YUGOSLAVIA: Murió la República Federal

La República Federal de Yugoslavia dejó de existir oficialmente a las 19.05 horas GMT de este martes, con la aprobación parlamentaria de una nueva constitución que consagra la creación de la Unión Estatal de Serbia y Montenegro.

La república de Serbia, de 9,8 millones de habitantes, y la pequeña Montenegro, de 677.000, integraban hasta ese momento la federación, y lo que persiste de esa unión política es una vaga alianza.

”Proclamo la Carta Constitucional de la Unión Estatal de Serbia y Montenegro tras la votación de este parlamento”, anunció el presidente del congreso legislativo federal, Dragoslav Micunovic, al finalizar una deliberación que insumió toda la jornada de este martes.

La nueva constitución, acordada con el patrocinio de la Unión Europea (UE), había sido aprobada por los parlamentos de Serbia y Montenegro la semana pasada.

Esta carta establece una política común de defensa y relaciones exteriores, con la posibilidad de un referéndum para la independencia total de Serbia o de Montenegro en un plazo de tres años.

La nueva entidad política comenzará a funcionar dentro de un mes. Su presidente será elegido por un parlamento de 120 escaños, que serán ocupados por legisladores de las repúblicas de Serbia y de Montenegro. El gabinete contará apenas con cinco integrantes.

Los empleados públicos se reducirán de los actuales 10.000 a 4.000.

La muerte de la República Federal de Yugoslavia marca la desaparición del mero concepto de Yugoslavia, término que significa ”país de las naciones eslavas del sur”. El Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos se creó en 1918 y asumió el nombre de Yugoslavia en 1929.

A fines de los años 30, el país fue ocupado por la Alemania nazi, y tras la segunda guerra mundial (1939-1949) se formó un gobierno comunista encabezado por Josip Broz (Tito), que hasta su muerte en 1980 procuró una vía independiente de la Unión Soviética y de Occidente.

El ideal político de una Yugoslavia unida a pesar de los enfrentamientos entre las distintas regiones y entre cristianos ortodoxos y musulmanes se mantuvo por casi una centuria, pero no sobrevivió a la secesión de las repúblicas federadas de Bosnia- Herzegovina, Croacia, Eslovenia y Macedonia a comienzos de los años 90.

Las guerras por la independencia causaron la muerte de 200.000 personas y quebraron esta federación de seis repúblicas.

La República Federal fue creada en abril de 1992 por el ex presidente de Serbia y de Yugoslavia Slobodan Milosevic, hoy sometido a juicio internacional por crímenes de guerra y genocidio en La Haya, Holanda. Milosevic trató así de mantener unido lo que quedaba de la antigua Yugoslavia.

Pero Montenegro, cuyo territorio es 12 veces menor que el de Serbia, también trató de independizarse tras la llegada al poder en esa república del presidente Milo Djukanovic hace cinco años.

Djukanovic obstaculizó la asignación de fondos montenegrinos al presupuesto federal, y, por lo tanto, Serbia mantuvo dos administraciones paralelas: la de la república y la federal.

La mayoría de los habitantes de ambas repúblicas ya percibían a la federación como una entidad sin vida, pero Milosevic insistió en que mantener la unión con la amenaza de una intervención militar, como en las anteriores secesiones.

La caída de Milosevic hace dos años llevó a Serbia y a Montenegro a una mayor divergencia. Ahora tienen una comunidad de origen, pero no un estado unificado.

”Esta unión es consecuencia de un compromiso. Significa un freno a una mayor fragmentación de los Balcanes y un camino seguro a la integración a Europa”, dijo Micunovic a la prensa este martes de tarde.

Pero pocos perciben a la Unión Estatal de Serbia y Montenegro como un estado unificado y duradero. ”Es un estado de una clase que no existe en ninguna parte del mundo”, dijo el juez Slobodan Vucetic, integrante de la Corte Constitucional de Serbia.

Se trata ”del resultado de un compromiso asumido por la elite política de ambas repúblicas. Toda la organización estatal tiende a la desintegración”, agregó Vucetic.

El director de la revista Nova Srpska Politicka Misao, Djordje Vukadinovic, calificó la unión como un matrimonio por convenciencia. ”Es un estado 'flojo' creado sin fanfarria, condenado a la separación sin lágrimas y, lo que es más importante, sin sangre”, dijo el periodista a IPS.

A diferencia de la secesión de la antigua Yugoslavia, la disolución de la Federación no es cosa de vida o muerte para sus habitantes.

”Espero vivir para ver una Serbia independiente”, dijo el mecánico Zivojin Stolic, de 36 años. ”El país entra esta vez en la historia sin lágrimas, pena ni dolor. En el futuro, nos divorciaremos de manera civilizada con Montenegro”, agregó.

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