POBLACION: Inútil sin experiencia

La mayoría de los países del Norte industrial reclutan profesionales en el extranjero, pero siguen cerrando la puerta a los trabajadores de escasa calificación que huyen de la pobreza en el Sur en desarrollo, indica un estudio de la ONU.

Alemania, Austria, Francia, Gran Bretaña, Holanda y Suiza, entre otros gobiernos de Occidente, se inclinan cada vez más a adoptar restricciones a la inmigración como consecuencia de la preocupación por sus posibles consecuencias económicas, sociales, culturales y políticas.

”Para algunos países, como Canadá y Francia, la inmigración es una inversión, pero con un doble mensaje que dice: 'algunos tipos (de inmigrante) son bienvenidos, otros no'”, explicó el martes el director de la División de Población de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Joseph Chamie.

Hoy viven en un país ajeno a aquél en que nacieron 175 millones de personas, más del doble que hace tres décadas.

Europa y América del Norte, con 100 millones de inmigrantes, continúan siendo los destinos favoritos para los originarios de Africa, América Latina y Asia.

La ONU decidió publicar la información porque la migración está ahora entre los principales puntos de la agenda internacional y se requiere con urgencia datos adecuados, confiables, puntuales y comparables, así como análisis sobre las tendencias, afirmó Chamie.

Pero la oferta de información no mantuvo el ritmo de la demanda, agregó.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que ya es hora de disponer de una visión más completa de las variadas dimensiones del problema. ”Necesitamos comprender mejor las causas del flujo internacional de personas y su compleja interrelación con el desarrollo”, dijo Annan.

Cuarenta y cuatro por ciento de las naciones del Norte adoptaron el año pasado políticas restrictivas de la imigración, así como 39 por ciento de las naciones en desarrollo, por percibirla ”demasiado elevada”, explicó Chamie.

Canadá y Estados Unidos figuraron entre las excepciones entre los países industriales, pues mantuvieron sus niveles de inmigración, afirmó Chamie.

Entre 1995 y 2000, los países ricos recibieron un flujo de 11 millones de personas desde los países pobres. Canadá y Estados Unidos aceptaron en conjunto más de cinco millones de inmigrantes en los últimos siete años, según el estudio.

Expertos en demografía advierten que el informe divulgado por la ONU no contiene datos confiables sobre la inmigración clandestina.

Documentados o no, los inmigrantes en el mundo industrial ayudaron a sostener la economía de sus países de origen. En 2000, las remesas de dinero desde el extranjero aumentaron más de 10 por ciento en El Salvador, Eritrea, Jamaica, Nicaragua y Yemen.

Según el informe, casi 16 millones de personas gozaban hace dos años de carácter de refugiados por ser considerados perseguidos en sus países. Tres millones están radicados en países del Norte industrial. Asia alberga a más de nueve millones de esso refugiados.

El tráfico de seres humanos y sus vínculos con organizaciones criminales transnacionales introdujo nuevos desafíos al problema, según la ONU.

Dos tratados internacionales, el Protocolo de la ONU para Impedir el Tráfico de Personas, Especialmente Mujeres y Niños y el Protocolo contra el Tráfico de Migrantes, reafirman que ”la inmigración no es, en sí misma, un delito, y que los inmigrantes pueden ser víctimas necesitadas de protección”. (FIN/IPS/tra- eng/hr/ml/mj/pr/02

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