RUSIA: Victoria diplomática contra separatistas chechenos

La detención en Dinamarca del principal negociador checheno ante Moscú, Ajmed Zakayev, representó una victoria diplomática para el gobierno de Rusia sobre la república separatista de Chechenia.

Moscú recibió con beneplácito la noticia y pidió la extradición de Zakayev, al que acusa de ayudar a preparar la toma de rehenes la semana pasada en un teatro de la capital rusa y de participar en diversos actos terroristas desde 1996.

Un tribunal danés determinó el miércoles que el emisario checheno, arrestado ese mismo día a pedido de las autoridades rusas, debe permanecer en prisión preventiva durante 13 días.

La decisión se basó en la recepción de documentos de Rusia que indican a Zakayev como sospechoso de colaboración en actos terroristas, declaró la policía de Copenhague.

Zakayev es el principal portavoz del líder separatista checheno Aslan Masjadov, quien era presidente de Chechenia hasta que fue depuesto en la segunda ofensiva militar de Moscú contra esa república rebelde de mayoría musulmana, en 1999.

Durante la administración de Masjadov, tras la humillante derrota de las fuerzas rusas en Chechenia en 1996, Zakayev era viceprimer ministro y canciller de la república.

El viceprimer ministro de Chechenia en el exilio había asistido al Congreso Mundial Checheno en la capital danesa el lunes y martes. En protesta por la organización del congreso, el presidente ruso Vladimir Putin canceló una visita oficial a Dinamarca el mes próximo.

Asimismo, el presidente de la comisión de asuntos internacionales de la cámara alta del parlamento ruso, Mijail Margelov, consideró ”un error colosal” que se permitiera el inicio del congreso checheno en Copenhague justo el día del duelo oficial en Rusia por los rehenes muertos en el teatro de Moscú.

Varios líderes políticos rusos acusaron a Dinamarca de ”solidaridad con los terroristas” que el día 23 tomaron de rehenes a 800 personas durante la representación de una obra en un teatro de Moscú, exigiendo el retiro de las fuerzas rusas de Chechenia.

El pasado sábado, fuerzas de seguridad rusa irrumpieron en el teatro y mataron a los 50 captores chechenos, luego de introducir en la sala un poderoso gas somnífero que costó la vida al menos a 117 rehenes. Otros dos murieron baleados, y cerca de 150 permanecen hospitalizados, algunos en muy grave estado.

Pese a las protestas de Rusia, Dinamarca se negó al cancelar el congreso, exigió pruebas a Moscú sobre la vinculación de los participantes con el terrorismo, y citó el derecho constitucional a la libertad de reunión.

El Congreso Mundial Checheno, organizado por Zakayev y Ruslan Jasbulatov, ex presidente del parlamento ruso, terminó con una apelación al presidente Putin a detener la guerra en Chechenia.

Los delegados pidieron una solución negociada del conflicto y instaron a formar un tribunal internacional de crímenes de guerra para investigar los supuestos abusos cometidos por las fuerzas rusas en la república separatista.

La cancillería rusa afirmó que el congreso fue organizado y financiado por terroristas chechenos y sus cómplices del grupo extremista islámico Al Qaeda, y altos funcionarios de Moscú sostuvieron que había ”terroristas” entre los delegados.

Asimismo, el administrador designado por Moscú en Chechenia, Ajmad Kadyrov, dijo el miércoles que ”todos los delegados del Congreso con pasaporte ruso deberían ser detenidos” a su regreso a Rusia.

Mientras, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, rechazó sugerencias de que el arresto de Zakayev se haya debido a la presión política de Moscú, y señaló que la extradición es una cuestión de la policía y los tribunales de justicia.

”Este caso ha sido tratado de acuerdo con los procedimientos policiales normales”, aseguró Rasmussen en conferencia de prensa.

De todos modos, la detención de Zakayev se convirtió en una victoria para el gobierno de Putin, que llegó al poder hace tres años en base a su campaña por una nueva acción militar en Chechenia.

El arresto es una ”buena noticia”, celebró Gennady Zeleznyov, presidente de la Duma o cámara baja del parlamento ruso, citado por la agencia de noticias RIA, y agregó que ”es vital que Zakayev sea extraditado lo antes posible”.

El administrador checheno Kadyrov también celebró la medida de Deinamarca. ”Esto no debe detenerse aquí. Es muy importante que se detenga a todos los que participaron en ese congreso”, declaró a la agencia de noticias Interfax.

Las autoridades rusas se empeñan en establecer un vínculo entre la violencia separatista en Chechenia y la ”guerra contra el terrorismo” lanzada por Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

”Perseguiremos a los terroristas dondequiera que estén”, advirtió Putin tras el asalto al teatro el sábado. Con su reputación de ”hombre fuerte”, el presidente no podía permitir un éxito de militantes chechenos a apenas cinco kilómetros del Kremlin, la sede del gobierno ruso.

”Demostramos que no se puede poner a Rusia de rodillas”, declaró Putin, y pidió perdón a los familiares y amigos de los rehenes que murieron.

Lejos de promover una solución negociada en Chechenia, la toma de rehenes en el teatro de Moscú provocó una ofensiva diplomática internacional contra los separatistas chechenos. (FIN/IPS/tra-en/sb/ss/mlm/ip/02

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