La sociedad civil de Indonesia no se conforma con las declaraciones del gobierno contra la guerra en Iraq y exige medidas más fuertes contra Estados Unidos, como el cese de las relaciones diplomáticas, algo que Yakarta se niega a hacer.
Washington necesita amigos en el mundo musulmán e Indonesia es una buena fuente, porque casi 90 por ciento de sus 200 millones de habitantes de Indonesia son musulmanes, lo cual convierte a este en el país de mayor población islámica del mundo.
Por esta razón, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llamó por teléfono a la presidenta Megawati Sukarnoputri para solicitarle su apoyo, un día antes de que se reuniera el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el miércoles, para tratar el asunto de la guerra.
Aunque el gobierno no especificó a qué clase de apoyo se refería Bush, se cree que habría solicitado a Megawati la prohibición del canal de televisión qatarí Al Jazeera, porque su cobertura periodística de la guerra en Iraq no sirve a los intereses de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Washington ya había pedido a Indonesia, al igual que a otros países, la clausura de la embajada de Iraq en este país, pero Yakarta se opuso.
Le dije al Sr. Bush que la posición de Indonesia es firme y clara. Estamos contra la guerra. Exigimos su cese inmediato. Y buscamos una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para lograrlo, le dijo Megawati a Roy Janis, portavoz del gobernante Partido-Lucha Indonesia por la Democracia.
De haber cedido al pedido de Washington, Megawati habría enfrentado numerosas protestas, sostiene el periodista Taufiqurrahman, que utiliza un solo nombre.
No hay duda de que la transmisión de Al Jazeera desde Iraq y Medio Oriente convirtió al canal de Qatar en la emisora extranjera más vista en la televisión indonesia.
La presión de organizaciones de la sociedad civil para que el gobierno tome medidas contra la invasión liderada por Washington ha ido en aumento, a la par del sentimiento antiestadounidense, que ya había surgido tras los atentados en Nueva York y Washington del 11 de septiembre de 2001.
Grupos como los Defensores del Frente Islámico reclutan voluntarios para combatir en Iraq contra las fuerzas invasoras de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Otras organizaciones musulmanas y sociales exigen la suspensión de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, el retiro de Yakarta de la Organización de Naciones Unidas (ONU), o el boicot de los productos estadounidenses.
Pero el ministro de relaciones exteriores Hassan Wirajuda sostiene que estas medidas dañarían más los intereses de Indonesia que los de Estados Unidos.
Debemos poner las cosas en perspectiva. Hay muchas maneras más para ayudar a resolver esta tragedia humana. Y deberíamos hallar la mejor, declaró.
Un ejemplo es la ayuda humanitaria que Indonesia enviará a Iraq a partir de la semana próxima. Trabajaremos con las organizaciones humanitarias en Jordania, Kuwait e Iraq, explicó el ministro.
Numerosos analistas consideran improbable que el gobierno suspenda las relaciones diplomáticas con Estados Unidos o convoque al boicot de los productos estadounidenses.
Indonesia depende de instituciones financieras dominadas por el gobierno de Estados Unidos, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y el boicot de productos estadounidenses repercutiría en la propia economía indonesia, señaló Riza Sihbudi, experta en Medio Oriente.
Las fábricas productoras de marcas estadounidenses en Indonesia pertenecen a indonesios que adquirieron la concesión de las mismas, explicó Pos Hutabarat, funcionario del ministerio de Comercio e Industria.
El boicot de Coca-Cola o McDonald's, por ejemplo, llevaría a la quiebra a los indonesios propietarios de esos comercios, aseguró.
La suspensión de las relaciones con Estados Unidos sería peor, y perjudicaría a las exportaciones indonesias, cuyo principal mercado es el estadounidense, agregó Hutabarat.
No obstante, el Consejo de Ulamas de Indonesia, una organización musulmana, sostiene que es necesario tomar medidas diplomáticas más fuertes contra Washington.
No hace falta cortar las relaciones en forma permanente. Sería sólo una suspensión temporaria… para demostrar nuestra profunda preocupación por esta tragedia humana, declaró el presidente del Consejo, Umar Shihab, en conferencia de prensa el jueves.
Este es un acto contra la humanidad brutal e incivilizado de parte de Estadso Unidos. Las palabras y las declaraciones fuertes no bastan, argumentó.
Algunos ya encontraron la manera de cortar relaciones con Estados Unidos. La organización ecologista Foro Indonesio para el Ambiente (Walhi) anunció esta semana que había cesado sus contactos con los donantes estadounidenses y australianos, en protesta contra la guerra.
El gobierno australiano de John Howard envió unos 2.000 soldados en apoyo de las fuerzas invasoras.
Poco después de que comenzara la invasión el jueves 20, el gobierno aseguró a Washington que garantizaría la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en Indonesia, dado el temor de que grupos musulmanes radicales tomaran represalias.
Sólo en Yakarta, la policía desplegó a 4.000 agentes para proteger personas y sedes de empresas extranjeras de la posible violencia.
Las manifestaciones contra Estados Unidos y Gran Bretaña continúan en Yakarta y otras ciudades, y aumentan los incidentes de violencia, especialmente contra locales de McDonald's en Yakarta y la ciudad de Yogyakarta.
Entre tanto, el Comité por las Víctimas de la Violencia y los Desaparecidos, conocido por las siglas Kontras, busca la forma de que Bush y el primer ministro británico Tony Blair sean juzgados como criminales de guerra.
Colaboraremos con otras organizaciones no gubernamentales internacionales para lograr que Bush y Blair comparezcan ante un tribunal internacional como criminales de guerra, dijo el presidente de Kontras, Bambang Sugiyanto. (