IRAQ: Ya no hay lugar en Egipto para Saddam Hussein

Egipto desmintió informes sobre ofrecimiento de asilo al presidente de Iraq, Saddam Hussein, y analistas señalan que que no hay ambiente interno ni externo para que éste sea recibido como en 1959, cuando fue protegido por el líder egipcio Gamal Abdel Nasser.

”Esto todavía no se ha manejado. No sabemos nada y no tenemos nada que ver con eso”, dijo contundentemente el canciller egipcio Ahmed Maher, al ser consultado sobre las versiones de que dirigents árabes planeaban ofrecerle asilo al presidente iraquí.

Washington respaldó la idea del exilio, pero señaló que es poco probable que Saddam Hussein esté dispuesto a dejar el poder.

”La mejor solución para la crisis en Iraq sería que el presidente Saddam Hussein se tomara unas largas vacaciones del poder político. No sé si es posible, pero sin duda sería bien recibido por Estados Unidos un cambio de gobierno” en Bagdad, afirmó el embajador estadounidense en Egipto, David Welch.

Analistas políticos indicaron que el presidente iraquí, sea que renuncie o sea forzado a hacerlo, podría buscar refugio en Corea del Norte, Cuba, Egipto o Libia, y según informes no confirmados, funcionarios de Bagdad ya han visitado estas naciones para preparar el exilio.

”El gobierno egipcio no ofreció formalmente asilo a Saddam Hussein, pero todavía no ha rechazado de plano la posibilidad” de ofrecerlo, puntualizó el director del Departamento de Estudios de Medio Oriente en la Universidad Estadounidense de El Cairo, Sherif el Musa.

”Egipto ha sido muy hospitalario en el pasado y tiene una historia muy larga en materia de exilio político”, añadió el experto.

El rey italiano Víctor Manuel III se trasladó a El Cairo luego de que en 1946 fuera expulsado de su país por colaborar con las fuerzas fascistas de Benito Mussollini.

Lo mismo hizo el rey Idris de Libia, tras el golpe de Estado de 1969 encabezado por Muammar Gaddafi.

El shah de Irán Mohamed Reza Pahlevi, obligado a huir de su país tras el triunfo en 1979 de la revolución islámica dirigida por el ayatolá Jomeini, vivió sus últimos años en Egipto.

El propio Saddan Hussein escapó a El Cairo en 1959 tras un frustrado intento de asesinato del entonces presidente iraquí Abdel Karim Qassem. El presidente egipcio Gamal Abdel Nasser (1956- 1970) recibió al joven fugitivo iraquí, le dio refugio y permitió su ingreso en la Universidad de El Cairo.

Qassem había derrocado la monarquía hachemita de Faisal II en un sangriento golpe de Estado en 1958, e instaurado una dictadura militar nacionalista, antioccidental y prosoviética, y declarada enemiga de Nasser.

”Saddam Hussein era opositor al régimen prosoviético de Qassem. Por eso, la decisión de Egipto de protegerlo era esencialmente parte de la guerra fría”, explicó El Musa.

Saddam Hussein regresó a Iraq luego que Qassem fuera depuesto en 1963 por el panárabe Partido Baath.

En la guerra del Golfo de 1991, el presidente egipcio Hosni Mubarak se comunicó por teléfono con Saddam Hussein y le ofreció asilo, pero el líder iraquí rechazó la oferta y, según testigos, cortó la comunicación en forma abrupta.

”Yo me puedo imaginar a Egipto recibiéndolo otra vez. La pregunta es si Saddam Hussein querrá volver”, dijo El Musa.

La situación cambió mucho desde 1959 y el presidente iraquí ya no representaría una ventaja política para El Cairo. Además, Saddam Hussein tiene una gran lista de enemigos y sería seguido de cerca por las redes de inteligencia internacionales.

”No creo que él piense que va a ser dejado en paz. Hay muchas cuestiones sobre sus crímenes contra la humanidad que Estados Unidos, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos no dejarían pasar”, añadió el experto egipcio.

La mayor amenaza para Saddam Hussein podría ser el pueblo egipcio. El Cairo apoya a Bagdad en el campo diplomático, pero muchos egipcios acusan al presidente iraquí de pretender liderar a los árabes y socavar el prestigio de Egipto.

”Saddam Hussein promovió una campaña para aislar a Egipto del mundo árabe, después de que El Cairo llegara a un acuerdo de paz con Israel”, señaló Ibrahim Naife, columnista del periódico egipcio Al Ahram.

Muchos en El Cairo también creen a Saddam Hussein el principal responsable de una masacre de trabajadores egipcios a fines de la guerra entre Irán e Iraq (1980-1988).

No hay datos oficiales, pero se calcula que 1.000 inmigrantes egipcios fueron asesinados por los soldados iraquíes cuando éstos regresaron de la guerra con Irán y descubrieron que extranjeros habían ocupado sus puestos de trabajo.

”Todavía están vivas en nuestra memoria las imágenes de los cadáveres cuando eran trasladados desde Iraq en bolsas negras. Las autopsias revelaron que los trabajadores egipcios murieron por impactos de bala en la cabeza o en el pecho”, señaló Naife.

”Su muerte es parte de la memoria colectiva de Egipto. Si quieres atacar verbalmente a Iraq, debes hablar de esto”, dijo el politólogo Mohammed Kamal. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe