Sudáfrica, presidente de turno del Movimiento de No Alienados (Noal), exhortó a las naciones en desarrollo en la ONU a formar un bloque para impedir que Estados Unidos se lance a la guerra contra Iraq.
Insistimos en que la crisis en Iraq debe resolverse a través de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que nació por un compromiso internacional para regular el poder de los más fuertes y defender la paz y la justicia, declaró el presidente Thabo Mbeki.
Sudáfrica, que también preside la Unión Africana, surgió en los últimos meses como un duro crítico de la proclamada decisión de Washington de atacar a Iraq si el gobierno de Saddam Hussein no prueba que ha desmantelado sus armas de destrucción masiva.
El Noal está conformado por 114 países en desarrollo y fue creado en 1961 por las naciones que declararon su voluntad de no tomar partido en la llamada guerra fría.
Debemos intensificar la lucha para fortalecer el sistema de gobernanza multilateral. La ONU es el centro de este sistema, y es la única garantía de que la voz de los débiles como nosotros sea escuchada, añadió Mbeki en un artículo publicado en el boletín oficial del gobernante partido Congreso Nacional Africano.
No podemos aceptar que los poderosos tengan derecho a usar su fuerza marginando o debilitando a la ONU para alcanzar sus fines bélicos, ni que utilicen a la autoridad de la ONU y su prestigio como agente de paz para legitimar su determinación a ir a una guerra, añadió.
Estados Unidos dijo en más de una ocasión que está dispuesto a lanzar una invasión para derrocar a Saddam Hussein, incluso si no cuenta con el aval de la ONU.
El gobierno sudafricano insistió en la necesidad de dar más tiempo a los inspectores de desarme que trabajan en Iraq, en especial luego de que el jefe de esa misión de expertos, Hans Blix, presentara el lunes su informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El director del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales, Greg Mills, subrayó que Sudáfrica está determinada a fortalecer a la ONU para mejorar la gobernanza mundial en favor de los países en desarrollo.
Mills dijo que Sudáfrica, al ser uno de los pocos países que destruyeron su arsenal nuclear, cuenta con gran credibilidad en la comunidad internacional sobre asuntos de desarme, y esto puede ser usado para ayudar a Iraq a demostrar que se ha desprovisto de las armas de destrucción masiva.
De hecho, el propio Blix destacó a Sudáfrica como un ejemplo de cómo Iraq debe cooperar con los inspectores internacionales en la búsqueda de armas biológicas o químicas.
Mbeki, como parte de sus esfuerzos para impedir una guerra en Iraq, se reunirá este sábado con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, aliado del presidente George W. Bush en los planes para la invasión.
Se espera que el presidente sudafricano intente convencer a Blair de resolver la crisis mediante la vía diplomática.
El gobierno de Mbeki también apoyó una misión de paz de dos representantes de la sociedad civil sudafricana, Roelf Meyer y Laurie Nathan, que busca contribuir a una resolución pacífica de la situación en Iraq en el marco del sistema de la ONU.
Meyer y Nathan están en Iraq, donde se reunieron con el viceprimer ministro Tariq Aziz.
Los ministros sudafricanos también ha visitado regularmente Iraq para instar a Saddam Hussein a que coopere con la ONU y así evitar que Estados Unidos lance su ofensiva.
Pero muchos analistas como Mills dudan que la credibilidad internacional sudafricana se traduzca en el suficiente peso político para disuadir a Washington y a Londres.
Mills señala que Estados Unidos no ve a Sudáfirca como un neutral mediador de paz, pues el país africano tiene contactos regulares con Bagdad.
Sudáfrica teme que el impacto económico de una guerra en Iraq, país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo, después de Arabia Saudita, agrave todavía más la delicada situación de Africa.
El inevitable aumento de los precios del petróleo en una guerra y otras consecuencias económicas negativas condenarán al continente africano a una profunda crisis, y echarán por tierra las esperanzas creadas por la Nueva Sociedad para el Desarrollo Africano (NEPAD), advirtió Mbeki.
La NEPAD es una iniciativa intergubernamental para estimular el desarrollo económico y social del empobrecido continente africano. (


