BRASIL-PERU: En busca de integración comercial y vial

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, viajó este lunes a Brasil para discutir con el mandatario electo de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, la aceleración de proyectos de integración vial mediante dos carreteras interoceánicas.

Lula asumirá la presidencia este miércoles, en una ceremonia a la cual fueron invitados todos los mandatarios de América del Sur, y muchos de ellos aprovecharán la ocasión para tratar asuntos bilaterales con Brasil.

Toledo adelantó un día su viaje y se reunirá con Lula antes de su asunción, ”para ganar de mano a su colega chileno, Ricardo Lagos, quién también está interesado en el tema de la conexión vial entre los océanos Atlántico y Pacífico”, dijo a IPS el analista político peruano Hugo Aquino.

Lima y Santiago ofrecen a Brasilia una salida para exportaciones hacia los interesantes mercados asiáticos, explicó.

Chile ya promueve que las exportaciones bolivianas de gas por el Pacífico salgan por uno de sus puertos, en competencia con Perú, ”de modo que este asunto de la gran vía interoceánica forma parte de la misma aspiración geopolítica”, sostuvo Aquino, experto de la organización no gubernamental Avance Económico.

Toledo también tratará con Lula ”el proceso de integración entre el Mercosur, que lidera Brasil, y la Comunidad Andina, de la cual forma parte Perú, pero ese tema no es bilateral”, añadió.

En las últimas semanas se han producido numerosos contactos oficiales de alto nivel entre Brasil y Perú, y en todos ellos se dio prioridad a la perspectiva de interconexión vial.

A fines de noviembre visitó Brasilia el vicepresidente peruano Raúl Diez Canseco, para adelantar la agenda de una reunión de Toledo y el actual mandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso, sobre todo acerca de la carretera que debe unir los puertos de Santos, al sur de Brasil, e Ilo, al sur de Perú.

Esa reunión de Toledo y Cardoso se llevó a cabo el 20 de diciembre en la sudoccidental ciudad fronteriza brasileña de Assis, situada frente a la sudoriental peruana de Iñapari.

El motivo del encuentro fue la inauguración de la carretera asfaltada que une Assis con las principales redes viales brasileñas, y facilita su conexión con el meridional emporio industrial de San Pablo, cuyo puerto sobre el Atlántico es Santos.

Toledo dijo en aquella ocasión: ”Ahora nos toca a nosotros. Sólo falta el tramo (…) Iñapari-Puerto Maldonado-Inambari, que espero concluir durante mi gobierno, y estarían enlazados los puertos brasileños sobre el Atlántico con los de Perú en el Pacífico”.

El costo calculado de ese tramo es 760 millones de dólares, que se financiarán mediante un fideicomiso con recursos de la Corporación Andina de Fomento, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Nacional Brasileño de Desarrollo y la Corporación Financiera de Desarrollo de Perú, explicó.

La carretera cuyo extremo en el país será Iñapari es llamada ”Eje Interoceánico Andino” por el Ministerio de Transportes de Perú, y estará bifurcada en un tramo para tocar las meridionales ciudades de Cusco, centro turístico de primera magnitud, y de Puno, frente al lago Titicaca, que comparten Perú y Bolivia.

Otro proyecto en desarrollo de interconexión física con Brasil es el llamado ”Eje Interoceánico Amazónico”, menos conocido y cuya ejecución probablemente demandará más tiempo y esfuerzo.

Según un documento de trabajo elaborado por el Ministerio de Transportes peruano, los dos ejes interoceánicos conectarán al país con otros tantos polos de desarrollo en la región noroccidental brasileña, y servirán para impulsar el comercio de dos zonas peruanas distintas.

El eje andino, además de servir a Santos y San Pablo, daría salida comercial hacia el Pacífico a los estados brasileños de Rondonia y Mato Grosso, y a sus respectivas capitales, Porto Velho y Cuiabá, que forman un eje comercial para la oferta de producción masiva a bajo precio.

El eje amazónico apunta a ser la salida de exportaciones del polo de desarrollo brasileño liderado por la zona franca industrial de Manaos, ciudad sobre el río Amazonas que registra un vertiginoso avance industrial y comercial, con intensa oferta y demanda de productos de alta tecnología.

El eje andino será totalmente terrestre, en tanto que el amazónico incluirá tramos viales y fluviales.

”La carretera Tarapoto-Yurimaguas que estamos construyendo (en el norte de Perú) permitirá que los productos de Manaos salgan por esa vía y se embarquen con destino a Australia y Asia por el (noroccidental) puerto peruano de Paita”, expresó Diez Canseco al regresar de Brasilia.

Además, a Perú le interesa ese eje vial para exportar fosfatos del noroccidental yacimiento de Bayovar (el segundo del mundo), a través de Brasil y hacia mercados de Africa o Europa, y para intensificar el comercio de otros productos de su región septentrional.

”Es interesante anotar que el eje amazónico no solo integrará a Perú y Brasil, sino también a ambos países con el territorio ecuatoriano, de acuerdo con el diseño trazado hace dos años en Brasilia”, apuntó Diez Canseco.

Perú se propone convertir a Paita en un ”hub”, (eje, en inglés: en jerga técnica, designa a un centro de distribución comercial regional), indicó el vicepresidente.

Desde Paita se podrá ”organizar una zona de agregación logística, que actuará como puente comercial entre Manaos y sus proveedores de Asia”, y ”para facilitar el ingreso de la producción industrial de la zona franca de Manaos al mercado andino”, añadió. (FIN/IPS/al/mp/if ip/02

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