Cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorice la acción militar contra Iraq debe prever la protección explícita de los civiles, instó la organización estadounidense de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Si hay guerra en Iraq, los civiles serán quienes más sufran, advirtió Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, en una carta abierta al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Una presión intensa del Consejo de Seguridad podría ser la única esperanza para impedir un desastre humanitario, previno Roth.
Estados Unidos, Gran Bretaña y España presentaron el lunes al Consejo un proyecto de resolución que les deja las manos libres para atacar a Iraq con el argumento de que Bagdad no ha cumplido con las resoluciones de ese organismo sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva y misiles de largo alcance.
El proyecto tiene por ahora el voto de los tres países que lo proponen y el de Bulgaria, según fuentes diplomáticas, pero para ser aprobado precisa la adhesión de nueve de los 15 miembros del Consejo y que ninguno de los cinco países con derecho a veto en el organismo ejerzan esa facultad.
Se prevé que China, Francia, Rusia (tres miembros permanentes del Consejo, con poder de veto), Alemania y Siria (miembros rotativos) votarán en contra del plan británico-estadounidense- español.
Human Rights Watch no toma posición sobre si la guerra contra Iraq es justificada o legítima, pero si ocurre, el Consejo de Seguridad debe anticiparse e intentar minimizar el riesgo para los civiles, advierte la carta.
Para tal fin, las fuerzas encabezadas por Estados Unidos deben abstenerse de atacar infraestructura esencial y bienes humanitarios y el ejército de Iraq no debe usar civiles como escudos humanos, agrega.
La organización, que durante años hizo campaña por la creación de la Corte Penal Internacional, urgió al Consejo a comprometerse a la adopción de un proceso que lleve ante la justicia a los responsables de violaciones a las leyes de guerra.
El Consejo de Seguridad debe dejar claro que cualquiera que ordene o perpetre atrocidades contra civiles iraquíes será juzgado por crímenes de guerra, exhortó el grupo.
La carta fue publicada horas antes de que Londres y Washington presentaran el lunes su proyecto de resolución, que no parece contar con el apoyo necesario de los miembros del Consejo.
La mayoría ha expresado su deseo de tomar más medidas para hacer eficaces las inspecciones, dijo a la prensa el embajador chino Wang Yingfan luego de discusiones en el Consejo sobre la moción estadounidense-británica.
No es una situación totalmente insalvable, afirmó Wang, y agregó que el estudio de la propuesta podría llevar una semana o más.
La propuesta de resolución de Estados Unidos, Gran Bretaña y España advierte que Iraq no aprovechó la última oportunidad que le brindó la resolución 1.441, que establece plazos perentorios para completar el desarme del país árabe y que dispuso la reanudación de las inspecciones de armas de la ONU.
El informe que Iraq presentó sobre sus posesiones de armas de destrucción masiva contiene falsas declaraciones y omisiones, no ha cumplido con esta resolución ni ha cooperado plenamente en la ejecución de la resolución 1.441, de acuerdo con la iniciativa.
No podemos esperar mucho más tiempo. Es necesaria una acción clara, declaró el embajador de Gran Bretaña, Jeremy Greenstock.
En respuesta a la moción, Francia, Rusia y Alemania presentaron el lunes un memorando conjunto respaldado por China que pide al menos cinco meses más de inspecciones y recuerda que hasta ahora no hay evidencias de que Iraq posea armas de destrucción masiva.
Los tres países propusieron dotar de más expertos e inspectores a la misión de desarme de la ONU, así como de unidades de transporte para vigilar vehículos militares iraquíes y de un sistema de control aéreo.
El presidente francés Jacques Chirac dijo en Berlín que si los inspectores encuentran armas de destrucción masiva, simplemente se las debe destruir, sin necesidad de recurrir a una guerra.
Mientras, el embajador sirio Mijail Wehbe opinó que la resolución estadounidense-británica es una declaración de guerra contra el pueblo iraquí.
Fuentes diplomáticas informaron que el Consejo discutió ambos documentos y que las enviarán a sus respectivos gobiernos para mayor análisis. El máximo órgano ejecutivo de la ONU volverá a discutir las propuestas este jueves.
Human Rights Watch recordó que los miembros del Consejo tienen una tradición de protección de los no combatientes que deben continuar.
En los últimos años, el Consejo de Seguridad realizó compromisos importantes para proteger a los civiles de los peores excesos de la guerra, destacó Roth.
La crisis iraquí pondrá a prueba esos compromisos. El pueblo iraquí no soportaría que el Consejo le falle, concluyó.