El mandatario estadounidense George Walker Bush quedará atascado en un nuevo Vietnam si lanza una guerra contra Iraq, dijo a IPS Mario Soares, ex presidente de Portugal.
La guerra parece inevitable, pero aún mantengo un hilo de esperanza de que no ocurra, afirmó en una entrevista exclusiva el líder socialista, durante su estadía en Río de Janeiro para presidir un seminario sobre la brecha entre sociedad civil e instituciones políticas en el mundo, el lunes y el martes.
Bush se puso en una encrucijada ruinosa al excluir cualquier alternativa a la guerra: ahora retroceder sería desmoralizante, y avanzar llevaría a un desastre peor, porque el problema será cómo salir de Iraq, opinó Soares, quien presidió su país entre 1986 y 1996 y fue primer ministro en varios periodos de los años 80.
– – Una guerra en Iraq exige batallas previas en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por la opinión pública mundial. ¿Como prevé que le irá a Washington en esas batallas?
– – No veo cómo podría triunfar Estados Unidos en el Consejo, contra la resistencia de muchos miembros. Si logra la mayoría de los 15 votos, Francia y Rusia ya anunciaron que vetarán cualquier resolución que autorice una invasión de Iraq, con la probable compañía de China.
Además, todos sabremos que algunos votos favorables habrán sido obtenidos por medio de presiones sobre gobiernos de países vulnerables, y no representarán la posición de sus poblaciones. A eso se suma que la opinión pública estadounidense está cambiando, y admite cada vez más que la extrema derecha domina el gobierno de Bush, quien triunfó de forma dudosa en elecciones donde votaron sólo 35 por ciento de los habilitados. En estos días, aumentaron las manifestaciones de oposición a la guerra en Estados Unidos, por ejemplo en un editorial del diario The New York Times y un artículo del ex presidente Jimmy Carter (1977-1981).
– – ¿La resistencia interna empezó antes que la guerra?
– – Sí, hay una evolución de la sociedad estadounidense, que empieza a resistir la explotación del pánico y del terrorismo.
La verdad es que esta guerra contra Iraq, sumándose al conflicto de Israel con los palestinos y el mundo árabe, es lo peor que se puede hacer en relación con el terrorismo, ya que no facilita la lucha contra él y además agravará el odio, que provocará otras acciones terroristas. La población de Estados Unidos empieza a darse cuenta de esto, incluso por los propios avisos de alerta del gobierno. Por otro lado, los estadounidenses reaccionan ante la situación económica de su país, que está entrando en una profunda crisis que puede agravarse. Hasta ahora es Europa la que ha pagado las guerras, pero ésta será pagada por Estados Unidos, ya que Gran Bretaña y España no podrán hacerlo. Washington ya empieza a pagar con el envío de un gran contingente militar. Ya hay 250.000 soldados alrededor de Iraq, a la espera desde hace dos meses, lo que puede estar afectando la moral de esas tropas.
– – ¿Pero pese a todo habrá guerra?
– – Creo que la guerra es casi inevitable, pero si me lo preguntan hoy, dudo. Aún queda un hilo de esperanza.
– – ¿En caso de guerra, qué pasará con la ONU, y en especial con el Consejo de Seguridad?
– – Kofi Annan (el secretario general de la ONU) declaró en forma categórica que cualquier acción contra Iraq sin autorización del Consejo sería un atentado a la Carta de las Naciones Unidas, y no hay dudas de que sería una subversión de todo el derecho internacional construido a lo largo de mucho tiempo. Eso es lo grave. Eso pondría en cuestión la fuerza del Consejo, y luego sería necesario un gran esfuerzo para reconstruir la ONU, que considero esencial, ya que el mundo no puede quedar subordinado a la voluntad de una gran potencia.
– – Pero el grupo que controla el gobierno de Estados Unidos ya dejó claro su rechazo al Consejo.
– – Sí, porque quieren dominar el mundo y consideran que tienen poder para eso. Pero he visto el artículo de Carter, muy fuerte, que va en contra de esa visión, y mucha gente de la élite de Estados Unidos también piensa de forma distinta.
– – Por lo menos en esta fase de la crisis el Consejo de Seguridad renació, volvió al centro de las decisiones mundiales.
– – Eso porque Francia se rebeló, al decir no y anunciar el veto, y animó a otras potencias a adoptar esa posición. Washington pensó que sería fácil convencer a todos, pero no fue así. Eso es un hecho nuevo, que tiene fuertes consecuencias para el futuro del mundo, y en particular para la administración Bush. Estoy seguro de que Bush no podrá solucionar su crisis económica con una fuga hacia la guerra. Aunque la guerra sea rápida, la recesión estadounidense continuará. ¿Y cómo hará para salir de la guerra? Le costará mucho y eso es el gran problema. A la larga, Bush tendrá la opinión pública en contra y perderá las próximas elecciones. No tengo dudas.
– – En resumen, qué piensa que pasará en el mundo si hay guerra, y qué si no la hay?
– – Si no hay guerra, será un golpe terrible para el gobierno de Bush, no para Estados Unidos. No hay que confundir al gobierno con el pueblo. Es la extrema derecha en el poder la que comete disparates y hace enormes daños al prestigio mundial estadounidense. Si Bush retrocede, quedará en situación electoral difícil cuando deba explicar por qué sobresaltó al mundo y al final no cumplió sus amenazas. Pero si avanza, ¿como salir después de Iraq? ¿Podrá matar a (el presidente iraquí) Saddan Hussein, o éste se dejará arrestar? Todo lo que se hizo en Afganistán no llegó a la detención de (Osama) Bin Laden. Y poco se sabe sobre lo que pasó allá, algún día se sabrá.
– – ¿Iraq sería un Afganistán más grande y más complejo?
– – Exactamente. Si detienen a Saddam Hussein, no sé si lo matarán o lo juzgarán, pero quizá se convierta en un héroe y se crearía un mito para el mundo árabe, pese a que es un asesino y un dictador sin escrúpulos. Pero lo más impresionante son las complicaciones que afrontará Estados Unidos con Irán, Arabia Saudita y Turquía, y el problema de mantener la unidad de Iraq, donde hay kurdos, musulmanes chiítas vinculados a Irán y musulmanes sunitas, que pasarían a ser la minoría oprimida.
– – ¿En caso de guerra, podrán caer el gobiernos de Bush, y los del británico Tony Blair, el español José Maria Aznar y el italiano Silvio Berlusconi, que han apoyado a Washington?
– – Bush no caería de inmediato, sino con las elecciones. Pero los demás sí pueden ser alejados de sus jefaturas de gobierno. Blair está casi cayendo, en gran parte por sus propias acciones, ante la rebelión de su propio Partido Laborista. Además, se destrozó completamente el mito de la tercera vía (entre capitalismo y socialismo, reivindicada por Blair), en la que nunca creí.
– – ¿Todo eso podrá fortalecer a los partidos progresistas en Europa, y revertir la oleada de triunfos de la derecha europea?
– – Es posible, pero hay que considerar que es un gaullista (el presidente francés Jacques Chirac, conservador) quien conduce esta resistencia. La actual popularidad de Chirac se notó en una reciente visita a Argelia, donde fue recibido como un héroe por millones de personas, algo extraordinario, en especial porque él actuó como oficial en la guerra francesa contra la independencia argelina. Pero sí, pasa al revés en España, Italia y Portugal.
– – ¿Qué puede ocurrir en Portugal con el primer ministro José Durao Barroso?
– – El también se puso en situación difícil, al estar con Washington de modo incondicional, con el pretexto de que Estados Unidos es una democracia e Iraq una dictadura. No es eso lo que está en cuestión, sino el derecho internacional: si un país tiene derecho a dominar a otros, y a hacerlo sin consultar a los demás. Además, Durao Barroso responde a la Asamblea Legislativa, cuya mayoría le concede legitimidad, pero también responde ante el presidente (Jorge Sampaio, socialista), que manifestó una posición contraria. Su pérdida de popularidad parece inevitable.
– – ¿Vislumbra alguna salida diplomática para evitar la guerra, una salida honrosa para Bush?
– – No la veo, porque él ha cerrado todas las puertas, particularmente en su ultima conferencia de prensa. La propuesta de Chirac para que los jefes de Estado vayan al Consejo de Seguridad podría abrir esa salida honrosa en una especie de cumbre, si muchos concurren. Pero Bush la rechaza. La guerra sería el desastre mayor, hay vidas humanas en juego, además de un patrimonio ambiental y un patrimonio histórico en Iraq. Se repetirá Vietnam. De otra forma, pero la esencia de la cuestión será la misma. (