CINE-ARGENTINA: Actuación sin techo

Hombres y mujeres sin techo de Argentina protagonizaron una película que, además de cautivar por cuatro meses una gran cantidad de espectadores, le dio a muchos de estos singulares actores la posibilidad de alejarse de la marginalidad.

”Aunque se enojen los actores profesionales, fue increíble trabajar con ellos, que se interpretan a sí mismos y tienen muy poca censura”, dijo a IPS Baltazar Tokman, respecto de la labor en su película ”La sombra de las luces” de 16 personas que vivían en las calles de Buenos Aires.

Tokman manifestó que la vida cambió de un modo u otro para los miembros del grupo, con edades que van de los 36 a los 70 años, tras realizar hace ya casi un año este filme, en el que también participan tres actores profesionales.

Uno de ellos, por ejemplo, reveló muy buenas condiciones para la actuación y fue convocado luego para integrar un elenco de teatro por un director que vio la película.

Otro de los actores aficionados, el chileno Alejandro Olivares, decidió volver este año a su Valparaíso natal tras vivir 15 años en Buenos Aires sin ningún contacto con su familia.

Olivares está ahora está con los suyos en su país, otro consiguió un apartamento donde vivir y un tercero logró abandonar el alcohol, narró Tokman.

”A partir de esta experiencia quiero tener una salida laboral como, por ejemplo, ir a cantar o a actuar a los centros de pensionados o a los cumpleaños”, relató María Gómez, otra de las actrices aficionadas, entusiasmada tras su participación en la película.

”La calle te desplaza y te aísla, pero nosotros podemos hacer muchas cosas”, aseguró.

La mayoría de ellos pertenecía a la clase media antes de quedar en condición de calle. ”Uno era 'chef' de un restaurante, otro era actor, y también una de las mujeres estuvo muchos años casada con un cirujano”, dijo Tokman, quien tuvo un especial recuerdo con cuatro de miembros del grupo que fallecieron este año.

Tokman añadió que las personas que viven en la calle, como las que actuaron en la película, ”no necesitan sólo un subsidio del Estado sino básicamente un proyecto que los contenga y les permita recuperar su autoestima”, remarcó.

A raíz de este trabajo, numeroso y variado público iba a ver el filme cada semana, los aplaudía al terminar y participaba de un debate con ellos sobre su condición de personas viviendo en la calle. Luego muchos eran entrevistados por medios periodísticos y hasta invitados a la televisión.

Los antecedentes de la película se remontan a dos años atrás. Tokman quería filmar entonces una historia que requería ”la estética” de los sin techo para los papeles marginales y para ello comenzó a hacer un ”casting” (selección de actores).

”El productor no estaba muy contento con la idea y poco después, junto con el gobierno de (Fernando) De la Rúa, el proyecto se cayó”, señaló.

Corría diciembre de 2001 y, sin posibilidades de filmar la película original, Tokman comenzó a rodar otra en la que los actores ”extras” del primer proyecto pasaron a ser protagonistas del segundo. ”Les dije que ya no podía pagarles más que el viático y la comida y ellos aceptaron, todos”, siguió.

La nueva película, llamada ”La sombra de las luces”, trata de las vicisitudes de un cineasta joven y con problemas de pareja, que está a punto de perder su casa por problemas financieros, precisamente por filmar un documental sobre las personas sin techo.

”En la ficción, el director saca un crédito que no puede pagar y el (ejecutivo del) banco le sugiere que, para poder cancelarlo, tiene que ayudar a la entidad a desalojar un grupo de personas sin techo que viven en un terreno del banco”, sintetizó Tokman.

Pero como el propio director reconoce, la historia no es tan importante como todo lo que se generó a su alrededor.

La Manzana de las Luces, un sitio histórico de Buenos Aires donde muchas personas de la calle van a menudo en busca de una comida gratuita diaria, fue donde el director vio por primera vez a quienes luego serían sus actores principales de ”La sombra de las luces”.

Allí mismo Tokman y sus colaboradores gestionaron para conseguir una sala en la que pudieran proyectar la película.

”Durante cuatro meses, el filme se exhibió en la Manzana de las Luces una vez por semana. Ellos salían a repartir volantes y lograban convocar a mucho público. Una vez fueron más de 400 personas a verla”, explicó Tokman.

El boleto de ingreso a la sala de exhibición no se cobraba y sólo se ponían alcancías para que cada espectador depositara ”a voluntad”.

Esta película fue la ópera prima de Tokman, quien admitió no saber cuánto fue el costo de producción. ”No les pagaba a los actores, conseguía todo prestado, el equipo de filmación era un grupo de amigos que trabajó gratis, en fin, creo que hubiera costado unos 300.000 pesos (85.000 dólares)”, calculó.

Ahora su idea es tratar de conseguir que ”La sombra de las luces” llegue a las salas comerciales, aunque no se hace muchas ilusiones. ”Es difícil, no se sabe muy bien cómo es el camino para llegar al circuito comercial con una película así”, apuntó Tokman, con poca expectativa.

Mientras, Tokman sigue dedicado al cine publicitario, aunque sin perder el contacto con sus primeros actores que lo acompañaron en el sinuoso y riesgoso camino de su primer largometraje. (

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe