IRAQ: Los vecinos quieren paz

Los cancilleres de Arabia Saudita, Egipto, Irán, Jodania, Siria y Turquía instaron esta semana al presidente iraquí Saddam Hussein a que coopere en todo con los inspectores de armas de la ONU para impedir una invasión de Estados Unidos.

La exhortación a encontrar una solución pacífica a la crisis forma parte de una declaracion conjunta elaborada el jueves por los ministros, luego de 13 horas de conversaciones a puertas cerradas en la noroccidental ciudad turca de Estambul.

El encuentro fue convocado por Turquía para analizar con los demás países limítrofes de Iraq los posibles efectos de una guerra.

Sin embargo, Egipto fue invitado aunque no tiene fronteras con Iraq y Kuwait no recibió invitación.

Mientras el mundo espera que el jefe de inspectores de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) Hans Blix entregue su informe al Consejo de Seguridad del foro mundial este lunes, los seis países exhortaron a Bagdad a ”confirmar su compromiso” con la comunidad internacional y a ”adoptar políticas que inspiren la confianza de sus vecinos”.

Esto ”ayudará a que Iraq garantice su seguridad e integridad territorial”, señalaron, en alusión a los planes militares que Estados Unidos y Gran Bretaña preparan contra Bagdad.

El documento también explició el temor a que el régimen de Saddam Hussein incursione en otros países en el marco de una guerra contra Estados Unidos.

La declaración instó a Iraq a ”respetar las fronteras reconocidas internacionalmente”, resolver los asuntos pendientes con los países limítrofes y ”dar pasos concretos para una reconciliación nacional que pueda preservar la soberanía y la integridad territorial del país”.

”Los países de esta región no desean pasar por otra guerra y todas sus devastadoras consecuencias”, señala el comunicado leído el jueves por el canciller turco, Yasar Yakis.

”Por lo tanto, exhortamos solemnemente a los líderes de Iraq a avanzar en forma irreversible hacia un sincero reconocimiento de su responsabilidad en restaurar la paz y estabilidad regionales”, añadió.

Los ministros también señalaron al papel ”primordial” del Consejo de Seguridad, y llamaron a Estados Unidos a evitar una acción militar unilateral.

Los diplomáticos, no obstante, rechazaron propuestas occidentales de un exilio forzado del presidente iraquí como forma de evitar una ofensiva militar.

”No consideramos apropiado para un Estado permitir tales escenarios para otros estados”, dijo Yakis.

Excepto Irán y Jordania, los países reunidos en Estambul tuvieron parte en la coalición militar internacional que expulsó a las tropas iraquíes de Kuwait en la guerra del Golfo de 1991.

El canciller de Siria, Farouk Al Sharaa, la única nación árabe que integra de momento el Consejo de Seguridad de la ONU, dijo en conferencia de prensa el jueves que la declaración es un mensaje no sólo a Iraq, sino también a Estados Unidos.

”La declaración conjunta se explica a sí misma. El mensaje abierto y el mensaje oculto es: paz y no guerra. Queremos una solución pacífica y rechazamos la opción militar”, afirmó.

Mientras, el príncipe Saud Al Faisal, canciller de Arabia Saudita, sostvo de regreso a su país que la declaración es ”un esfuerzo final para salvar a la región y a Iraq de las horribles consecuencias de una guerra”.

Su par egipcio Ahmed Maher admitió que hay ”grandes posibilidades” de una guerra, pero señaló que todavía quedan esperanzas de paz y aseguró que trabajará para concretarlas.

”Esta es la primera vez que los países de la región envían señales de este tipo, y dicen que la guerra no sólo va a afectar a Iraq sino también al resto de la región”, destacó el canciller jordano Marwan Moasher.

Medios de prensa turcos señalaron que Irán y Siria habían insistido en incluir una crítica a Israel en la declaración, pero los otros cuatro países, aliados de Washington, prefirieron un lenguaje moderado y acordaron un llamado a una paz justa en Medio Oriente, sin mencionar al gobierno israelí.

Mientras, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró su disposición de atacar a Iraq, ignorando los llamados de naciones de Europa y Medio Oriente y de Rusia a favor de dar más tiempo a Saddam Hussein para desarmarse.

”Está claro para mí que no se está desarmando, y se le ha dado un tiempo considerable para hacerlo. Ese tiempo se acaba”, afirmó Bush esta semana.

Muchos gobiernos árabes temen que una guerra transmitida por televisión satelital a todo el mundo profundizará aún más el sentimiento antiestadounidense y por tanto la inestabilidad.

Pero analistas señalan que los países de Medio Oriente no tienen influencia política suficiente para ofrecer alternativas viables a una guerra.

La reunión de Estambul puede servir apenas para que la opinión pública de estos seis países vea que sus gobiernos al menos han hecho algo para evitar la confrontación.

”Todos estos países deben demostrar que intentan hacer algo. Esto en sí es importante. Todos estos gobiernos tienen un interés legítimo en el conflicto”, señaló el analista Eberhard Kienle, profesor de la Universidad de Aix en Provence, en el sur de Francia.

La semana pasada, Medio Oriente fue escenario de multitudinarias marchas contra la guerra, apenas un preludio de lo que podría suceder cuando comience la ofensiva militar estadounidense contra Bagdad.

”Nadie en la región derramará lágrimas por Saddam Hussein. Pero parece que hay consenso en contra de la guerra. Prefieren que todo quede como está: poner a Saddam Hussein en una caja para que no moleste a los vecinos”, opinó el analista Murhaf Jouejati, del Instituto de Medio Oriente en Washington. (

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