TEATRO-PERU: Simón Bolívar es Otelo en América

El libertador americano Simón Bolívar, que libró a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela del yugo colonial español, es el celoso ”Otelo” en la versión de la Universidad Católica de Lima de la pieza clásica de William Shakespeare.

”He encontrado que la historia de Otelo tiene una profunda analogía con nuestras luchas independentistas, en el sentido de que los países latinoamericanos asumimos la libertad de manera inmadura. Otelo-Bolívar es un caudillo libertario tan enamorado de la libertad que termina asfixiándola”, explicó Edgar Saba, director de la versión libre.

La adaptación está ambientada en las sierras andinas de Perú en 1824, cuando se libraban batallas decisivas para expulsar a las fuerzas coloniales españolas, y ofrece a los peruanos la oportunidad de ver retratado un capítulo de la historia de su país, inserto en el clásico de Shakespeare, a propósito de los celos y el amor.

En la pieza original, el primer acto transcurre en Venecia y el resto de la obra en un puerto de la isla de Chipre, donde la flota veneciana libra guerra contra naves turcas.

Saba trasladó personajes e incidentes de la historia a los llanos de la meridional Ayacucho, el escenario de la última batalla sudamericana contra los colonialistas españoles.

En lugar de la desconfianza sobre la fidelidad conyugal, Saba describe el conflicto como una intriga en torno al poder, una constante de Shakespeare, en el marco de la lucha por la libertad y la independencia.

El intrigante Yago es encarnado por el general Agustín Gamarra, uno de los ayudantes del Libertador, quien celoso del papel histórico de éste antepone su interés personal al propósito patriótico, saboteando la gesta emancipadora para aplacar su envidia.

La desdichada esposa Desdémona es aquí un concepto híbrido entre la noción de libertad y la patria, de modo que en la atormentada versión de Saba, Bolívar concluye estrangulando la libertad.

”Toda adaptación de una historia es peligrosa, porque el trasplante puede resultar forzado y artificial, pero Shakespeare es el autor más saqueado por los adaptadores de todo el mundo, por la grandeza y universalidad de sus personajes”, comentó el profesor Alfredo Bushby.

Algunos creen ”que si no es como el 'moro de Venecia' no se está haciendo 'Otelo'. Yo me pregunto cuál es la versión fiel: ¿la isabelina?, ¿el renacimiento italiano? ¿Por qué no la independencia peruana?”, se defendió Saba.

”Al adaptar a Shakespeare y situar la acción en otra época no se traiciona su esencia, pues hacemos lo mismo que él. Sus obras estaban escritas para el público inglés aunque la acción ocurriera en el Mediterráneo”, añadió.

Otelo, en la trama shakespeariana, es un militar africano al servicio del principado de Venecia quien, víctima de enfermizos celos incubados por la intriga de Yago, uno de sus ayudantes, estrangula a su bella y virtuosa esposa, Desdémona.

Como casi todas las obras de Shakespeare, ”Otelo” admite muchas lecturas y diversas interpretaciones, pero la mas difundida considera su argumento como el paradigma de los celos encarnado en un marido primitivo y brutal.

El actor estadounidense John Gielgud, uno de los mas reputados interpretes de Shakespeare, confiesa en un libro biográfico que se equivocó en su juventud cuando aceptó encarnar a Otelo, porque creyó ”que era otra obra más sobre el demonio de los celos”.

”No debí aceptarlo porque no tenía entonces la fuerza necesaria”, para encarnarlo, añadió.

Gielguld lamenta no haber representado al manipulador y envidioso Yago, personaje que considera más importante que el manipulable e inseguro personaje africano.

Otelo-Bolívar es encarnado en el montaje de la Universidad Católica de Lima por un actor negro, Rafael Santa Cruz, miembro de una destacada familia peruana de origen africano que ha aportado en las últimas décadas varios poetas, músicos, coreógrafos y actores.

”En un país multirracial como es Perú hubiera sido inadmisible que nuestro Otelo fuera interpretado por un actor blanco con la cara pintada”, refiere Saba.

El director precisó que, al igual que el personaje de Shakespeare, Bolívar tuvo estirpe africana, pues era un mulato a quien los realistas llamaban despectivamente ”zambo”.

Por su parte, Santa Cruz recalca que al acentuar el componente racial africano del Libertador, ”en lugar de describirlo como un personaje casi caucásico como se advierte en las iconografías oficiales”, se hace justicia al aporte de los negros en la lucha por la independencia latinoamericana.

”Aunque en 1824, cuando se dio la última batalla contra los españoles, más de la mitad de los negros peruanos eran libres, en las filas patriotas no sólo había soldados negros sino también oficiales”, comentó.

Sin embargo, sólo 30 años después, en 1854, se abolirá la esclavitud en nuestro país”, comentó el actor que encarna a Otelo- Bolivar. (

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