AMBIENTE: Gran Bretaña se aparta de EEUU sobre cambio climático

El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, propuso reducir 60 por ciento las emisiones de gases invernadero en este país para 2050, y criticó a Estados Unidos por su falta de colaboración en el combate al cambio climático.

”Seguiremos tratando de convencer a Estados Unidos y otros países de que el cambio climático constituye una grave amenaza (para el planeta) y que debemos combatirlo como comunidad internacional”, declaró Blair, y advirtió que el asunto ”divide a Estados Unidos y sus aliados del resto”.

La mayoría de los científicos coinciden en que el recalentamiento de la atmósfera terrestre y los graves trastornos que este fenómeno provoca en el clima mundial son consecuencia de la emisión excesiva de gases de invernadero, generados por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.

Blair opinó que el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático (1997), que si entrara en vigor obligaría a 38 países industrializados a reducir, entre 2008 y 2012, sus emisiones de gases de invernadero 5,2 por ciento respecto de los volúmenes de 1990, fue un ”enorme logro” pero no ”lo suficientemente radical”.

La emisión de esos gases aumentó 10 por ciento desde 1990, con un incremento de 35 por ciento en los países en desarrollo, por lo tanto ”en el mejor de los casos, Kyoto significará una reducción de dos por ciento en las emisiones”, señaló Blair.

Estados Unidos, que libera a la atmósfera cerca de 25 por ciento de todos los gases de efecto invernadero producidos en el mundo, anunció en 2001 su retiro del Protocolo de Kyoto.

El primer ministro británico se basó para su nueva propuesta, presentada el lunes, en un informe del Imperial College de Londres, según el cual las emisiones pueden reducirse 60 por ciento utilizando tecnologías conocidas y a un costo razonable.

Blair destacó las posibilidades de la energía solar, eólica, de las olas, las mareas y otras fuentes renovables, y anunció un apartamiento de la energía nuclear en el futuro.

”Es un mito que la reducción de emisiones nos vuelve más pobres”, afirmó el primer ministro, y destacó que la economía británica creció 17 por ciento desde 1997, mientras las emisiones de gases de invernadero cayeron cinco por ciento en este país.

Un proyecto de ley presentado al Parlamento el lunes por la secretaria de Comercio e Industria, Patricia Hewitt, fija el objetivo de producir 20 por ciento de la energía a partir de fuentes renovables para 2020.

Pero el grupo ambientalista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advirtió que la propuesta ”carece de la sustancia necesaria para plasmar en la realidad el discurso del gobierno”.

El proyecto anuncia un objetivo, pero ”no establece una estrategia clara a mediano plazo para desarrollar tecnologías energéticas sustentables”, criticó WWF.

Mientras, la organización ecologista Amigos de la Tierra aprobó los planes para recortar las emisiones de dióxido de carbono pero también advirtió que ”deben acompañarse de cronogramas y objetivos claros e inversiones”.

El grupo agregó que el gobierno ”intervino para debilitar objetivos específicos del proyecto de ley”.

Asimismo, la organización Greenpeace recibió con beneplácito el anuncio de Blair, pero previno que ”la exclusión del proyecto de objetivos firmes sobre energía renovable podría poner en riesgo las inversiones en esa área”. (

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