(Día Internacional de la Mujer) DDHH-NIGERIA: Costa Rica se suma a campaña por Amina Lawal

Gobierno y organizaciones no gubernamentales de Costa Rica lanzaron una iniciativa para evitar la muerte de la nigeriana Amina Lawal, condenada a la pena de lapidación por un tribunal islámico de su país.

Miles de personas están firmando libros ubicados en ayuntamientos, ministerios y hasta estadios de fútbol para solicitar clemencia al Tribunal Superior de la Ley Islámica del septentrional estado nigeriano de Katsina, donde Lawal presentará un recurso de apelación el 25 de este mes.

Los firmantes adhieren así a una petición del gobierno de Costa Rica, que se suma a una iniciativa internacional en favor de Lawal.

”Cuando exhortamos a la misericordia y la compasión en beneficio de Lawal y sus hijos, lo hacemos sustentados en sagrados principios y valores humanitarios, comunes y universales de todas las religiones del mundo”, afirma la carta dirigida al tribunal.

La cancillería de Costa Rica, encargada de la impresión y distribución de los libros, debió disponer un nuevo lote, pues los 200 distribuidos se completaron esta semana.

Lawal, de 31 años, fue hallada culpable de adulterio – – un delito grave según la ley islámica o shariá – – en un proceso efectuado en la ciudad de Katsina, capital del estado del mismo nombre.

Los cargos se basaron en que Lawal, madre de tres hijos, quedó embarazada antes de que se cumplieran dos años de su divorcio. La shariá rige en 12 de los 37 estados del país de Africa occidental, con una población de más de 120 millones de habitantes.

Desde Costa Rica – – de cuatro millones de habitantes y a casi 10.000 kilómetros de la nación africana – – el presidente Abel Pacheco impulsa la iniciativa, que cuenta con respaldo de legisladores, jueces, organizaciones feministas y de derechos humanos.

Las autoridades costarricenses han ofrecido acoger a Lawal y a su familia.

”Es cierto que geográficamente estamos muy lejos de Nigeria, pero esto lo hacemos en aras de los derechos humanos, ojalá que otros países se solidaricen con esta iniciativa”, dijo a IPS la ministra de la Condición de la Mujer y líder negra Esmeralda Britton.

La ministra explicó que la petición se hace con el mayor respeto hacia las leyes y tradiciones nigerianas pero con el ánimo de que Lawal conserve su vida y pueda velar por sus tres hijos.

”Queremos enviar hasta Africa un mensaje de impacto, miles de firmas que piden indulgencia”, añadió.

Si la condena a Lawal se mantiene firme en el proceso de apelación, la pena se cumpliría en enero de 2004, tras un periodo concedido por los jueces para que culmine la crianza de su hijo menor, nacido un año y medio atrás.

”Es una barbaridad, no hay derecho”, dijo a IPS Judith Pérez, de 34 años, mientras explicaba el caso a dos jóvenes.

Pérez trabaja en la recepción del ayuntamiento de Cartago, un cantón ubicado a 22 kilómetros de San José.

En esa oficina, frente a unas ruinas coloniales en medio de un valle tropical, Pérez custodia uno de los libros de recolección de firmas, completado en una sola mañana.

”Gente de todas las edades llegaba a preguntar cuándo iba a llegar el libro de las firmas, por eso debido a la gran demanda tuvimos que viajar a la capital para pedir uno en la Cancillería”, relató.

”Ninguna posición religiosa debe ir contra la vida, si allá la quieren matar que se la traigan para acá, para que viva tranquila”, comentó tras estampar su firma el estudiante de arquitectura Víctor Rojas, de 23 años.

Activistas internacionales de derechos humanos reclaman el perdón a Lawal y la eliminación de estas penas al gobierno nigeriano.

Amnistía Internacional dispuso una página en la red Internet en la que los interesados pueden adherirse a la campaña en favor de Lawal y de otros cuatro condenados a muerte.

A fines de febrero, la organización aseguró haber reunido 2.400.000 firmas por Lawal.

El presidente de México, Vicente Fox, y el gobernante Congreso Nacional Africano de Sudáfrica se han sumado a los pedidos de indulgencia.

En marzo del año pasado, otra nigeriana condenada por adulterio, Safiya Hussaini, fue puesta en libertad al ser exonerada por un tribunal de apelaciones.

El sobreseimiento de Hussaini se basó en que la shariá no estaba vigente cuando se materializó el adulterio, y siguió a una amplia campaña internacional contra la condena.

Hussaini fue liberada el 25 de marzo de 2002, tres días después de conocerse la primera sentencia contra Lawal.

Los defensores de Lawal esperan un desenlace similar.

”El mensaje que enviaremos a Nigeria no tiene que ver ni con política ni con religión, es sencillamente una apelación a la misericordia”, dijo a IPS el jefe de prensa de la cancillería, Miguel Díaz.

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