Seis países del Golfo decidieron desplegar en Kuwait la fuerza de defensa recíproca Escudo de la Península (Arábiga), para contrarrestar eventuales represalias de Iraq ante la invasión que planifica Estados Unidos.
Los cancilleres y ministros de Defensa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), organización que reúne a Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, aprobaron la medida, informó el gobierno kuwaití.
Los países del Golfo temen que si Estados Unidos invade Iraq, el presidente Saddam Hussein ordene represalias contra Kuwait, donde decenas de miles de soldados estadounidenses ya se preparan para la invasión.
Pero la fuerza especial árabe, que se pondrá a la orden del alto mando kuwaití, no participará en ningún ataque contra Iraq. Los gobiernos del Consejo se encargaron de aclarar que Escudo de la Península sólo tendrá carácter defensivo.
El cuerpo conjunto fue creado en 1996 con el objetivo de defender a los seis países del CCG en caso de un ataque externo, tras comprobarse la incapacidad de sus ejércitos para resistirse a la invasión iraquí a Kuwait en 1990. Su cuartel general se encuentra en la nororiental ciudad saudita de Hafez Al Baten.
Escudo de la Península nació con 5.000 soldados, pero ahora está en proceso de expansión y aspira a contar con unos 22.000 efectivos.
La decisión del CCG de desplegar la fuerza en Kuwait no está exenta de polémica. Escudo de la Península ha realizado varios ejercicios en el pasado, pero ésta será la primera vez que se destinaría a una verdadera operación militar.
Saddam Hussein acusó en 1990 a los gobiernos del Golfo de ser ilegítimos e incluso amenazó con derrocarlos.
Ahora, los países de la región confían en que, si el presidente estadounidense George W. Bush implementa su plan de desalojar a Saddam Hussein del poder, podrán iniciar una nueva relación con Iraq.
Ese escenario sería mucho mejor para la seguridad de los pequeños países del CCG. Por eso consideran que vale la pena asumir el riesgo, afirmó el analista político Abdulkhaliq Abdalá, de la Universidad de Emiratos.
Por su parte, el analista Inad Khairallah, del Centro de Investigación Dar Al Khaleek de Emiratos, dijo que el despliegue no tendrá relevanacia militar ni política en la guerra que planifica Washington, pero contribuirá al proceso de desarrollo del CCG.
El experto señaló que las naciones del Golfo deben contar un ejército fuerte o agruparse como los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar del mundo occidental, si desean tener una política exterior independiente y cierto peso en Medio Oriente.
El petróleo por sí solo no da poder de negociación. Los países del Golfo necesitan mezclarlo con peso político en el ámbito internacional, lo que sólo puede obtenerse con poder militar, explicó Khairallah.
Los seis países, cuya economía se basa en la exportación de petróleo, inauguraron el 1 de enero su unión aduanera y se preparan para implementar la unión monetaria.
Como los pequeños países del Golfo no pueden tener un ejército fuerte, debido sobre todo a que no tienen una gran población, la opción es crear un efectivo ejército colectivo, dijo Khairallah.
Los países del CCG concentran 31,1 millones de habitantes, ante los 26,3 de Iraq y los 66,5 de Irán, sus dos vecinos del Golfo.
Mientras, la guerra diplomática ya comenzó.
El gobierno kuwaití acusó el martes a Iraq de apoyar atentados terroristas en Kuwait, donde se registraron varios ataques contra soldados estadounidenses en los últimos meses.
Por su parte, Bagdad advirtió una vez más que todos los países que colaboren con Estados Unidos en una invasión serán objetivos de guerra.
La tensión aumentó en los últimos días luego de que el gobierno de Kuwait declarara el estado de alerta máxima y desplegara dos brigadas a su frontera con Iraq.
Emiratos ya envió a Kuwait unos 4.000 soldados, barcos de guerra, tanques y vehículos blindados anfibios, mientras Bahrein desplegó una fragata y un número aún no especificado de efectivos. Todavía falta que los demás países del CCG anuncien su contribución a la fuerza multinacional.
Pero Omán y Qatar consideran apresurado el despliegue de Escudo de la Península, y hubieran preferido que la decisión se tomara en una reunión de jefes de Estado y de gobierno del CCG, no de ministros, explicó Abdalá.
El periódico Al Ittihad, de Emiratos, elogió el domingo la postura adoptada por el ejército de ese país en apoyo a los países amigos y hermanos de la región.
Escudo de la Península ofrece una buena opción a los países del Golfo que no están dispuestos a apoyar abiertamente a Estados Unidos. De esta manera, brindan cierto respaldo a Washington pero sin despertar malestar dentro de su población, la mayoría de la cual rechaza los planes estadounidenses.
Todos los gobiernos del Golfo rechazan la opción bélica para solucionar la crisis iraquí, pero se ven obligados a respaldar a Estados Unidos porque saben que no tendrán estabilidad mientras Saddam Hussein esté en el poder.
Al mismo tiempo, la mayoría de la población de estos países está en contra de la interferencia de una potencia extranjera en los asuntos de Medio Oriente, y en especial contra Estados Unidos por su respaldo a Israel.