Sudáfrica recaudará este año fiscal más dinero del que gastó, pero este logro no mitigará las críticas al gobierno por la escasa inversión en el alivio de la pobreza.
Muchos economistas coinciden en que el gobierno habrá recaudado al final de este año fiscal, el próximo día 28, hasta 20.000 millones de rands (equivalentes a 2.200 millones de dólares), más de lo previsto en el presupuesto original.
El gobierno contaba con ingresos de 30.300 millones de dólares y gastos por 32.400 millones, lo que hubiera dejado un déficit de 2.100 millones de dólares, pero la recaudación de impuestos fue superior y los gastos de las provincias fueron más lentos de lo previsto.
En los últimos 12 meses, las exportaciones de Sudáfrica aumentaron sustancialmente y el precio internacional del oro, uno de los principales rubros nacionales de exportación, alcanzó su punto más alto en seis años.
Como resultado, aumentaron los ingresos de las minas y compañías privadas de oro, algunas de las mayores contribuyentes de Sudáfrica.
Además, el Servicio Fiscal aumentó la eficiencia de sus operaciones en los últimos años y ha recaudado regularmente más impuestos de los presupuestados para el Tesoro Nacional.
Pero los economistas dudan que el gobierno gaste todos los fondos apartados para este año, principalmente por demoras burocráticas en la mayoría de las provincias.
Los gobiernos provinciales son los responsables de invertir el dinero destinado a salud, educación y seguridad social, pero este año no han gastado todavía todos los fondos que les fueron asignados, informó el Tesoro Nacional.
Esta lentitud en el gasto público, sumada a una recaudación fiscal mejor de la prevista, hacen más que probable un superávit financiero, según analistas.
El superávit puede crear una ola de protestas entre los sindicatos y movimientos sociales sudafricanos, los cuales arguyen que el gobierno debería invertir más en programas sociales y de desarrollo económico, debido al alto índice de desempleo (37 por ciento) y a la extrema pobreza (50 por ciento) en algunas áreas.
Los críticos consideran que el gobierno debería contraer más deudas para gastos sociales y permitir un leve crecimiento del déficit fiscal, al contrario de lo recomendado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Por otra parte, el gobierno de Thabo Mbeki afirmó que no dispone de fondos ni de capacidad para administrar el programa de Donaciones para un Ingreso Básico (BIG, por sus siglas en inglés), unos los programas de alivio de la pobreza más polémicos propuestos en este país.
Además, a menos que controle estrictamente el gasto público, los fondos que podrían destinarse a programas de desarrollo terminarán usándose para el pago de intereses de préstamos tomados para financiar el déficit, advirtió el gobierno.
El independiente Servicio de Información Presupuestal señaló que el Tesoro Nacional subestimó la recaudación constantemente entre los años fiscales 1997/1998 y 2002/2003.
La cuestión es el porqué de esa subestimación… El déficit previsto limita la disponibilidad de fondos para nuevos programas, como el BIG, y una vez finalizado el año fiscal, aunque las cifras se corrijan, ya es demasiado tarde para cambiar esas decisiones, dice el informe.
Existe un creciente debate político en Sudáfrica sobre el modo en que el gobierno debería aprovechar su superávit para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social, señaló Shun Govender, administrador del Servicio de Información Presupuestal.
Algunos economistas creen que la mejor manera de aliviar la pobreza consiste en reducir los impuestos para estimular el crecimiento económico, mientras que los sindicatos y activistas sociales pretenden que el gobierno invierta más en programas de desarrollo destinados directamente a los pobres.
Sin embargo, las dos opciones no son opuestas, porque el gobierno podría disponer de fondos para ambas.
Parte del superávit podría utilizarse para financiar reducciones de impuestos, indicó el ministro de Finanzas, Trevor Manuel, al presentar el año pasado la Declaración Política Presupuestal de Mitad de Período, que establece el plan de gasto público por tres años.
Asimismo, el plan presupuestal prevé un aumento del gasto en el alivio de la pobreza, la seguridad social y programas de educación y salud.
Se espera que Manuel presente el presupuesto para el año fiscal 2003/2004 en las próximas dos semanas. (
