NACIONES UNIDAS: Los países más pobres pagan antes que los ricos

Cuatro de las 10 naciones que pagaron toda su contribución anual a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el primer día laborable de 2003 están entre las definidas por el foro mundial como ”países menos desarrollados” (LDC, por sus siglas en inglés).

Entre los otros seis países que entregaron el jueves su aporte a las exhaustas arcas de la ONU no hay ninguna gran potencia

Bangladesh, Malí, Senegal y Sierra Leona, los cuatro LDC pagadores tempranos, forman parte del ”segmento más débil de la comunidad internacional, pero su compromiso con las Naciones Unidas es el más fuerte”, dijo a IPS el jueves el subsecretario general de la ONU para LDC, Anwarul Karim Chowdhury.

”La comunidad internacional de donantes debe a esos países, como contrapartida, apoyo y asistencia económica en la cooperación para el desarrollo”, afirmó.

La ONU ha incluido en su lista de LDC a 49 países, de los cuales 33 están en Africa subsahariana.

Un país puede ser definido como LDC si su población es menos de 75 millones, su producto interno bruto por habitante menos de 800 dólares anuales, y su Indice Aumentado de Calidad Física de Vida (calculado a partir de datos sobre salud, nutrición y educación) menos de 59.

Además, el gobierno de un país que reúna esos requisitos debe aceptar su inclusión en la lista de LDC.

Bangladesh pagó a la ONU el jueves 135.000 dólares, Malí 11.800, Senegal 67.500 y Sierra Leona 13.500 dólares.

Los otros seis pagadores tempranos fueron Armenia con 27.000 dólares, Belarús con 256.000, Congo con 13.500, Honduras con 67.500, Letonia con 135.000 y Ucrania con 715.500 dólares.

Estados Unidos, el país más rico del mundo, es también el mayor deudor de la ONU, con la cual mantiene atrasos en el pago de nás de 800 millones de dólares.

En la actualidad, el total de las deudas con el foro mundial de Estados miembros es más de 2.600 millones de dólares, equivalentes a todo el presupuesto de la ONU para el periodo 2002-2003.

El secretario general del foro mundial, Kofi Annan, propuso en forma preliminar un presupuesto para el periodo 2004-2005 de unos 2.900 millones de dólares.

De los 2.600 millones de dólares adeudados en la actualidad, 1.700 millones corresponden a aportes que debieron realizarse en 2002.

El año pasado, sólo 117 de los 191 Estados miembros completaron el pago de sus contribuciones a la ONU, y en 2001 el total de los que efectuaron todo su aporte fue 135.

La ONU se vio obligada a adoptar medidas de austeridad para afrontar su escasez de fondos, y entre esas medidas estuvo el recorte de unos 75 millones de dólares, correspondientes en su mayor parte a gastos operativos de su secretariado, con sede en Nueva York.

La Asamblea General del foro mundial condicionó la aprobación del presupuesto 2002-2003 a la implementación de esa disminución de gastos.

Se recortaron 19,7 millones de dólares para gastos operativos generales, 10 millones para tecnología de la información, 7,2 millones para muebles y equipos, 6,4 millones para contratación de servicios, 2,8 millones para viajes de funcionarios, dos millones para pagos a consultores y asesores, y 1,4 millones de dólares para suministros.

Entre las consecuencias de tales medidas está el manteniemiento en niveles mínimos de la calefacción del edificio de 39 pisos de la ONU en Nueva York.

El foro mundial no estaba en condiciones de mantener sus servicios a reuniones, la administración de sus instalaciones y sus actividades relacionadas con tecnología de la información, alegó el año pasado el subsecretario general administrativo de la ONU, Joseph Connor.

”Por lo tanto, es inevitable que los funcionarios, delegados y visitantes experimenten la reducción o degradación de algunos servicios”, explicó.

El recorte incluyó la total prohibición de pagar horas extra a funcionarios para que brinden servicios a reuniones en locales de la ONU, salvo las de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.

Esó causó fuertes protestas del Grupo de los 77, que reúne a 133 países en desarrollo y es el grupo de Estados miembros más numeroso.

La ausencia de traductores de la ONU y otros funcionarios en los fines de semana, y después de las seis de la tarde de lunes a viernes, impide que se reúnan comisiones y grupos regionales, atenta contra el buen funcionamiento del foro mundial y perjudica en especial a los países en desarrollo, alegó ese grupo.

Annan anunció que el secretariado revisará varios de sus actuales procedimientos administrativos para reducir su costo, y que una de las áreas afectadas será la de servicios a conferencias.

El secretario general destacó también que es preciso reconsiderar los actuales criterios de edición de documentos, con criterios cuantitativos y cualitativos.

La ONU ha sido llamada desde hace años ”una fábrica de papel”, porque produce millones de documentos por año, con un promedio anual de más 700 millones de páginas impresas, y un costo anual de más de 250 millones de dólares, que suma las ediciones realizadas en Nueva York y en Ginebra.

La disponibilidad en los últimos años de nuevos medios de comunicación como las videoconferencias e Internet, la red mundial de computadoras, no disminuyó en forma significativa la magnitud de las ediciones en papel.

En la actualidad, los sitios de la ONU en Internet permiten el acceso a sólo unos 300.000 documentos oficiales. (

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