Las autoridades de Bhután se impusieron el objetivo de convertir al país en la primera nación del mundo en prohibir por completo la venta de tabaco.
Es imposible para un pequeño país como el nuestro, donde la atención sanitaria es gratuita y universal, subsidiar los malos hábitos, sostuvo el director de Salud de Bhután, Gado Tschering, principal impulsor de la prohibición total de la venta de tabaco.
Esa aspiración tiene además justificaciones religiosas en este país también llamado Tierra del Dragón de Trueno, donde la mayoría de los 1,7 millones de habitantes practican la vertiente lamaísta del budismo.
El gran santo que introdujo el budismo en Bhután y en Tíbet, Padmasambhava o Gurú Rimpoche, dijo que fumar era malo y que ningún seguidor del señor Buda debería hacerlo, aseguró el ministro de Salud, Sangay Ngedup.
Cómo se consumía tabaco en la región en el siglo VIII, cuando el monje indio Padmasambhava predicaba, es materia de especulación, pero un detalle menor en la cruzada gubernamental contra el hábito.
En 18 de los 20 distritos en que se divide el país, la venta de tabaco ya está prohibida, así como fumar en lugares públicos.
Pero existe un activo mercado negro de tabaco en todos los distritos, dijo un periodista de la radio y televisión estatal que pidió reserva de su identidad y que reside en Thimphu, la capital, donde no rige la prohibición.
Pregúntenle a cualquier comerciante y les contestará que el personal de la aerolínea nacional Druk Air constituye su segunda fuente de suministro de cigarrillos. Funcionarios impositivos y aduaneros conocen este comercio ilícito, pero están felices porque comparten los beneficios, sostuvo el periodista.
El gobierno prohibió a comienzos de este mes la venta de tabaco y derivados en los comercios libres de aranceles (duty-free) en este reino de la región montañosa surasiática del Himalaya. Esas tiendas podrán vender los pocos cientos de cajas de cigarrillos importados que les quedan.
Pero algunos residentes de Thimphu son escépticos acerca del éxito de la medida. Prohibir la importación será ineficaz, pues las marcas de cigarrillos de India y de Nepal ya están disponibles en el mercado, sostuvo el periodista consultado.
El año pasado, el comercio formal vendió apenas 12.800 dólares de cigarrillos importados, en lo que constituye el único parámetro para estimar el consumo de tabaco en Bhután. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma carecer de cifras apropiados al respecto.
De todos modos, el hábito de fumar y hasta de masticar tabaco es común. La prohibición es una prioridad del gobierno. El secretario del Ministerio de Salud y Educación, Sangay Thinley, dijo a IPS que alcanzar esa meta será fácil: Bhután no produce derivados de tabaco. Todo lo consumido es importado, explicó.
El funcionario consideró que el ejemplo de Bhután podría ser seguido por otros países.
La fuerte tradición nacional contraria al tabaco se remonta al siglo XVII, cuando el fundador del moderno Bhután, el monje guerrero Shabdrun Ngawang Namgyal, prohibió su uso en los edificios del gobierno. Expertos aseguran que esa fue la primera vez que se imponía esa medida en el mundo.
Bhután mantuvo durante centurias sus fronteras cerradas con el fin de conservar sus antiguas tradiciones budistas, a pesar de que su territorio se ubica como una cuña entre dos potencias asiáticas, China e India. Su apertura al exterior comenzó en los años 70.
Sin embargo, los únicos visitantes extranjeros suelen ser turistas de altos ingresos.
Las autoridades afirman que su intención de prohibir el tabaco también se debe a que el vicio de fumar alentó el uso de marihuana. Los jóvenes consumidores de la hierba, aseguran, suelen vaciar los cigarrillos, mezclar tabaco y marihuana y volver a llenar el cilindro de papel.
La variedad predominante de marihuana en Asia meridional (Cannabis índica) es muy común en Bhután en estado silvestre. Sin embargo, pocos en el país conocían sus efectos psicotrópicos hasta hace poco tiempo.
La mayoría de la población la había visto alguna vez pero desconocía cualquier otro uso que no fuera el de alimento para animales como cerdos, sostuvo el director de Cuidado de la Salud, Rinchen Chopel.
En los últimos años, especialmente desde 2000, todo cambió drásticamente. La prioridad ahora es quemar tantas plantas de Cannabis índica como sea posible y ayudar a los jóvenes que quieran dejar de fumar la droga, dijo Chopel.
El Ministerio de Salud ha diseñado una estrategia que incluye la prohibición de fumar en los lugares de trabajo y medidas para reducir la demanda como campañas de propaganda y educativas e investigaciones científicas sobre el daño que ocasiona el tabaco.
La OMS elogió los planes de Bhután. La agencia internacional calculó que cuatro millones de personas mueren en todo el mundo cada año a causa del tabaco y prevé que esa cantidad aumentará a 10 millones en los próximos 30 años si no se adoptan medidas adecuadas. (