Treinta y ocho países de Africa subsahariana procurarán la semana próxima en Mauricio un mejor acceso a Estados Unidos para sus exportaciones, en el marco de una ley promulgada por el gobierno de George W. Bush calificada de colonialista por organizaciones de la sociedad civil.
Representantes de Estados Unidos y de los 38 gobiernos africanos participarán del 13 al 17 de este mes en el segundo Foro Anual de Comercio y Desarrollo, en Mauricio.
Trescientos delegados, entre ellos 40 ministros, deliberarán sobre el alcance de la estadounidense Ley de Crecimiento y Oportunidades para Africa (AGOA, por sus siglas en inglés), aprobada en 2000, que ofrece acceso preferencial para 1.800 productos de ese continente.
Funcionarios estadounidenses que participarán en las deliberaciones informaron que el comercio será la prioridad de la reunión, seguida por la apertura de Africa a las inversiones extranjeras y la reforma del sector agrícola del continente.
Per la ley establece que los países africanos podrán realizar exportaciones libres de aranceles a Estados Unidos sólo si reúnen ciertos requisitos.
Washington deberá certificar que esos países liberalizaron sus economías, privatizaron sus empresas públicas, minimizaron la interferencia estatal en el sector privado y crearon un sistema judicial al estilo estadounidense.
Estas condiciones son denominadas explícitamente como 'requisitos de elegibilidad', indica una declaración emitida por el Foro del Pueblo, coalición de organizaciones africanas que planifican realizar acciones de protesta durante la conferencia.
Esas condiciones explícitas y otras encubiertas establecidas en la AGOA dejan en evidencia la intención estadounidense de recolonizar Africa, indicó el Foro del Pueblo.
Por su parte, el subsecretario de Estado (vicecanciller) para Asuntos Económicos, Empresariales y Agrícolas de Estados Unidos, Allan Larson, dijo a la prensa que el comercio es una parte esencial de una estrategia de desarrollo exitosa.
Sin embargo, Larson también sostuvo que Estados Unidos presionará en la reunión de Mauricio por el establecimiento de nuevos criterios que las naciones africanas deberán adoptar para ser beneficiarios de AGOA.
Organizaciones de la sociedad civil afirman que el interés de Estados Unidos en Africa no va más allá de la búsqueda de fuentes alternativas de petróleo a las de Medio Oriente, así como a la intención del gobierno de George W. Bush de utilizar el continente como base para su guerra contra el terrorismo.
El Foro del Pueblo convocó manifestaciones callejeras en Port Louis, capital de Mauricio, durante la conferencia oficial.
Según la coalición, los gobiernos africanos se ven obligados a través de la AGOA a adherir a la política estadounidense en materia de relaciones internaciones y de seguridad y a imponer dentro de sus países determinadas políticas sociales y económicas.
El principal cuestionamiento a la ley estadounidense es que ésta obliga a las naciones africanas a no comprometerse en actividades que socaven la seguridad nacional de Estados Unidos o los intereses de su política exterior.
Eso significa que las políticas exteriores y de seguridad nacional de los países africanos quedarían determinadas por los intereses de Washington, sostienen.
Un acuerdo de preferencias comerciales entre Washington y Port Louis firmado en 2000 incluye la misma cláusula que el AGOA sobre actividades que socaven la seguridad nacional de Estados Unidos o los intereses de su política exterior.
Ese tratado tiene gran peso porque la economía de Mauricio depende mucho de la exportación de productos textiles a Estados Unidos.
Washington se quejó a fines del año pasado de que el representante de Mauricio en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, Jagdish Koonjul, era reticente a aprobar la moción sobre Iraq elaborada por Estados Unidos y Gran Bretaña.
El gobierno de Mauricio llamó a Koonjul el 5 de noviembre, la moción fue presentada formalmente al día siguiente, y el Consejo la aprobó por unanimidad el 8 de noviembre.
El Foro del Pueblo es apoyado por docenas de organizaciones africanas, entre ellas la sudafricana Jubileo del Sur, Red Africana de Comercio, Red de Solidaridad de Pueblos de Africa Austral, Red Panafricana de Mujeres y Mujeres, Ley y Desarrollo en Africa.
Esos grupos alegan que la AGOA es un instrumento para que compañías multinacionales con sede en Estados Unidosanies controlen los ricos recursos naturales africanos, entre ellos petróleo, oro y diamantes.
La coalición afirma que esas multinacionales han reclamado títulos de propiedad sobre los territorios africanos en que operan, y que incluso solicitaron que las Fuerzas Armadas estadounidenses custodien esas áeas, para protegerlas de militares y civiles locales.
La AGOA exige a los países africanos adoptar políticas de libre mercado, privatizar servicios sociales y eliminar subsidios y controles de precios en sectores como la agricultura y la pesca, a cambio de beneficios comerciales, y el Foro del Pueblo alega que eso perjudicará ante todo a los pobres.
Algunos funcionarios africanos han expresado que la AGOA impone una carga demasiado pesada a sus potenciales beneficiarios, por ejemplo al requerir que reformen sus sistemas financieros y establezcan estrictos controles de calidad, para los cuales deberían pagar servicios estadounidenses.
Esa ley encomienda al presidente estadounidense decidir cada año qué países cumplen los requisitos de elegibilidad, entre ellos promover el libre comercio, atraer inversión exranjera y apoyar actividades que creen puestos de trabajo.
También indica que el mandatario debe convocar cada dos años cumbres de Estados Unidos y los países elegibles para recibir beneficios.
La norma da al presidente estadounidense enormes poderes para abrir o cerrar el mercado de su país a bienes y servicios provenientes de 48 países africanos, afirmó el Foro del Pueblo.
Estados Unidos conduce la imposición mundial de una globalización para las grandes empresas, mediante instituciones con sede en Washington como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a través del dominio que ejerce sobre la OMC, y con instrumentos como la AGOA, añadió.
El presidente estadounidense George W. Bush había anunciado que asistiría a la reunión internacional de Mauricio, pero canceló ese viaje hace dos semanas, y los críticos opinan que eso fue una muestra de desprecio a los problemas africanos.
Pero Larson defendió la decisión de Bush. El presidente de Estados Unidos no puede asistir a cualquier reunión internacional en cualquier momento, arguyó.
El compromiso de Bush con Africa se refleja en su apoyo a la AGOA y en la gran cantidad de gobernantes africanos con quienes se ha reunido, en muchos casos durante sus seis primeros meses de gobierno, añadió.
El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, encabezará la delegación estadounidense a la reunión de Mauricio, que integrarán también Larson y el administrador de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, Andrew Natsios. (