Los gobiernos de España e Irán divergen en cuestiones políticas, pero apoyan y concretan importantes acuerdos empresariales y comerciales, según se constató este miércoles, al finalizar la visita oficial a Madrid del presidente iraní, Mohamed Jatamí, iniciada el lunes.
La posición respecto de Iraq fue la que evidenció mayores diferencias, ya que Jatamí se pronunció claramente en contra de cualquier ataque militar contra Iraq y pidió que se condene a Estados Unidos por apoyar el terrorismo.
Por otro lado, el jefe del gobierno español, José María Aznar, repitió que el incumplimiento por Iraq de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre desarme no pueden quedar impunes, confirmando su apoyo a Washington.
En el plano económico, los dos gobiernos se comprometieron a firmar en 2003 un convenio contra la doble imposición, que facilitará las inversiones, al evitar que los empresarios deban pagar impuestos en ambos países por las mismas operaciones.
Jatamí, al reunirse este miércoles con representantes de las 180 mayores empresas españolas, anunció que también está negociando un tratado de colaboración económica y comercial con la Unión Europea, con apoyo español.
Además, comentó que los sectores petrolero, petroquímico, automotor, eléctrico y de turismo son los principales nichos de mercado para las empresas españolas en Irán.
Asimismo anunció que las empresas extranjeras que se instalen en su país y en especial las de los sectores turístico y agropecuario, gozarán de exenciones fiscales.
El vicepresidente segundo del gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, señaló que España respalda el ingreso de Irán a la Organización Mundial del Comercio.
Durante la visita de Jatamí, la empresa española Dragados firmó con la Nacional Petrochemical Company de Irán un convenio para suministrar servicios de ingeniería y suministrar equipos para construir un complejo petroquímico en ese país, por un total de 140 millones de dólares.
La suma de contratos que están negociando varias empresas españolas en Irán supera los cinco mil millones de dólares, informó la Federación de Cámaras de Comercio e Industria.
Sólo la petrolera Repsol-YPF tiene en cartera cuatro proyectos de explotación petrolífera y de gas licuado que de prosperar supondrían una inversión total de 4.000 millones de dólares.
En el terreno político, las divergencias se expresaron con claridad, aunque no enturbiaron las negociaciones empresariales. La mayor diferencia se refiere a política internacional y otra, finalmente superada, pero que concentró la atención de la opinión pública, se manifestó en torno del trato a las mujeres.
Jatamí pidió expresamente que se condene al gobierno de Estados Unidos por apoyar al terrorismo.
El eje del mal está donde se toman por la fuerza los territorios de otros y donde se quiere imponer de manera unilateral los propios criterios, dijo el presidente iraní. Por ello, se opuso a la inclusión de su país en lo que el mandatario estadounidense George W. Bush califica de eje del mal.
El rey de España, Juan Carlos I, también se refirió a las demandas de mayor democracia en Irán. Al término de una cena de gala, el martes, expresó el apoyo de España a Jatamí para responder al reto de traducir los ideales de las grandes mayorías del pueblo iraní, que reclaman un nuevo concepto de reforma democrática.
El dirigente iraní respondió que la democracia es un valor universal que tratamos de adaptar a los principios de nuestra religión islámica. Esa democracia, adicionó, no es una receta que alguien pueda aplicar a otro según sus propias convicciones culturales.
El mandatario iraní pronunció una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid el martes y allí utilizó frases del emblemático Don Quijote, de Miguel de Cervantes Saavedra.
Jatamí recordó que la confusión entre lo real y lo imaginario precipitó la desgracia de Don Quijote y añadió que esto sigue siendo aplicable a los tiempos modernos.
No obstante, precisó que la realidad ha evolucionado y que en la actualidad el poder es irresponsable, carente de objetivos e incluso de deseos y ambiciones.
Si los personajes de Cervantes eran honorables, filantrópicos y amables, hoy en día los quijotes políticos desembocan en brutales atentados terroristas o en una cruenta guerra que no merece tal denominación.
Eso así, explicó, porque las guerras modernas no son más que una destrucción y genocidio universal.
Una de las cuestiones que más polémica pública suscitó en relación con la visita de Jatamí, surgió del protocolo.
Irán exigió, y logró, que en las comidas oficiales no se sirvieran bebidas alcohólicas y también, que los hombres de su delegación no tuviesen contacto físico con las mujeres, incluida la reina de España, Sofía, ni siquiera para darles la mano como saludo.
Este asunto concitó críticas de todos los sectores españoles, tanto del oficialismo como de la oposición y de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Jadicha Candela, portavoz de la Asociación de Mujeres Musulmanas, dijo a IPS que mantener esa costumbre va contra los derechos humanos y también contra una correcta interpretación del Islam.
La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, quien recibió a Jatamí en el aeropuerto intercambiando solo leves inclinaciones de cabeza, afirmó no sentirse humillada ni menospreciada, por lo que considera un planteamiento cultural.
A pesar de no dar la mano a ninguna mujer, sea cual fuere su cargo, Jatamí admitió que las mujeres deben alcanzar muchos derechos, porque han sufrido mucho en Occidente y Oriente.
También puntualizó que la formación femenina en las universidades es muy importante y que en su país, hoy hay más mujeres en la universidad que hombres, lo que consideró un cambio muy positivo. (FIN/IPS/af/ip/02
