La ONU no fue creada para llevar a la humanidad al paraíso, sino para librarla del infierno, dijo su ex secretario general Dag Hammarskjold (1905-1961). Esas palabras resuenan hoy más que nunca, cuando todo indica que Estados Unidos atacará Iraq sin autorización del foro mundial.
El presidente estadounidense George W. Bush no debe haber tenido en cuenta la famosa cita de Hammarskjold cuando dirigió su ira el domingo hacia la ONU (Organización de las Naciones Unidas), luego de ser incapaz de obtener la autorizacón del Consejo de Seguridad para invadir Iraq.
Pero el escabroso camino a Bagdad no estuvo empedrado de buenas intenciones, pues Washington nunca pretendió otra cosa que no fuera una guerra, dijeron altos funcionarios de Francia citados por el diario estadounidense The New York Times este lunes.
Bush procuraba cobertura política para una guerra ya decidida de antemano: ya en octubre, el presidente visitó la Asamblea General de la ONU en busca de apoyo internacional.
Un Bush lívido dijo a la prensa el domingo, tras reunirse en las portuguesas islas Azores con los jefes de gobierno de Gran Bretaña, España y Portugal, que las inspecciones de desarme de la ONU en Iraq fracasaron.
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La ONU no cumplió con su tarea. Esperamos que la ONU haga su tarea mañana. Si no lo hace, todos nosotros deberemos dar un paso atrás y tratar de imaginar cómo hacer que la ONU trabaje mejor, dijo el mandatario estadounidense.
Un día más tarde, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo a los periodistas que casi todos los gobiernos y países del mundo confiaban en que la crisis iraquí podía haberse resuelto pacíficamente.
Si, como se prevé, Estados Unidos decide lanzarse a la guerra contra Iraq, este lunes habrá sido un día triste para todos, declaró Annan.
El ambiente en la sede de la ONU en Nueva York era lúgubre este lunes, aunque el embajador de Pakistán en el foro mundial, Munir Akram, dijo que el tiempo de la diplomacia nunca termina. Mientras, Washington advertía que ya no había espacio para una solución política.
No puedo pensar en nada que (el presidente iraquí) Saddam Hussein pueda hacer en lo diplomático. Ese tiempo terminó. Tuvo muchas oportunidades en los últimos 12 años, y las desaprovechó todas, declaró el secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell este lunes.
Altos funcionarios de la ONU y juristas insistieron en que Estados Unidos y Gran Bretaña violarán la carta del foro mundial y el derecho internacional si deciden persistir en sus intenciones de atacar Iraq sin una resolución del Consejo de Seguridad que la avale.
En ese caso, estos dos países se convertirán en los estados renegados de la ley y la política internacionales, dijo a IPS el profesor de Derecho Francis Boyle, de la estadounidense Universidad de Illinois.
Washington y Londres serán los equivalentes legales, políticos e históricos de la Alemania nazi y de la Italia fascista desafiando a la Liga de Naciones en el periodo anterior al estallido de la segunda guerra mundial (1939-1945), y el resto del mundo sacará las conclusiones apropiadas, sostuvo Boyle.
En ese sentido, Annan adelantó que la legitimidad de una acción militar que se desarrolle fuera del marco del Consejo de Seguridad será objeto de cuestionamiento.
Estados Unidos se mantiene intransigente, a pesar de la abrumadora oposición de la mayoría de los 191 estados miembros, dijo un diplomático asiático a IPS.
La oposición procedió de todos los agrupamientos políticos de la ONU, como el Movimiento de Países No Alineados, de 116 miembros, la Unión Africana, de 52, y la Organización de la Conferencia Islámica, de 60, representantes de los países en desarrollo.
Con esa oposición y con Francia amenazando con vetar cualquier aval de la ONU a la guerra, Estados Unidos, Gran Bretaña y España retiraron su proyecto de resolución en ese sentido. De lo contrario, según muchos diplomáticos, habrían sufrido una derrota humillante en el Consejo de Seguridad.
El embajador de Estados Unidos en la ONU, John Negroponte, sostuvo que la votación habría sido muy estrecha pero que los proponentes no hubieran podido ir más allá por la explícita decisión de un país a ejercitar el veto. Negroponte se negó a mencionar a Francia.
Pero el embajador francés Jean-Marc de la Sabliere dijo a la prensa que Estados Unidos y Gran Bretaña no contaban, de todos modos, con los nueve votos necesarios para la aprobación en el Consejo de Seguridad de su resolución.
Los únicos países que adelantaron su voto afirmativo eran los tres que presentaron la iniciativa, a los que se sumó Bulgaria. Alemania, Chile, China, Francia, Rusia y Siria no prestarían sus votos, pronunciándose por la negativa o por la abstención. El presidente de Francia, Jacques Chirac, advirtió, además, que vetaría la iniciativa de cualquier modo.
Los países que no anunciaron su voto son Angola, Camerún, Guinea, México y Pakistán.
Annan decidió este lunes retirar a todos los funcionarios de la ONU en Iraq y en la frontera entre ese país y Kuwait. Eso no significa, dijo, que la ONU no vaya a hacer nada para ayudar a la población iraquí.
Encontraremos el modo de reanudar las actividades humanitarias para ayudar al pueblo iraquí, que ha sufrido tanto tiempo, y haremos todo lo que podamos para apoyarlos. La guerra siempre es una catástrofe, porque conduce a grandes tragedias humanas, concluyó.