La peregrinación musulmana de este año a La Meca (Haj) no se trata sólo de religión, sino también de política, dado que se produce en vísperas de la guerra contra Iraq que promueve Estados Unidos.
Muchos de los dos millones de musulmanes procedentes de 170 países encuentran en el Haj la ocasión para intercambiar opiniones y expresar su encono contra Estados Unidos e Israel e incluso contra líderes árabes.
Los peregrinos han respetado hasta ahora las reglas establecidas por el país anfitrión, Arabia Saudita. Pero a pesar de las estrictas medidas de seguridad, 14 personas murieron este martes aplastadas por una estampida humana en Mina, en las afueras de La Meca.
Hubo en el pasado al menos seis desastres durante las peregrinaciones anuales a La Meca. Treinta y cinco personas murieron en 2001 y 118 en 1998.
Aparte del accidente de este martes, la acumulación de tropas de Estados Unidos en la región del Golfo para un posible ataque a Iraq ensombrece la festividad del Haj.
El gobierno saudí es un antiguo aliado de Estados Unidos y ha advertido que la peregrinación debe limitarse a su carácter religioso. Además, desplegó miles de soldados y previno que no tolerará manifestaciones políticas ni la alteración de la seguridad.
Mi prioridad es cumplir con mi obligación religiosa, declaró Mohammed Mustafá, un conductor de Emiratos, en referencia a sus oraciones en La Meca, el lugar más sagrado del Islam.
Pero también rezaré por la paz en Iraq y en Palestina, agregó Mustafá en una entrevista telefónica.
Todos los musulmanes deben realizar el peregrinaje del Haj al menos una vez en su vida, siempre que estén en condiciones físicas, mentales y financieras de hacerlo. Arabia Saudita no sólo es sede de la Gran Mezquita de La Meca, sino también de la Mezquita del Profeta, en la ciudad de Medina.
El Haj comenzó el domingo y durará hasta el viernes. Este martes se realizó la Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio), en que cada peregrino debe sacrificar un cordero y apedrear tres pilares que representan al demonio, en la parte más propensa a accidentes del peregrinaje anual.
Varios peregrinos expresaron opiniones similares a la de Mustafá. Estados Unidos no está tras (el presidente iraquí) Saddam Hussein, sino que trata de humillar a los musulmanes de todo el mundo, afirmó Kareemullah Shariff, un estudiante de medicina.
Mientras, el jeque Ahmed Yassin, líderes espiritual del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) de Palestina, declaró el domingo al canal de noticias árabe Al Jazeera que la guerra contra Iraq es una guerra contra los musulmanes y que los estadounidenses que invadan Iraq deben ser enterrados allí.
Incluso el gran muftí (máxima autoridad del clero musulmán) de Arabia Saudita, jeque Abdul Aziz al-Sheikh, censuró el viernes ante los peregrinos a los enemigos del mundo islámico por atacar la religión y la economía de los musulmanes.
La lucha hoy es religiosa y económica. Los enemigos intentan usar cualquier pretexto para atacar a la nación musulmana con el fin de controlar su economía, dijo el muftí, sin mencionar directamente a Estados Unidos ni a Iraq.
Además, los enemigos han acusado a la nación musulmana de promover el terrorismo, agregó, pero advirtió a su audiencia que no politizara el peregrinaje y que se abstuviera de realizar manifestaciones o gritar consignas.
Informes de prensa señalan que hay cerca de 24.000 peregrinos iraquíes en Arabia Saudita, cerca de un campamento que alberga a 7.000 musulmanes iraquíes y 1.000 palestinos autorizados por Israel a realizar el peregrinaje.
El campamento está rodeado de retratos de Saddam Hussein y carteles con consignas antiestadounidenses, según los mismos informes.
Lo odio por haber invadido Kuwait en 1990, y también es responsable de la guerra Irán-Iraq (1980-1988), pero ahora Saddam Hussein es el único símbolo de la resistencia islámica contra las fuerzas estadounidenses y sionistas, comentó Jaled al-Loughani, un empresario de Kuwait. (