Organizaciones ecologistas españolas e internacionales reclamaron este miércoles al gobierno de España que declare zona de catástrofe las costas de la noroccidental región de Galicia, cada vez más afectadas por el derrame de combustible del buque Prestige.
El gobierno debe reconocer la realidad y declarar zona catastrófica las costas de Galicia, sostuvieron Greenpeace España, la Sociedad Española de Ornitología/Birdlife y el Fondo Mundial para la Naturaleza, tres de las organizaciones que trabajan en el área dañada por la marea negra.
La falta de transparencia y el intento de minimizar el problema están teniendo como consecuencia un agravamiento de la situación y un ambiente de crispación en la sociedad, dijo a IPS Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España.
El buque monocasco Prestige se averió el 13 de noviembre cerca de la costa gallega y el 14 fue remolcado hacia alta mar, donde se hundió el día 19, con su carga de 70.000 toneladas de fuel.
Durante el naufragio derramó parte del combustible que, desperdigado en muchas manchas, está llegando desde hace días al litoral de la comunidad autónoma de Galicia, donde se encuentra el mayor puerto pesquero de Europa, Vigo.
El gobierno se niega de momento a una declaración de catástrofe que implicaría, entre otras medidas, pagar sumas mayores a las previstas por indemnizaciones y asistencia a los afectados.
El vicepresidente del gobierno, Mariano Rajoy, reconoció este miércoles que han llegado manchas de fuel a las embocaduras de las rías de Arosa, Pontevedra y Vigo, la zona de mayor producción de mariscos de Europa.
Rajoy dijo que, al parecer, el combustible no ha ingresado a las rías, ricas en poblaciones de mejillones.
Un millar de embarcaciones y 5.000 personas trabajan para impedir el paso del combustible derramado al interior de las rías. Pero dirigentes pesqueros y ecologistas creen que el intento ya fracasó.
Hasta ahora, personal desplegado por el gobierno, voluntarios y vecinos han recogido más de 10.000 toneladas de fuel.
El gobierno soporta duras críticas de la oposición política, las organizaciones ecologistas y los sindicatos, que consideran tardía e insuficiente su reacción.
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, admitió que los tres archipiélagos del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas, frente a las rías afectadas, también están sufriendo por el derrame.
Una de las dos centrales sindicales de España, Comisiones Obreras, aseveró este miércoles que el Ministerio de Medio Ambiente no utiliza los medios de que dispone para limpiar y descontaminar el litoral gallego.
Según informes de su sección en la cartera, la central sindical sostuvo que camiones volcadores, excavadoras y retroexcavadoras que habitualmente se utilizan para dragar, limpiar y descontaminar ríos, permanecen inutilizados. Jaume no respondió a la acusación.
Integrantes de la Cofradía de Pescadores de San Francisco de Vigo que combaten el avance del combustible están utilizando medios rudimentarios, dijo a la prensa el vicepresidente de la organización, Julio Alonso.
Eso se debe a que no han recibido ninguno de los materiales solicitados a la autónoma Junta de Galicia, encabezada por Manuel Fraga, fundador del Partido Popular que gobierna el país.
Según Alonso, el fuel ya llegó a las rocas de las islas Cíes, frente a la ría de Vigo.
Mientras, integrantes de Greenpeace Internacional abordaron este miércoles por tercera vez al barco petrolero Byzantio, en el holandés puerto de Rotterdam, al que la organización calificó de buque basura.
Como el Prestige, el Bynzatio fue fletado por la misma compañía petrolera, transporta el mismo tipo de fuel y es un monocasco construido hace 26 años. Reúne, por tanto, los mismos factores de riesgo que facilitaron el hundimiento y derrame del Prestige. (FIN/IPS/td/dcl/en/02