Un ataque de Estados Unidos contra Iraq causará una gran crisis humanitaria en Medio Oriente, advirtieron los organismos especializados de la Unión Europea (UE).
La guerra tendría repercusiones en toda la región, advirtió ante el Parlamento Europeo el comisionado de la UE para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, Poul Nielson.
La Oficina Europea de Ayuda Humanitaria de Emergencia (ECHO) analizó los posibles efectos de una invasión estadounidense en Iraq y concluyó que la guerra empeorará las difíciles condiciones de vida del pueblo iraquí y de la población civil de los países cercanos, señaló Nielson.
El funcionario informó, además, que la UE estudia medidas de contingencia. ”ECHO está manteniendo contactos regulares con todos las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales en la región”, indicó.
Sin embargo, los 15 jefes de gobierno de la UE acordaron el lunes en Bruselas permitir el uso de la fuerza ”sólo como último recurso” para obligar a Iraq a desarmarse, en una declaración conjunta en que expresaron su deseo de una solución pacífica al conflicto.
Los países más poderosos de la UE, Alemania y Francia, se oponen a los planes de guerra de Estados Unidos. En cambio, Dinamarca, España, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Portugal los respaldan.
También la mayoría de los 13 países que aspiran a integrarse a la UE apoyan a Washington, entre ellos Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumania.
Mientras, aumenta en la UE el temor a los efectos humanitarios de una nueva guerra en Iraq.
ECHO ya envió dos misiones a Medio Oriente que preparan medidas para una rápida reacción ante la crisis humanitaria apenas comience una guerra.
La oficina fue creada en abril de 1992 para financiar y organizar programas de asistencia en todo el mundo en caso de guerra o desastres naturales y también distribuye alimentos cuando surgen crisis alimentarias y de refugiados.
Estadísticas demuestran que las actividades de ECHO son las que más benefician a la población iraquí luego del programa de la ONU conocido como ”petróleo por alimentos”.
Este programa permite a Iraq usar sus ingresos por la venta de crudo para adquirir suministros básicos humanitarios permitidos por el Consejo de Seguridad de la ONU, que impuso fuertes sanciones luego de que ese país invadiera Kuwait en 1990.
Se calcula que 60 por ciento de los 22,4 millones de iraquíes dependen para su supervivencia de ese programa, gracias al cual han recibido desde 1991 unos 24.000 millones de dólares en ayuda humanitaria.
En cuanto a ECHO, suministró unos 156 millones de dólares en asistencia en los últimos 10 años, y sólo desde enero de este año destinó 15 millones de dólares a Iraq. Sin embargo, funcionarios internacionales temen todo eso no sea suficiente en caso de una nueva guerra.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calcula que unos 600.000 iraquíes intentarán abandonar su país cuando comiencen los ataques de Estados Unidos.
La mitad de éstos probablemente buscarán refugio en Irán, y el resto intentarán trasladarse a los vecinos Jordania, Siria y Turquía, dijo el portavoz de Acnur Kris Janowski.
La ONU solicitó a los países limítrofes que mantengan sus fronteras abiertas a los refugiados, pero todavía no hubo una respuesta formal de los gobiernos.
Mientras, el miembro del Parlamento Europeo Francis Wurtz, presidente de la Izquierda Unida Europea, expresó preocupación por la situación en Iraq y subrayó la necesidad de buscar una solución pacífica a la crisis.
”Iraq no tiene economía. Un tercio de la población sufre de desnutrición crónica. En Iraq la gente no vive, sino que sobrevive con el programa Petróleo por Alimentos. Este es el resultado de un embargo de 12 años. Si hay una guerra ahora, habrá un desastre humanitario”, advirtió el europarlamentario.
La experta en programas de protección a refugiados Alison Parker, de la organización de derechos humanos Human Rights Watcth, sostuvo que la UE no está haciendo lo suficiente para proteger a los iraquíes.
La UE ”evitó que muchos iraquíes pidieran asilo en sus países y tiene políticas diseñadas específicamente para bloquear su ingreso, como restricciones a la entrega de visas”, dijo Parker.
La experta también expresó preocupación porque los gobiernos y las agencias de la ONU todavía no han coordinado sus tareas ante la crisis humanitaria que aparejaría una guerra.
”Las agencias de la ONU y los gobiernos no han querido prepararse. Sin compartir detalles ni coordinar esfuerzos, la resuesta a la crisis humanitaria será inadecuada”, advirtió.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional también instó a la UE y a la ONU a asumir la responsabilidad por sus acciones.
La secretaria general de Amnistía, Irene Khan, señaló la importancia de un debate mundial sobre las consecuencias humanitarias de una guerra en Iraq.
”Las consecuencias en los derechos humanos deben ser consideradas detenidamente y comparadas con la supuesta amenaza que Iraq representa a la paz y seguridad mundial”, dijo Khan.