El presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, aseguró que no pondrá en práctica políticas económicas radicales para superar la crisis, pues ésta debe ser solucionada "sin hacer daño" a la población. "Tenemos que aplicar un proceso de mucha cautela y cuidado, porque el aparato social y la sociedad empresarial están dañados", dijo Sánchez de Lozada en un almuerzo organizado por la Cámara Boliviano-Americana de Comercio.