El gobierno y la oposición de Yemen intercambiaron graves acusaciones tras una serie de asesinatos que han conmovido al país, de los cuales el más reciente fue el de tres misioneros bautistas estadounidenses.
El lunes, un hombre logró entrar con un rifle semiautomático al hospital de caridad bautista Jibla, unos 200 kilómetros al sur de la capital, y mató a balazos a William Koehn, de 60 años y administrador de esa institución, Kathleen Gariety, de 53 años y encargada de compras, y Martha Myers, de 57 años y médica.
Dos días antes, el subsecretario general del opositor Partido Socialista de Yemen, Jarallah Omar, había sido asesinado mientras asistía a un congreso del también opositor Partido Islah, y antes de ese atentado presuntos terroristas habían matado a dos policías.
Los seis asesinatos ocurrieron luego de que un grupo llamado Abu Ali al-Harithi anunciara el 10 de diciembre represalias por el ataque estadounidense que causó el 3 de noviembre la muerte en la desértica zona septentrional de Yemen de seis personas, mediante un misil disparado desde un avión sin tripulantes Predator.
El gobierno de Estados Unidos alegó que cinco de los muertos eran integrantes de la organización radical islámica Al Qaeda, a la cual acusa de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. La sexta víctima era al parecer un dirigente de Ali al-Harithi.
La serie de hechos violentos fue motivo de duras controversias políticas en el marco de la campaña para las elecciones generales previstas para abril, en especial entre el gobernante Partido del Congreso General del Pueblo y el Partido Islah.
A comienzos de esta semana, el gobierno presentó un informe en el cual afirmó que algunos dirigentes políticos del país están vinculados con Al Qaeda y se oponen a la democracia, por considerarla contraria al Islam.
El asesinato de Omar fue cometido por Ali Jarallah, simpatizante de la organización radical islámica Fe en el Imán, cuya acción desencadenó un tiroteo en el cual resultó herido de gravedad un alto dirigente del Partido Islah.
Tras ese atentado, las autoridades calificaron al asesino de terrorista fundamentalista y afirmaron que es integrante de Islah y fue estudiante de la universidad islámica Al-Imman de San'a.
Dos conocidos integrantes del Partido Islah, Haza'a al-Masoari y Mohammad al-Hazmi, fueron interrogados por las fuerzas de seguridad en relación con el asesinato de Omar, indicó la Asociación para la Protección de los Derechos y las Libertades en Yemen.
Ese fundamentalista (Ali Jarallah) admitió que no tiene relación con Islah, y que planeaba asesinar a dirigentes de varios partidos en el congreso, aseguró el secretario general del Partido Islah, Mohammad Al-Yadooni.
Los extremistas tratan de sacar provecho de los conflictos políticos, y los estadounidenses no son sus únicos blancos, añadió.
Fuentes gubernamentales aseguraron que grupos terroristas planean asesinar a más personas, sin dar más detalles.
El gobierno quiere lanzar una contraofensiva en perjuicio de los partidos opositores, y por eso los acusa de estar relacionados con Al Qaeda, sostuvo el presidente del Centro Yemenita de Estudios Prospectivos, Faris al-Saqqaf.
La mayor preocupación de las autoridades es la alianza entre los socialistas e Islah, agregó.
En la guerra civil de 1994, Islah fue aliado del Partido del Congreso General del Pueblo contra los socialistas, pero pasó a duras posiciones opositoras porque no acepta la estrecha alianza actual del gobierno con Estados Unidos.
El Partido Socialista, Islah y otros cinco partidos opositores firmaron una declaración de condena al gobierno por permitir el ataque estadounidense del 3 de noviembre, y acusaron a las autoridades de entregar la soberanía del país al tolerar que Washington interfiera en asuntos internos yemenitas.
Según el analista político Mohammed al-Sabri, el gobierno planea ilegalizar a Islah antes de las elecciones de abril.
Las políticas estadounidenses para Medio Oriente causan reacciones extremistas de jóvenes árabes y musulmanes, dijo a IPS el investigador y especialista en ciencia política Mansour al-Kaf.
¿Qué pueden esperar los estadounidenses de un pueblo conservador como el de Yemen, tras profanar la soberanía y la dignidad del país cuando asesina a sus líderes en nuestro propio territorio?, comentó el secretario general del Partido Islámico Al Haq, Mohammad al-Shami.
Miles de yemenitas se congregaron el miércoles para expresar su pesar por las muertes de Omar, Koehn, Gariety y Myers.
La médica asesinada me atendió durante mi primer embarazo, cuando temí durante meses perder a mi bebé, dijo en esa ocasión Samira Abdullah, con lágrimas en los ojos.
El atentado en el hospital fue el primero contra ciudadanos de Estados Unidos en el país desde el ataque suicida en octubre de 2000 contra el portaaviones estadounidense Cole, que estaba anclado ante el meridional puerto de Aden.
Ese ataque suicida causó la muerte de 17 integrantes de la marina de guerra estadounidense, y heridas a otros 39. (