La dura represión contra estudiantes y educadores en Etiopía debería ser criticada con más fuerza por Estados Unidos, pese a su creciente alianza con Adis Abeba, afirmó la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) en un informe divulgado este viernes.
El primer ministro etíope Meles Zenawi, quien tomó el poder en 1991, es responsable de graves abusos contra estudiantes disidentes, incluyendo ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios y torturas, aseguró ese grupo, el mayor de su tipo en Estados Unidos, en un documento de 52 páginas.
El gobierno de Zenawi también ha reprimido a la independiente Asociación de Educadores Etíopes, entre cuyos integrantes están muchos de los más distinguidos profesores de Etiopía, en el marco de esfuerzos más amplios contra la libertad académica, destacó.
"Estudiantes y educadores son blanco de las fuerzas de seguridad etíopes porque están entre los elementos más políticamente activos de la sociedad", dijo a IPS el director de libertad académica de HRW, Saman Zia-Zarifi.
"No hay pretexto válido para disparar contra estudiantes y otros civiles desarmados que ejercen sus derechos", añadió, en referencia a graves actos represivos en los últimos años.
El informe, titulado "Lecciones de represión: violaciones de la libertad académica en Etiopía", fue lanzado mientras Adis Abeba procura masiva asistencia alimentaria internacional para paliar las consecuencias de una grave sequía, que afecta a 11 de sus 64 millones de habitantes.
La ubicación geográfica de Etiopía, fronteriza con Somalia y Sudán y cercana a Yemen, es estratégica en la campaña internacional contra el terrorismo lanzada por el presidente estadounidense George W. Bush, quien busca profundizar su alianza con Zenawi mediante abundante ayuda militar.
Esa campaña fue lanzada por Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
"Estados Unidos y Gran Bretaña deberían poner en duda el valor de una alianza con un gobierno que trata con tanta crueldad a sus propios ciudadanos", opinó Zia-Zarifi.
HRW expresó firme apoyo a la asistencia humaitaria a Etiopía, pero deploró que Washington no haya presionado para asegurar por lo menos que su aliado no emplee medios letales para reprimir a multitudes, o que los responsables de abusos sean juzgados.
La mayor parte de las muertes violentas de estudiantes etíopes mencionadas por HRW se produjeron durante enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
La libertad académica es coartada en Etiopía por tres tipos principales de abuso: uso reiterado e injustificado de medios letales contra protestas estudiantiles, represión de la Asociación de Educadores, y asfixia del pensamiento independiente mediante control de las actividades universitarias, afirmó HRW.
En marzo, la policía disparó contra estudiantes universitarios que protestaban contra la política del gobierno para la educación, y causó por lo menos cinco muertes según datos oficiales, en el estado de Oromia, que ocupa la mayor parte de la región sudoccidental de Etiopía, destacó.
Tras esas protestas, cientos de personas, en su mayoría estudiantes y educadores, fueron detenidas por periodos de dos meses en promedio, y algunas de ellas fueron torturadas por las fuerzas de seguridad, afirmó el grupo humanitario.
En abril de 2001, estudiantes de la estatal Universidad de Adis Abeba iniciaron una huelga para demandar libertad académica, incluyendo el derecho del gremio estudiantil a reunirse y editar un periódico.
Fuerzas militarizadas de la policía federal atacaron el campus de esa universidad, y causaron la muerte de más de 40 personas, además de detener a otras miles. El gobierno admitió bajo presión popular que la policía no debió ingresar al campus, pero no ha informado sobre sanciones a los responsables de esa incursión.
La huelga terminó un año después, sin que los estudiantes obtuvieran satisfacción de ninguna de sus demandas. Los profesores de esa universidad simpatizan con el movimiento estudiantil, pero no realizan medidas de fuerza porque el gobierno los ha amenazado con despidos, afirmaron los autores del informe.
Las autoridades también han sido "despiadadas" al reprimir a sindicatos, y en especial a la Asociación de Educadores, que ha tratado de destruir en la última década con tácticas que incluyen detención de dirigentes y confiscación de propiedades y cuentas bancarias sindicales, destacaron.
Uno de los dirigentes de la Asociación fue asesinado en 1997.
El gobierno ha impuesto en el sistema educativo un procedimiento de evaluación llamado "gimgema", cuyos críticos afirman que puede ser usado para obligar a los educadores a difundir la ideología del partido gobernante.
Algunos de los más destacados profesores de la Universidad de Adis Abeba renunciaron el mes pasado, para expresar su protesta contra el "gimgena".
Las medidas de las autoridades contra la Asociación de Educadores son similares a las adoptadas contra otras instituciones independientes, entre ellas el Consejo Etíope por los Derechos Humanos, y "crean un ambiente muy hostil alpensamiento independiente", aseveró HRW.
Pero la comunidad internacional no ha presionado a Adis Abeba para que cese esas acciones represivas, y Etiopía es uno de los mayores beneficiarios africanos de asistencia humaitaria, incluso con fines declarados de promover la democratización y el desarrollo educativo, apuntó.
Además, los donantes tienden a brindar al gobierno etíope asistencia incondicional para seguridad, y desde los atentados de septiembre de 2001, cesó la mayor parte de las críticas a Adis Abeba por violaciones de los derechos humanos, sostuvo.
Un alto funcionario del departamento de Estado (MInisterio de Relacines Exteriores) estadounidense dijo a HRW en condiciones de anonimato que la cuestión de los derechos humanos "de hecho no es relevante" en las relaciones bilaterales con Etiopía, indicaron los autores del informe.
La embajada estadounidense en Etiopía se negó a criticar con firmeza la incursión policial en el campus de la Universidad de Adis Abeba, aunque ese episodio fue mencionado en el siguiente informe anual del Departamento de Estado sobre situación de los derechos humanos en el mundo, subrayaron.
En cambio, la Unión Europea muestra creciente disposición a criticar abusos del gobierno etíope, y pidió una investigación sobre aquella incursión que condujera al castigo de los quienes dispararon contra manifestantes, añadieron. (FIN/IPS/tra-eng/jl/mp/hd ip/03)