último sondeo.
Gallup realizó las entrevistas la semana pasada, mientras quedaba en evidencia que Washington estaba decidido a ir a la guerra aun sin el aval del Consejo de Seguridad.
Los encuestadores encontraron un fuerte respaldo a la idea de que Europa, sobre todo los países occidentales del continente, deberían tener una política exterior más independiente.
Además, concluyeron que la animadversión hacia Estados Unidos prevaleciente en Europa occidental se dirige muy específicamente hacia Bush y sus políticas. No así en Rusia y en Turquía, donde los entrevistados se mostraron menos inclinados a distinguir entre el país y el gobierno.
Gros atribuyó el fenómeno a que la ciudadanía rusa y la turca tienen menos historia de trabajo directo con Estados Unidos y están menos concentrados en los cambios de administración en Washington.
La población de Francia concentra su rencor en el presidente. Más de tres cuartas partes de los entrevistados franceses dijeron a Gallup que el problema con la imagen de Estados Unidos era la política del gobierno: solo 15 por ciento lo atribuyó al país en general.
Mientras, apenas 29 por ciento de los encuestados en Rusia acusaron a Bush, mientras 48 por ciento atribuyeron su mala opinión a la actitud de Estados Unidos como país.
El estudio da argumentos a los expertos en política exterior según los cuales las tendencias unilateralistas del gobierno de Bush están abriendo una profunda brecha entre Estados Unidos y Europa que podría ser muy difícil de cerrar.
Lo que está en peligro es infinitamente más valioso que lo ya logrado. Parecemos estar en una especie de semiguerra con la Unión Europea, lo que pone en riesgo 50 años de política exterior estadounidense, dijo el experto David Calleo, de la Universidad Johns Hopkins, al diario The Washington Post.
Mientras, el ex consejero de Seguridad Nacional del ex presidente George Bush —padre del actual mandatario— Brent Scowcroft observó que el debate sobre Iraq le da a Estados Unidos una imagen de arrogancia y unilateralismo. Estamos pagando un precio muy alto por esa imagen, afirmó,