Miles de australianos salieron este jueves de sus casas, centros de estudio y lugares de trabajo para repudiar en las calles el ataque emprendido contra Iraq por Estados Unidos, con el apoyo de Canberra.
Las mayores manifestaciones se registraron en las orientales ciudades de Sydney y Melbourne, donde estudiantes, sindicalistas, religiosos, dirigentes comunitarios y músicos de rock participaron en sendos actos de 20.000 personas cada uno.
En la occidental ciudad de Perth, unas 5.000 personas marcharon del centro de la ciudad al consulado de Estados Unidos con pancartas que rezaban No en nuestro nombre, George Bush, vete al infierno y Vergüenza para Howard, por el primer ministro australiano John Howard.
Quince manifestantes fueron arrestados en Perth, cuando se negaron a abandonar la calle y a dispersarse, como les ordenaba la policía.
Los activistas gritaron queremos paz y cantaron Get Up Stand Up, la canción del jamaiquino Bob Marley que se convirtió en un himno del movimiento de los derechos humanos y del pacifista. Mientras, numerosos policías los golpeaban cons us bastones para obligarlos a ingresar en camiones.
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El estallido de la guerra ocurrió pocos minutos antes de la sesión del parlamento federal, donde se registraron protestas del público en las galerías. Entonces, Howard informó que aviones de combate australianos FA-18 ya estaban participando en misiones, escoltando a otros que bombardeaban Iraq.
Mientras Howard revelaba los detalles de la participación australiana en la guerra contra Iraq, comenzaba el bombardeo con misiles de crucero y bombas de precisión en Bagdad. Legisladores del opositor Partido Laborista cuestionaron a viva voz el discurso del primer ministro.
El canciller Alexander Downer le dijo a un legislador: Se supone que usted es dirigente de un partido político, no un alumno de escuela. Usted se comporta como un niño en la escuela para referirse a un gran problema internacional.
El diputado laborista Anthony Albanese replicó: Debemos recordar que esto no es un vídeo, ni una película. Esto es real.
Las luces en el cielo representan la muerte de civiles iraquíes, algo en lo que Australia participa para nuestra vergüenza, agregó.
Australia envió al Golfo 2.000 soldados, 1.000 aviones de combate y cinco de carga, el tercer contingente militar de la alianza militar antiiraquí detrás de los de Estados Unidos y Gran Bretaña, que suman 300.000 soldados.
Los trabajadores de la construcción dejaron sus herramientas apenas supieron que la guerra había comenzado, dijo el sindicalista Joe MacDonald. A las 11 de la mañana, 2.000 ya estaban en huelga, agregó.
Estudiantes de varios centros de enseñanza secundaria de Perth se retiraron de clases y asistieron a la protesta de uniforme.
Más y más personas buscan respuestas, porque ven que esta atrocidad de declarar la guerra no tiene nada que ver con las armas de destrucción masiva que supuestamente tendría Iraq, dijo el diputado del ambientalista partido Los Verdes Dee Margrets.
Howard afirmó este jueves en una entrevista televisada que la decisión no fue fácil, pero que si a Iraq se le permite mantener sus armas de destrucción masiva, no solo podría usarlas, sin que otros países renegados podrían copiarlo, sabiendo que el mujndo no hará nada para detenerlos.
Mientras, el líder del Partido Laborista, Simon Crean, dijo que la decisión de Howard exponía a Australia a un creciente riesgo de atentados terroristas.