Miles de indonesios de origen chino son prácticamente apátridas por no poseer el llamado Certificado de Ciudadanía de la República Indonesia, obligatorio sólo para ese grupo étnico.
La falta de ese documento impide obtener pasaporte y cédula de identificación, pedir créditos y cursar estudios universitarios a los indonesios chinos, que constituyen entre tres y cinco por ciento de los 215 millones de habitantes de este país de Asia sudoriental, en su mayoría musulmanes.
Somos indonesios. ¿Por qué debemos obtener un certificado de ciudadanía que pruebe que lo somos?, preguntó Tjiong Tjoei Liong, de 70 años.
Liong y su familia viven en la pequeña aldea de Kampung Teko en Bekasi, Java Occidental, donde la mayoría de los residentes no poseen el documento de ciudadanía.
En Kampung Teko residen más de 100 familias pobres cuyos ancestros chinos han vivido en el mismo lugar desde la década de 1930. La mayoría de los residentes trabajan como agricultores, conductores de motociclos o vendedores ambulantes.
Los indonesios chinos han protestado por mucho tiempo contra la exigencia del documento de ciudadanía, que de hecho fue abolida en 1996 por el entonces presidente Alí Suharto.
El requisito había sido introducido por el régimen de Suharto (1965-1998) luego de un abortado golpe de Estado en 1965 que Yakarta atribuyó al Partido Comunista Indonesio, con fuertes vínculos con el Partido Comunista Chino.
Hoy, 38 años después de ese golpe y siete años después de la abolición del requisito, las autoridades de inmigración y otros organismos gubernamentales todavía exigen a los indonesios chinos la presentación de certificados de ciudadanía al solicitar documentos tales como pasaportes.
Además, las universidades estatales y los bancos privados exigen el certificado a los indonesios chinos que presentan solicitudes de ingreso o crédito.
Las autoridades arguyen que lo hacen porque no existen pautas sobre la aplicación de la derogación del decreto que impuso el Certificado de Ciudadanía.
La presidenta Megawati Sukarnoputri, que en un gesto de conciliación con la comunidad china declaró feriado nacional el 1 de febrero, día del año nuevo lunar, solicitó al ministro de Justicia y Derechos Humanos que emitiera un nuevo decreto para abolir la exigencia de certificado de ciudadanía para los indonesios chinos.
Pero el ministro, Yusril Ihza Mahendra, respondió que sería difícil, si no imposible hacer eso, en gran parte por razones de seguridad.
Mahendra arguyó que primero se debe aprobar un proyecto de ley para eliminar las incertidumbres legales, pero esa propuesta legislativa que pronto va a discutir la Cámara de Representantes también contiene artículos que exigen a los indonesios de origen chino el polémico documento.
La actual redacción del proyecto de ciudadanía tiene dos caras. Luchamos por erradicar esta discriminación institucionalizada contra los indonesios chinos, declaró Eddie Lembong, presidente de la Asociación China-Indonesia (INTI).
Para algunos, la negativa de Mahendra a obedecer las instrucciones de Megawati tiene motivaciones políticas, dado que el ministro, presidente del Partido de la Estrella Creciente, planea postularse para la presidencia en las elecciones directas de 2004.
Fue la presidenta la que pidió la eliminación del requisito (del certificado de ciudadanía). ¿Cómo puede un ministro desafiarla?, preguntó Lembong.
Los críticos sostienen que no es necesaria una nueva ley de ciudadanía, dado que la resolución que eliminó la exigencia del documento para los indonesios chinos todavía está vigente.
La vigencia en los hechos de esa exigencia estimula la corrupción y la extorsión, a la que muchos indonesios chinos están acostumbrados.
La extorsión es rampante en el gobierno, afirmó Gondomono, vicepresidente de asuntos académicos de la universidad Darma Persada, de Yakarta.
La obtención de un certificado de ciudadanía tiene distinto precio según la capacidad adquisitiva de los solicitantes e insume mucho tiempo y esfuerzo, dado que hay al menos 12 instituciones gubernamentales involucradas en el proceso.
El año pasado, el jugador de badminton Hendrawan tuvo muchas dificultades para obtener el documento aunque ha representado a Indonesia en muchos campeonatos internacionales y ayudó a que este país ganara la Copa Thomas del campeonato mundial masculino.
Hendrawan sólo obtuvo el documento luego de la intervención de la propia presidenta Megawati. (