IRAQ: Demanda judicial en Gran Bretaña contra la guerra

La organización Campaña por el Desarme Nuclear (CND) presentó ante el Tribunal Superior de Londres una demanda para impedir que el gobierno de Gran Bretaña participe en una guerra para desalojar del poder al presidente de Iraq, Saddam Hussein.

Los alegatos a favor de la solicitud de la CND se presentarán ante el Tribunal Superior el próximo lunes. El órgano judicial deberá decidir entonces si esta acción sin precedentes es pertinente.

La Cámara Matriz, organización que reúne a abogados con licencia para litigar ante tribunales superiores, representa a la CND en la demanda. La abogada Cherie Blair, esposa del primer ministro Tony Blair, integra la Cámara pero no tiene relación alguna con el caso, dijo a IPS este miércoles un portavoz de la organización.

Los argumentos de los demandantes se basan en la resolución 1.411 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que permitió el mes pasado la reanudación de las inspecciones de desarme del foro mundial en Iraq, las cuales habían sido suspendidas en 1998.

La CND sostuvo que la resolución no prevé ninguna autorización del uso de la fuerza contra Iraq. ”Argumentamos que una acción militar sería ilegal sin la aprobación expresa de la ONU”, dijo a IPS este miércoles el activista Tony Myers, de la CND.

”No existe precedente de que una pequeña organización acuda a los tribunales para impedir que un gobierno vaya a la guerra”, sostuvo Myers, quien se manifestó confiado en que el Tribunal Superior admitirá el próximo lunes la pertinencia del caso.

La demanda fue presentada contra Blair y contra los secretarios (ministros) Jack Straw, de Relaciones Exteriores, y Geoff Hoon, de Defensa. Los abogados que pronunciarán los alegatos son Rabinder Singh y Charlotte Kilroy, de la Cámara Matriz, y Michael Fordham, de la Cámara Blackstone.

”Si se desata una guerra, morirían 500.000 personas. Afrontamos la posibilidad real de que se usen armas nucleares, británicas, estadounidenses o israelíes. Actuamos en nombre de todos los ciudadanos del mundo que quieren detener la guerra contra Iraq”, dijo la presidenta de la CND, Carol Naughton.

La demanda de la CND cuenta con el apoyo de varios legisladores británicos.

”La resolución 1.441 del Consejo de Seguridad no autoriza el uso de la fuerza por parte de países miembros de la ONU. Gran Bretaña violaría la ley internacional si usa la fuerza contra Iraq (…) sin una resolución (expresa) del Consejo”, indica la solicitud presentada ante el Tribunal Superior.

Los demandantes indicaron que la resolución ofrece a Iraq ”una oportunidad final para cumplir con sus obligaciones de desarme”. La petición establece que los párrafos cuatro, 11 y 12 de la resolución se refieren a la eventualidad de incumplimiento por parte de Iraq, pero no prevén una acción militar en ese caso.

El primero de esos párrafos establece que el Consejo de Seguridad deberá ser informado ”para su valoración” de cualquier incumplimiento de las obligaciones.

El párrafo 11 indica que los inspectores de desarme deberán informar al Consejo sobre posibles obstrucciones de Bagdad a su tarea, y el 12 prevé que luego de las inspecciones se considerará si Iraq cumplió con sus obligaciones.

La demanda de la CND indica que la resolución 1.441 no establece de antemano posibles sanciones ante el incumplimiento iraquí, que deberá ser objeto de consideración en el Consejo de Seguridad.

En ese sentido, según los demandantes, la resolución respeta la competencia del Consejo de Seguridad en su misión de mantener la paz y la seguridad internacional en conformidad con la Carta de la ONU.

”Pero, a pesar de la claridad del significado de la resolución 1.411, varios ministros británicos y funcionarios estadounidenses indicaron que, en caso de incumplimiento por parte de Iraq, los dos países estarán autorizados para emprender acciones militares (…) sin una nueva resolución del Consejo”, indica la demanda.

La CND entiende que una guerra de Gran Bretaña contra Iraq sólo se justificaría bajo tres hipótesis. La primera es que el régimen de Saddam Hussein lance un ataque directo contra Gran Bretaña o contra un aliado de este país que pida ayuda a Londres.

La segunda es que exista evidencia de un ataque inmiente que no pueda ser impedido de otro modo que mediante el uso de la fuerza. La tercera es que el Consejo de Seguridad autorice al gobierno británico a emprender una acción militar.

La demanda recuerda que, para lograr que la resolución fuera aprobada por la unanimidad del Consejo, Estados Unidos y Gran Bretaña debieron introducir cambios de último minuto a su propuesta original, con el fin de excluir la posibilidad de que admitiera entre líneas una autorización ”automática” del uso de la fuerza.

La abogada del gobierno británico, Diana Babar, replicó que las autoridades no tienen ”obligación legal” de garantizar a los demandantes que no atacará a Iraq de no mediar una resolución expresa del Consejo de Seguridad, y que ”no consideran apropiado” brindar tal garantía.

”El asunto va más allá de lo judicial, y los tribunales no deben intervenir en la política exterior, especialmente en un asunto de alta política relacionada con la decisión de participar en una acción militar contra otro estado”, afirmó Babar. (FIN/IPS/tra-eng/ss/sm/mj/ip/02

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