AMBIENTE: Protocolo de Kyoto vuelve a la vida

Diez días de negociaciones en la capital de India concluyeron este viernes con la consolidación en el centro de la agenda ambiental mundial del Protocolo de Kyoto, una tratado que obliga a los países industriales a reducir su emisión de gases invernadero.

La octava conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático comenzó el 23 de octubre y en los primeros días parecía que el Protocolo ni siquiera aparecería mencionado en la declaración final.

Pero los 15 países de la Unión Europea (UE) así como buena parte de los 133 miembros del Grupo de los 77 (G-77), representante del mundo en desarrollo, lograron que la declaración incluyera una fuerte exhortación a las naciones a ratificar el Protocolo nacido en 1997.

Por otra parte, la declaración llama a ”construir sobre los resultados” de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible celebrada en agosto y septiembre en la nororiental ciudad sudafricana de Johannesburgo.

Funcionarios de Estados Unidos declararon que su país nunca ratificará el Protocolo de Kyoto, a pesar de haberlo firmado poco después de su aprobación hace cinco años, y concentraron sus esfuerzos en desacelerar el proceso de cualquier manera.

Si la conferencia en Nueva Delhi no avanzó más ”fue porque los aliados del sector de los combustibles fósiles, en particular Estados Unidos y Arabia Saudita, trabajaron para impedirlo”, sostuvo el activista Steven Sawyer, de Greenpeace International.

Representantes de 185 países asistieron a la conferencia.

El G-77 y China propusieron en conjunto que la declaración de la conferencia urgiera a los países que aún no lo han hecho a ratificar el Protocolo, que obliga a 38 países industrializados a reducir para 2012 sus emisiones de gases invernadero 5,2 por ciento respecto de las de 1990.

Sin embargo, el Protocolo aprobado en 1997 como anexo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático sólo entrará en vigor cuando ratifiquen el tratado países que representen 55 por ciento de las emisiones mundiales de gases invernadero.

Los países ratificantes hasta ahora concentran 37,4 por ciento de las emisiones. La ratificación de Rusia, con 17,4 por ciento de las emisiones, y la de Canadá, ya comprometidas, bastarían para la entrada en vigor del convenio.

Sin embargo, Estados Unidos, el principal emisor del mundo, con 25 por ciento del total, anunció que no ratificará el acuerdo, lo cual deja en duda su eficacia.

Los gases invernadero son producidos por la quema de combustibles fósiles, como los derivados del petróleo, el gas y el carbón, y por eso su emisión aumenta con la intensificación de la actividad industrial, la producción de energía y el transporte.

El objetivo de la conferencia en Nueva Delhi es explorar mecanismos para acordar un régimen mundial y equitativo de reducción global de emisiones de gases invernadero, con responsabilidades compartidas por todos los países.

El recalentamiento del planeta mató este año a más de 9.000 personas y causó pérdidas económicas por 70.000 millones de dólares, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (Pnuma) al inicio de la confereencia.

La UE, uno de los principales impulsores del Protocolo de Kyoto, también presiona por la rápida entrada en vigencia del acuerdo, pese a la fuerte oposición de Estados Unidos y de países exportadores de petróleo.

Muchos de esos países petroleros integran el G-77 pero ni siquiera firmaron el Protocolo, como Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Iraq, Irán Kuwait, Nigeria, Omán, Qatar y Venezuela.

Los 15 países de la UE ratificaron el convenio, al igual que Japón, la segunda potencia económica mundial, y otros grandes emisores como Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Islandia, Letonia, Rumania y República Checa.

El preámbulo declaración sostuvo que en las negociaciones deberá tenerse en cuenta las conclusiones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, organismo científico establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que asesore al foro mundial en la materia.

Estados Unidos y Arabia Saudita manipularon los desacuerdos y lograron así impedir mayores avances en Nueva Delhi, según la portavoz de la organización ambientalista internacional Amigos de la Tierra.

”Esto fue bueno para Estados Unidos”, sostuvo el ministro de Ambiente de México, André Avila.

La Declaración de Nueva Delhi pide acciones para cumplir con los objetivos de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, pero no indica si más países, entre ellos los del mundo en desarrollo, deberán tomar medidas para reducir su emisión de gases invernadero. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/js/mj/en/02

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