Tres organizaciones ambientalistas acusaron este jueves ante la justicia de Estados Unidos a la gubernamental Agencia de Protección Ambiental (EPA) de incumplir su obligación de reducir el recalentamiento planetario.
Sierra Club, Greenpeace Internacional e International Center for Technology Assessment acusaron a la EPA de violar la Ley de Aire Limpio, vigente desde 1977, al no limitar la contaminación atmosférica causada por el uso de automóviles.
La omisión de la EPA pone en peligro la salud y el bienestar públicos, según la demanda. A pesar del creciente impacto del cambio climático en la salud humana y en el ambiente, la agencia gubernamental se ha negado a controlar las emisiones de gases invernadero de los automóviles.
La mayoría de los científicos atribuyen el cambio climático a la emisión de gases invernadero, el principal de los cuales es el dióxido de carbono, producido por la quema de combustibles fósiles como los derivados del petróleo, el gas y el carbón.
Este es el momento de que el gobierno de George W. Bush saque la cabeza de la arena. Las políticas esquivas de la EPA están ocasionando un daño real a la lucha contra el recalentamiento planetario, dijo el director legal del International Center for Technology Assessment, Joseph Mendelsohn.
La demanda expresa la creciente frustración de los ambientalistas por la inacción del gobierno de Bush, a pesar de que los propios científicos de su administración concluyeron en junio que la quema de combustibles sólidos en la industria y en el transporte es un aporte sustancial al cambio climático.
Además, los expertos del gobierno advirtieron que las emisiones de gases invernadero han dañado los ecosistemas naturales de Estados Unidos.
Los ambientalistas también temen por los efectos de la implementación de los planes gubernamentales de debilitar las leyes y regulaciones ambientales, en especial ahora que el Partido Republicano de Bush controla las dos cámaras del Congreso legislativo.
El año pasado, el gobierno formuló un programa de energía que incluía la explotación petrolera del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Artico, en el noroccidental estado de Alaska. Pero su aprobación fue bloqueada por el opositor Partido Demócrata.
Las compañías automovilísticas, petroleras y del sector eléctrico fueron fuertes contribuyentes a los fondos de la campaña presidencial de Bush.
El presidente propuso hace dos semanas permitir a centrales eléctricas a carbón modernizar sus viejas instalaciones sin exigirles medidas que reduzcan la contaminación ambiental, hoy requeridas por la Ley de Aire Limpio.
El gobierno aseguró que la desregulación alentará las inversiones en el sector energético, pero los ambientalistas advirtieron que se trata de un gran retroceso.
El Partido Demócrata exige al gobierno regulaciones aun más exigentes que las incluidas en la Ley de Aire Limpio y la ratificación del Protocolo de Kyoto de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, que exige a los países industrializados reducir sus emisiones de gases invernadero.
Bush retiró la firma de Washington del Protocolo, que exige al Norte industrial reducir sus emisiones de gases invernadero siete por ciento por debajo de sus niveles de 1990 para 2012. Estados Unidos representa hoy 25 por ciento de las emisiones mundiales.
La demanda presentada este jueves tiene su origen en una petición formal presentada hace tres años a la EPA para que la agencia regulara la emisión de gases invernadero, en cumplimiento de la Ley de Aire Limpio.
La EPA recibió desde entonces 50.000 comentarios de expertos respecto de la petición, la mayoría de ellos coincidentes con la necesidad de que la agencia regulara el sector del transporte.
Pero la EPA aún no respondió al pedido de las organizaciones ambientalistas, ni tampoco sancionó normas que regulen la emisión de gases invernadero.
La demanda menciona informes científicos realizados por expertos del propio gobierno, según los cuales el recalentamiento planetario ocasionó en Estados Unidos daños a los ecosistemas y a la salud humana, así como inestabilidad climática, inundaciones, sequías y brotes de enfermedades tropicales.
Científicos aseguran que si no se toman medidas para reducir el cambio climático, se registrarán catástrofes por la elevación del nivel del mar, el derretimiento de los hielos polares y la pérdida de ecosistemas de todo el mundo.
La EPA encontró tiempo durante la presidencia de Bush para debilitar o amenazar regulaciones de protección ambiental clave que los estadounidenses considerábamos garantizadas. Pero no encontró tiempo para afrontar el problema ambiental más grave en la historia del mundo, dijo el abogado de Sierra Club David Bookbinder.
Acudimos a los tribunales para que intervengan y ordenen a la EPA que cumpla las leyes ambientales y tome medidas contra el recalentamiento planetario, dijo el coordinador de Cambio Climático de Greenpeace, Gary Cook. (FIN/IPS/tra-eng/jl/mj/en/02