El gobierno de Estados Unidos puede llegar a aplicar represalias contra México, su vecino y socio comercial, si éste resiste las presiones para que apoye sus planes de ataque a Iraq, según observadores.
México, miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se opone a una acción bélica unilateral estadounidense contra Iraq y, como señaló este jueves el presidente Vicente Fox, aún guarda esperanzas de que se produzca un arreglo diplomático que evite la guerra.
Estados Unidos comparte una frontera de 3.200 kilómetros con México y ancestrales problemas ligados a la migración y el narcotráfico.
Además, la economía mexicana depende directamente del comercio y las inversiones de Estados Unidos, con quien conformó en 1994 junto a Canadá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El embajador de Washington en México, Tony Garza, dijo el miércoles que la Casa Blanca espera encontrar en Fox una actitud solidaria en su lucha ”contra el terrorismo internacional”, pero aseguró que respetará cualquiera sea la posición que asuma respecto de la guerra en Iraq.
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Fox declaró, en tácita respuesta a Garza, que ”el apoyo solidario (a Estados Unidos) es permanente, es apoyo solidario en contra del terrorismo, es apoyo solidario cuando tomemos decisiones multilaterales en el Consejo de Seguridad de la ONU”.
Los partidos políticos, las agrupaciones sociales y la mayoría de los intelectuales mexicanos demandaron al gobierno rechazar la guerra y no ceder a las presiones de Estados Unidos.
Mientras, grupos locales ligados a la izquierda, asociaciones de artistas y religiosos realizan esta semana diversos actos para expresar su repudio a la guerra y prometieron que el sábado 15, como en otras ciudades del mundo, marcharán unidos por calles de la capital para expresarse por la paz.
México, por vecindad y pertenencia al Consejo de Seguridad de la ONU, sufre presiones de Washington y enfrenta la disyuntiva de apoyarlo o no, apuntó Raymundo Riva Palacio, columnista del diario local El Universal.
Más de 90 por ciento del intercambio comercial de México es con Estados Unidos y la mayoría de la inversión extranjera proviene de ese país.
En Estados Unidos viven unos 20 millones de mexicanos por nacimiento y ascendencia y cuatro millones de ellos no tienen residencia legal.
La dinámica de su intercambio es tal, que en la línea divisoria entre ambos países se registran alrededor de 300 millones de cruces al año, de ida y de vuelta, lo cual la convierte en la frontera más transitada del mundo.
El historiador Lorenzo Meyer se preguntó en un artículo para el diario local Reforma si ”los mexicanos, ¿podemos darnos el lujo de volvernos irritantes para la hiperpotencia (Estados Unidos)”, cuando tenemos ”una economía débil en extremo y también, en extremo dependiente” del país vecino del norte.
Kenneth M. Pollack, ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional, de Estados Unidos, advirtió que México podría sufrir represalias de parte de Washington si no apoya la guerra contra Iraq.
”La administración de Bush está comprometida con esta guerra (…) y los países que no desean apoyar a Estados Unidos serán obligados a pagar un precio”, expresó Pollack.
Fox informó la semana pasada que mantenía contactos telefónicos con el presidente de Francia, Jaques Chirac, y con el canciller (primer ministro) alemán, Gerhard Schroeder, para tratar de buscar una solución diplomática a la posible guerra en Iraq.
Francia y Alemania están en abierto desacuerdo con los planes de guerra de Estados Unidos.
Analistas entienden que la posición de México es complicada, pues busca evitar una disputa abierta con Estados Unidos, donde tiene intereses concretos, a la vez de respaldar los intentos de otros países para frenar la guerra.
La tradición diplomática de México de los últimos 50 años indica el respeto de la soberanía de cada nación, la no intervención y solución pacífica de las controversias. Por ello, en más de una ocasión sus posturas provocaron roces con Estados Unidos.
Además, los dos países se enfrentaron en una guerra en el siglo XIX, al término de la cual Estados Unidos se apoderó de gran parte del territorio original de México.
El representante mexicano ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Adolfo Aguilar, en referencia al conflicto en Iraq, afirmó que para su país ”es central el fortalecimiento del sistema multilateral y la conservación y supremacía del foro mundial como vehículo para que se tomen las decisiones que preserven la paz”.
En tanto, el gobierno mexicano informó que en caso de que la guerra se desate en Iraq se redoblará la vigilancia en zonas estratégicas y se tomarán especiales medidas de seguridad en la frontera con Estados Unidos.