Una mejor utilización de las modernas tecnologías de la información permitiría mejorar los servicios de salud y educación en el Sur en desarrollo, afirmaron en esta ciudad suiza representantes de gobiernos y de la sociedad civil convocados por la ONU.
La brecha digital, como se denomina la desventaja del mundo en desarrollo respecto del Norte industrial en materia de tecnología informática, se refleja en el diferente grado de acceso a la red informática mundial Internet.
Cincuenta y cuatro por ciento de la población de Estados Unidos está conectada a la red, proporción que llega a 28 por ciento en Japón, mientras que en los países menos adelantados apenas alcanza a tres por ciento, según los estudios.
Delegados de los gobiernos y de la sociedad civil analizan hasta este viernes en Ginebra el atraso digital de los países pobres y discutieron sobre la seguridad, el contenido, la libre expresión y la diversidad en Internet, con vistas a la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de diciembre próximo.
La Cumbre, convocada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para adoptar políticas que equilibren el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, sesionará en Ginebra del 10 al 12 de diciembre.
La aplicación de la declaración y del plan de acción que aprobará la Cumbre de Ginebra será evaluada en 2005 en Túnez, ocasión en la cual se podrá corregir el acuerdo.
El comité preparatorio de la Cumbre, reunido durante dos semanas en esta ciudad suiza, evalúa las distintas facetas del problema, que abarcan otros temas además del desnivel tecnológico entre países industrializados y países en desarrollo.
Las naciones en desarrollo y la sociedad civil reclaman que la Cumbre se pronuncie sobre otros aspectos, como la promoción de la diversidad cultural y lingüística, del contenido y del desarrollo de los medios de comunicación y de la libertad de expresión.
Los representantes de las organizaciones no gubernamentales estimaron que la sociedad de la información no se agota en el comercio electrónico y en Internet, que son sólo dos de sus motores.
Durante las sesiones del comité preparatorio, los gobiernos también hicieron esfuerzos para que en los temas esenciales se pase del enfoque de la simple tecnología al examen de aspectos más amplios, dijeron fuentes de la sociedad civil.
Las disposiciones legales y las reglamentaciones que adopte la Cumbre deben abarcar otras cuestiones, como la cibersalud y el ciberaprendizaje, demandaron.
La difusión de las computadoras puede ofrecer verdaderas aplicaciones de salud a los países en desarrollo, como los africanos, donde menos de uno por ciento de la población está conectada a Internet, aseguró el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Michael Scholtz.
Hechos tan simples como la distribución gratuita de publicaciones en línea pueden constituir una fuente valiosa de información para los profesionales de la salud y los investigadores, insistió.
El director general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Abdul Waheed Khan, remarcó que esa agencia propicia un enfoque de conjunto del problema que implica facilitar el acceso al conocimiento a través de las nuevas tecnologías.
La Unesco alienta el desarrollo en las redes electrónicas de un contenido local, que respete y difunda la cultura y el patrimonio de cada comunidad.
La creación del contenido de los medios se concentra en el mundo industrializado y los sistemas vigentes de propiedad intelectual desprotegen a los creadores de contenidos locales originarios de comunidades marginales, opinó Khan.
La preservación de la cultura a través de Internet puede convertirse para los países en desarrollo en un instrumento de impulso al turismo, así como una fuente de ingresos y de divulgación de su propio patrimonio a las poblaciones autóctonas, esbozó Michel Peissik, de Francia.
Un delegado de la Agencia Intergubernamental de la Francofonía, Pietro Sicuro, reclamó que en los preparativos de la Cumbre se incluya el examen de las cuestiones lingüísticas y culturales en los medios electrónicos.
Una de las funciones de las comunicaciones públicas es garantizar la diversidad cultural y lingüística, y de esa manera plasmar los objetivos de desarrollo que la ONU se fijó para los próximos años, recordó Therèse Gastaut, del Departamento de Información Pública del foro mundial.
Otras cuestiones espinosas en debate se refirieron a la seguridad en Internet contra ataques de ciberpiratas, o a los aspectos éticos como la inclusión de contenidos de pornografía infantil o de tráfico de personas.
El representante de la empresa informática Hewlett-Packard en la reunión, Stuart Hotchkiss, dijo que existen numerosas teorías sobre las nuevas tecnologías y la seguridad, pero advirtió que existen dificultades para ponerlas en práctica.
Hotchkiss recomendó concentrarse en las causas de los problemas de la seguridad en esas tecnologías de la información y no únicamente en los síntomas. Al adoptar decisiones en materia de seguridad, la Cumbre debería tener en cuenta que lo que a uno cura a otro mata, agregó.
La representante de la compañía Microsoft, Lauren Hall, advirtió que las soluciones al problema de la seguridad deben fundarse en la complejidad de la red, donde conviven distintos usuarios y una gama cada vez más diversa de dispositivos.
Por eso, propuso, habrá que incorporar elementos como privacidad, fiabilidad y confianza en los proveedores de equipos y servicios.
Otra visión del mismo asunto puso el acento sobre el eslabón más débil de la cadena de la seguridad, que son los particulares.
Urs Gattiker, del Instituto Europeo de Antivirus de Computadoras, dijo que en seguridad vale más prevenir que curar, y sale más barato. Los particulares, sostuvo, no desean pagar altos precios por la seguridad.
Los representantes de la sociedad civil opinaron que debe fomentarse el acceso a los programas informáticos de fuente abierta. De esa manera, sostuvieron, se promoverá la asequibilidad y la generación de contenido local en las comunidades menos adelantadas.