Costa Rica es el mayor productor de energía proveniente del viento en América Latina, con 66 megavatios de potencia instalada.
El aprovechamiento pleno de la energía del viento en América Central podría abastecer de electricidad a 12 millones de personas, un tercio de la población del istmo, con costos inferiores a los de los combustibles fósiles y sin efectos contaminantes, señaló un estudio al que tuvo acceso Tierramérica.
De momento, Costa Rica es el único país del istmo con parques eólicos conectados a la red eléctrica. Cuatro por ciento de la electricidad es generada por el viento en esta nación.
Sus cuatro parques, tres privados y uno público, cuentan con una potencia de 66 megavatios, la mayor de América Latina comparada con 14 megavatios en Argentina y 20 en Brasil, sostuvo un estudio de la no gubernamental Biomass Users Network Centroamérica (BUN-CA).
Se requiere un megavatio para suministrar electricidad a una comunidad de 20.000 personas. La región puede producir hasta 600 megavatios a partir de la energía eólica, suficiente para abastecer a 12 millones de habitantes, según la organización.
Veinticuatro proyectos eólicos están en fase de preinversión en Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, según el manual Eólica, que BUN-CA publicará en breve como parte de una serie destinada a analizar perspectivas y grado de desarrollo de las energías renovables en América Central.
Ya es posible producir energía eólica por tres a cinco centavos de dólar el kilovatio hora, señala BUN-CA.
La energía hidroeléctrica tiene un costo similar: cinco centavos de dólar, mientras la electricidad producida en centrales a carbón, diesel o gas ronda los 10 centavos de dólar, explicó a Tierramérica Enrique Morales, director del parque eólico estatal Tejona, el principal de Costa Rica.
La energía eólica en América Central tiene mucho futuro, dijo a Tierramérica el ingeniero José María Blanco, director de BUN-CA.
América Central se encuentra bajo la influencia de los vientos alisios, un sistema de velocidad y dirección relativamente constantes, que sopla en ambos hemisferios desde los 30 grados de latitud hacia el ecuador.
Los aerogeneradores requieren una velocidad mínima de viento de 3,5 a seis metros por segundo. En algunos lugares de la región, la velocidad promedio anual alcanza 12 metros por segundo.
La ventaja es que se trata de una fuente limpia que será muy competitiva a largo plazo, pues las energías no renovables afrontan obstáculos legales e impositivos debido a los gases de efecto invernadero que liberan, apuntó Morales.
Casi 10 millones de centroamericanos, aproximadamente uno de cada tres habitantes, carecen de electricidad.
* Publicado originalmente el 23 de noviembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (FIN/Tierramérica/nms/dcl/en/02