Los países fronterizos de Iraq concentran el mayor despliegue de equipos de emergencia dispuesto hasta ahora por las agencias internacionales para el socorro de refugiados.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja alistó unas 30 unidades de intervención, con hospitales y clínicas de campaña, servicios sanitarios y provisión de agua potable, para atender la crisis humanitaria que pueda causar el inminente ataque militar de Estados Unidos y sus aliados contra Iraq.
Más de un millón de personas podrán recibir atención con esos equipos por un periodo de un mes, calculó el secretario general de la Federación, Didier Cherpitel.
Por su parte, los planes de contingencia dispuestos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) prevén la atención de unos 600.000 refugiados en caso de que se desate la guerra.
Sin embargo, esta agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acepta la posibilidad de que la evolución de los acontecimientos obligue a modificar esa estimación, reconoció su portavoz, Ron Redman.
De todos modos, el mismo Alto Comisionado, Ruud Lubbers, aseguró ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que Acnur está pronta para prestar auxilio en caso de que se produzca una nueva salida masiva de refugiados.
Lubbers precisó que más de 100.000 iraquíes han solicitado asilo en el exterior en los últimos tres años. Los iraquíes representan el grupo más numerosos de solicitantes de refugio en los países industrializados.
En tanto, la Federación se propone fortalecer, mediante apoyo logístico y de telecomunicaciones, la capacidad de sus miembros de las Sociedades de la Media Luna Roja en los países vecinos a Iraq para preparar las operaciones de socorro.
Cherpitel dijo que la organización tiene planeado prestar albergue a unas 250.000 personas, 100.000 de las cuales en Irán, 80.000 en Turquía, 25.000 en Siria y 25.000 en Jordania. En los almacenes regionales de la institución se encuentran provisiones para atender a otras 20.000 personas.
El secretario de la Federación advirtió de que el conflicto en la región puede tener consecuencias desastrosas para los sectores más vulnerables de la población, a causa particularmente de la suspensión por parte de la ONU del programa de Petróleo por Alimentos.
Por esa razón, la Federación concentra sus recursos de asistencia en los países vecinos, de manera de auxiliar con prontitud a cualquier flujo masivo de desplazados.
El programa Petróleo por Alimentos fue suspendido después de la decisión adoptada este lunes en Nueva York por la ONU de retirar al cuerpo de inspectores de armamentos y al resto del personal del foro mundial que permanecía en funciones en Iraq.
El mecanismo del Programa, una excepción del embargo económico impuesto a Iraq después de la guerra del Golfo de 1991, permite la venta de crudo iraquí bajo control de la ONU y el empleo de esos fondos para atender necesidades básicas de supervivencia de la población del país.
La Federación Internacional, con sede en Ginebra, promueve las actividades humanitarias de 178 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
La Federación y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), depositario de los tratados del derecho internacional humanitario que regulan el trato de prisioneros y poblaciones civiles en caso de conflicto, constituyen el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
El director general del CICR, Angelo Gnaedinger, examinó la semana pasada con las autoridades iraquíes las perspectivas de las actividades humanitarias en el país en caso de producirse la invasión de ese país por parte de fuerzas militares estadounidenses y de sus aliados.
Gnaedinger transmitió al ministro de Relaciones Exteriores de Iraq, Naji Sabri, la determinación del CICR de mantener en territorio iraquí un equipo de personal internacional y local para atender las tareas de socorro durante el conflicto.
El CICR contaba en Iraq hasta las últimas semanas con un plantel de 400 colaboradores, 35 de los cuales eran extranjeros originarios de 12 países.
En la programación de los trabajos de las agencias humanitarias influye sobremanera el problema financiero. Luubers previno este martes que cualquier operación de ayuda en gran escala a Iraq debe sufragarse con fondos del mismo programa Petróleo por Alimentos, pero readaptado.
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Carol Bellamy, se quejó también de que la crisis de Iraq a bloqueado virtualmente las demás urgencias en el mundo.
Los donantes se han mostrado reticentes a comprometer recursos para otros casos humanitarios urgentes ante la incertidumbre sobre los montos que se les requerirán para Iraq, apuntó.
El Acnur requiere unos 60 millones de dólares para sus planes de atención a unos 600.000 refugiados.
Esa cifra forma parte del total de 123 millones de dólares que la ONU calculó en febrero que serían necesarios para las tareas humanitarias en Iraq de sus nueve agencias y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De los 60 millones presupuestados, el Acnur ha recibido hasta ahora 19,5 millones, pero ya ha gastado en la región 25,8 millones en la adquisición, transporte y almacenamiento de equipos.
En las bodegas del Acnur se depositaban a comienzos de esta semana artículos para atender urgencias para cerca de 300.000 personas. El vocero de la agencia dijo que este miércoles se espera elevar las existencias hasta cubrir las necesidades para 350.000 personas.
Los abastecimientos se almacenan en distintos puntos de la región, incluidas las bodegas del Acnur de Iskenderun, en Turquía, Kermanshah, en Irán, y Aqaba, en Jordania.