AMERICA CENTRAL: Crecen críticas a negociación comercial con EEUU

Agricultores, indígenas, ambientalistas y sindicalistas de América Central reclamaron a los gobiernos de la región transparencia y la defensa de los intereses económicos y sociales en las negociaciones comerciales con Estados Unidos.

La primera ronda de tratativas para crear una zona de libre comercio entre Estados Unidos y el llamado bloque G-5, conformado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, se realizará el 27 de este mes en San José, en medio de la fuerte oposición de sectores sociales.

”Pedimos que se elimine el secretismo con el que se han manejado hasta ahora las negociaciones”, dijo a IPS el ex presidente costarricense Rodrigo Carazo (1978-1982), uno de los portavoces de los grupos de la sociedad civil críticos del proyecto.

Carazo sostuvo que la sociedad civil centroamericana no ha tenido acceso a ningún texto preliminar del tratado de libre comercio que se busca firmar, pese a que lo ha solicitado con insistencia a los gobiernos de la región.

”Nos preocupa no conocer los compromisos adquiridos, no saber los alcances del acuerdo y desconocer la política de los gobiernos centroamericanos”, agregó el ex mandatario, hoy dedicado a la producción de lácteos.

El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, y los ministros de Comercio del G-5 han anunciado que, tras el comienzo formal de las conversaciones el día 27 en Costa Rica, se espera que el tratado esté listo para ser firmado en diciembre.

Los promotores del acuerdo entre Estados Unidos y América Central aseguran que una vez concretado se abrirá una gran oportunidad de crecimiento para el istmo, cuya económica ha estado estancada en los últimos años.

El ministro costarricense de Comercio, Alberto Trejos, manifestó que es indispensable la expansión y la liberalización del comercio para promover la creación de empleos y aumentar la actividad económica.

”Esto es particularmente importante en el caso de los países centroamericanos, cuyo futuro como economías pequeñas y en desarrollo está directamente relacionado con nuestra capacidad de integrarnos y participar plenamente en el mercado internacional”, acotó.

Las negociaciones se dividirán en los capítulos de acceso a mercados, compras del sector público y propiedad intelectual, servicios e inversión, ambiental y laboral, cooperación y mecanismos de solución de diferencias.

Por su parte, las organizaciones de productores rurales, ambientales, sindicales y otras cuestionan el modo en que se realizaron los contactos iniciales, a puertas cerradas, y los encargados de las negociaciones, además de temer las imposiciones económicas y ambientales que realice Estados Unidos.

”Entre los jefes del equipo negociador centroamericano está Anabel González, una economista que tiene doble nacionalidad, es costarricense y estadounidense, eso es perjudicial para el istmo”, explicó el activista José Merino.

Las exportaciones del bloque G-5 a Estados Unidos rondan los 8.750 millones de dólares al año, mientras que las compras a ese país suman 11.600 millones de dólares.

Pero Estados Unidos es una robusta economía y con 266 millones de habitantes, frente a cinco países centroamericanos pobres y con una población de sólo 30 millones de personas.

Analistas consideran que esta arremetida de Washington es una estrategia para allanar el terreno a la negociación en curso para crear el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que involucra a 34 países de América, todos excepto Cuba.

”La posición de Estados Unidos en el tema ambiental da miedo… ellos no han querido apoyar los grandes acuerdos mundiales a favor de la ecología”, declaró a IPS el activista Isaac Rojas, otro portavoz de las organizaciones de la sociedad civil.

Rojas explicó que existe un gran temor de que tras el acuerdo se impulse la producción de alimentos genéticamente modificados, se viole la propiedad intelectual de los productos de los pueblos autóctonos y se deteriore la rica biodiversidad de América Central.

Los ecologistas y grupos de campesinos consideran que los mayores beneficiados con el tratado serán las grandes corporaciones estadounidenses y no los millones de centroamericanos que están sumidos en la pobreza.

Observadores creen que el día 27, cuando se inicien las negociaciones formales en San José, se realizarán manifestaciones callejeras de oposición.

Sin embargo, las asociaciones de campesinos, ambientalistas, indígenas y cooperativistas indicaron que no hay nada previsto hasta ahora, pues están a la espera de respuestas de los gobiernos del G-5 para saber si se abre una puerta a la participación democrática.

”Estamos en un proceso de análisis y discusión, el problema es que no se nos ha facilitado ningún borrador del acuerdo comercial, no tenemos los detalles”, dijo a IPS Donald Rojas, miembro del Consejo Indígena Centroamericano. (

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