Japón, país anfitrión del Tercer Foro Mundial del Agua, propondrá duplicar las inversiones mundiales para cumplir con la meta de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable de Sudáfrica en 2002: reducir a la mitad la población sin agua potable en 2015.
Más de 40 ministros discutieron el borrador de la Declaración Ministerial, propuesto por Japón, que deberá adoptar el Foro, que tendrá lugar en la ciudad japonesa de Kyoto del 16 al 23 de este mes.
De acuerdo a una copia del borrador difundida por la agencia de noticias japonesa Kyodo, el plan propone un aumento significativo de la asistencia oficial al desarrollo y de la inversión privada, tanto a nivel nacional como internacional.
El documento establece el objetivo de que todos los países dupliquen su asistencia financiera y técnica para resolver el problema mundial del agua.
El proyecto formula medios para alcanzar resultados sustanciales y no acciones retóricas, dijo a Tierramérica el secretario general del Foro, Hideaki Oba.
Y es eso precisamente lo que se requiere para enfrentar uno de los problemas ambientales más acuciantes del planeta: un 40 por ciento de la población global carece de agua suficiente para saneamiento e higiene, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentado esta semana a la prensa local en Kyoto.
El reporte titulado Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos (WWDR, por sus siglas en inglés) es elaborado con base en información de 23 agencias y secretarías de convenciones de la ONU y es considerado el más completo sobre el agua dulce a nivel global.
Según el informe, se registran aproximadamente 12.000 kilómetros cúbicos de agua contaminada en el planeta, y 2,2 millones de personas mueren por enfermedades relacionadas a la falta de agua segura, muchos de ellos niños.
Y si no se toman medidas concretas, dice el reporte, en 2050 unas 7 mil millones de personas -de una población proyectada de 9,3 mil millones- sufrirán de escasez de agua.
Debe haber un compromiso concreto en Kyoto y debe ser lo más cercano posible al gasto estimado de 10.000 y 40.000 millones de dólares al año para cumplir con la meta de Johannesburgo, dijo a Tierramérica Gordon Young, coordinador del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, responsable de la redacción del WWDR.
El éxito del foro de Kyoto, dijo Gordon, dependerá de que se logre una agenda concreta de acción, que de prioridad a los más necesitados de agua segura.
El borrador de la Declaración Ministerial, redactado por Japón exhorta a usar eficientemente el riego en la agricultura, a prevenir la contaminación del agua, a conservar los ecosistemas, a reducir las inundaciones y a administrar mejor los recursos acuíferos.
Una de las claves del texto es la constitución de alianzas entre el Estado y el sector privado para asegurar el suministro de agua.
La declaración propone promover esas alianzas, aunque manteniendo el necesario control público para proteger el interés de la población en general y de los pobres en particular.
Los autores del borrador tuvieron especial cuidado en formular soluciones para los diferentes aspectos del debate, dijo a Tierramérica el experto en irrigación Ryota Nakamura, de la Universidad de Japón.
La referencia a los pobres toma en consideración las conclusiones del Segundo Foro Mundial del Agua celebrado en La Haya, Holanda, según las cuales este recurso afecta todos los aspectos de la vida, como la salud, el ambiente, los derechos humanos y la política.
En el Foro se presentará el informe Acción Mundial del Agua, que revisa los proyectos para mejorar el suministro en todo el planeta. Sus conclusiones marcan un paso adelante respecto de los compromisos de La Haya, indicó Oba.
Uno de los puntos más controvertidos del debate es la privatización de los sistemas de potabilización y distribución de agua en los países en desarrollo, a la que muchos consideran un medio para mejorar la tecnología del sector, proteger el ambiente y apoyar la irrigación.
Pero activistas advierten que el acceso al agua es un derecho humano básico y no debe ser objeto de negociación como si fuera una mercancía cualquiera. Según esta óptica, la privatización perjudicará a los más pobres, que quedarán a merced de empresas movidas por el afán de lucro.
El objetivo de la conferencia en Kyoto es desarrollar un sistema de control del ciclo del agua para que todos los países lo adopten, indicó por su parte el director del Instituto de Investigaciones para la Humanidad, Taikan Oki, profesor de la Universidad de Tokio.
Un sistema adecuado ayudará a los países en desarrollo a crear un plan de manejo del agua. Para que esto sea exitoso, debemos discutir en Kyoto la transferencia tecnológica y el apoyo financiero para los países pobres, dijo Oki.
Oba confía en que el Foro sortee los obstáculos al formular respuestas adecuadas para cada región. Sería inútil gastar tiempo en debates superficiales. Mientras persisten los conflictos, el agua tiene el potencial de alentar la cooperación, dijo el funcionario.