DERECHOS HUMANOS-INDIA: Leyes no frenan tráfico de órganos

Nuevos casos de transplantes ilegales de riñones humanos en el norte de India confirmaron la ausencia de leyes para poner fin al tráfico de órganos, que prospera con la complicidad de autoridades médicas.

La gubernamental Comisión de Derechos Humanos de India solicitó a fines de enero un informe sobre el fenómeno a las autoridades del septentrional estado de Punjab, luego de que activistas de los derechos humanos denunciaran que cientos de pobres estaban vendiendo sus riñones para poder sobrevivir.

La Comisión también tomó nota de varios informes de prensa sobre el creciente tráfico de riñones humanos en toda India.

El 11 de enero, la policía de Punjab detuvo a Parveen Kumar Sarin, un cirujano que según las autoridades habría realizado miles de transplantes ilegales con la connivencia de O.P. Mahajan, presidente del Comité de Autorización, que debe aprobar antes las donaciones.

Mahajan, ahora despedido del Colegio Médico del Gobierno de Punjab, obtuvo 30 millones de dólares con sus prácticas ilícitas. La mayoría de los órganos fueron vendidos a extranjeros, según la policía.

El jefe de la policía de Punjab, Vijay Pratap Singh, informó que la investigación del caso había comenzado en agosto, cuando un médico de origen indio, Bhagat Singh Makkar, fue expulsado del Consejo Médico General de Gran Bretaña por su supuesta participación en tráfico de riñones humanos.

Los delitos de Makkar fueron descubiertos por el diario The Sunday Times, que obtuvo grabaciones de conversaciones en las que ofrecía transplantes de riñón a sus pacientes con ”una censurable indiferencia hacia los potenciales donantes”.

Cuando el parlamento indio aprobó la Ley de Transplantes de Organos Humanos en 1996, se esperaba que ayudaría a reducir el tráfico de órganos humanos en India, país que pasó a ser llamado en el mundo médico internacional el ”bazar de riñones”.

La ley se refiere a todos los órganos humanos y prohíbe la donación por parte de personas no familiares del paciente, a menos que se cuente con la aprobación de un comité médico. También promueve la creación de un banco nacional de órganos.

El presidente de la Sociedad de Transplantes de Organos de India, S. Tamboli, señaló que la ley nunca fue respetada y que el tráfico de riñones persiste.

”El comercio de órganos equivale a millones de dólares, y los pacientes proceden de países como Alemania, Canadá, Gran Bretaña y naciones árabes ricas en petróleo”, dijo Tamboli.

”Estos pacientes siempre vieron a India como un lugar ideal para adquirir riñones humanos, ya que por un lado cuenta con buenas instalaciones médicas y por otro tiene una gran población pobre dispuesta a vender sus órganos”, añadió.

Poco después de la aprobación de la ley, los traficantes de órganos cambiaron de estrategia y comenzaron a enviar a los donantes a supuestos viajes turísticos al extranjero, donde se los sometía a cirugía y se los llevaba de nuevo a India, donde recibían su paga.

Tamboli explicó que una de las razones de esta reactivación del tráfico de órganos es la actitud de la poderosa Asociación Médica India (IMA), que continúa respaldando a profesionales de la salud vinculados a esta práctica.

La IMA llegó a justificar la venta de órganos con el argumento de que salva la vida de muchas personas.

El presidente de la oficina de la IMA en Punjab, R.C. Carg, propuso incluir una enmienda en la ley de transplantes que legalice la venta y compra de riñones humanos. ”¿Qué otra opción tiene un paciente con una enfermedad crónica?”, preguntó.

La IMA acudió al rescate semanas atrás de varios médicos del meridional estado de Kerala que estaban vinculados con el tráfico de riñones y dos hospitales que habrían sido los proveedores de los órganos, extirpados a personas pobres del remoto distrito Idukki.

El escándalo estalló cuando dos habitantes de una aldea en Idukki, Kalapuura George y Paarathani Kunju, fueron llevados a una conferencia de prensa convocada por políticos de la oposición para denunciar un nuevo caso de tráfico de órganos.

George y Kunju afirmaron que habían sido engañados por los médicos y que ahora tenían graves problemas de salud por haber perdido sus riñones, y no tenían dinero para recibir atención médica.

Antes, cuatro doctores habían sido detenidos en un hospital privado de Nueva Delhi luego de que un hombre los denunciara ante la policía porque le habían pagado una muy pequeña parte de los 6.000 dólares que le habían prometido por su riñón.

Samiarn Nundy, uno de los más prestigiosos cirujanos de India, sostuvo que es tiempo de que el gobierno actúe con firmeza contra los médicos que violan las leyes sobre transplante de órganos.

”No debe haber misercordia para los médicos que lucran con la miseria humana”, afirmó Nundy. (

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