Finlandia manifestó su determinación a dejar su marca en la política mundial al lanzar un proyecto dirigido a luchar contra el lado oscuro de la globalización.
El Proceso de Helsinki fue puesto en vigor este miércoles en la conferencia internacional En busca de alianzas globales, instancia respaldada por el gobierno finlandés que contó con 150 participantes, entre ellos subjefes de gobierno, ministros, funcionarios internacionales, legisladores y activistas.
Los efectos negativos de la globalización entre los pobres del Norte industrial y el Sur en desarrollo fue objeto de debate en el pasado, pero Finlandia afirma que esta es la primera vez que el gobierno de un país rico se compromete oficialmente en la búsqueda de alternativas al actual proceso de globalización.
El gobierno promotor del Proceso de Helsinki tiene la intención de convertirlo en un diálogo abierto, participativo y democrático que reúna a los diferentes actores del Sur y del Norte, incluidos gobiernos, organizaciones no gubernamentales y otras instituciones.
Es vital enfocar los problemas sobre el futuro de la humanidad con un espíritu de diálogo genuino. Estoy convencido de que esta conferencia es una contribución a este proceso, sostuvo el canciller finlandés Erkki Tuomioja.
La globalización es un fenómeno hecho por el ser humano, y como tal puede ser gobernado y regulado, afirmó el secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia, Pertti Majanen, en conferencia de prensa.
El canciller de Tanzania, Jakaya Kikwete, dijo que el Proceso de Helsinki cuenta con la confianza de muchos países en desarrollo.
Esta nueva instancia de diálogo tendrá, por lo tanto, el potencial de introducir una nueva ecuación en un sistema global al que cuestionan por depender del interés comercial, del lucro, de las instituciones multilaterales y de un unilateralismo en perjuicio de los pobres, sostuvo Kikwete.
En el ámbito internacional, Finlandia hace gala de una diplomacia tranquila pero efectiva. Al ser lanzado por un país pequeño y neutral, el Proceso de Finlandia contará con menos posibilidades de sufrir hostilidad que si fuera impulsado por una nación grande y poderosa, dijo el ministro tanzanio a IPS.
Esta es la primera vez que un país industrializado muestra un gran grado de interés en estos asuntos, dijo el director de la Red del Tercer Mundo con sede en Malasia, Martin Khor.
Entre los participantes en la conferencia figuraron diplomáticos de alto nivel de gobiernos europeos, en especial de la región nórdica, y el primer ministro finlandés Paavo Lipponen, así como funcionarios de países en desarrollo, como Kikwete.
Luego de la conferencia se implementará un sistema de seguimiento tridimensional, en cuyo centro se ubicará un equipo de 10 personalidades, con participación equitativa del Sur y del Norte, así como de representantes de Estados, organizaciones internacionales, empresarios y organizaciones no gubernamentales.
Ese grupo conducirá el diálogo entre todos los participantes, ubicados en novedosas redes de discusión temática, y señalará los asuntos clave sobre los cuales deberán proponerse iniciativas concretas.
Expertos en desarrollo y funcionarios finlandeses pronosticaron que el Proceso de Helsinki tiene posibilidades de convertirse en una iniciativa de gran importancia, como la Conferencia sobre la Cooperación y la Seguridad en Europa, también lanzada en esta capital, en 1975.
Los finlandeses creemos que cuando se hace mover el agua podrán moverse las cosas, dijo a IPS el ex primer ministro y ex presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Harry Holkeri.
Un grupo de activistas envió una carta al canciller Tuomioka para reconocer el potencial del Proceso de Helsinki, si bien advirtieron que aún carece de una dirección precisa y destacaron aspectos que, según ellos, deben ser tomados en cuenta.
La sociedad civil mundial siente con fuerza de que el Proceso de Helsinki puede contrarrestar la militarización de la globalización, evidente en la 'guerra contra el terrorismo' conducida por Estados Unidos, afirmaron los activistas.
Deben asignarse tareas concretas a grupos, instituciones y organizaciones que trabajan con movimientos populares del Sur, pueblos indígenas, comunidades religiosas, trabajadores sin tierra y sindicatos, agregaron.
La carta también indica que el problema de la deuda externa de los países pobres debe resolverse a través de una resolución sistemática y exhaustiva que incluya una auditoría para determinar su legitimidad, la cancelación de la deuda ilegítima y la creación de procedimientos para una solución justa de las crisis.
La próxima conferencia global del Proceso de Helsinki se celebrará dentro de dos años, en una sede aún no determinada. (FIN/IPS/tra-eng/la/js/mj/dv/02