China superará este año a Estados Unidos para ubicarse a la cabeza de los países receptores de inversiones extranjeras directas, predijo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
El auge de China contrasta con la pronunciada declinación del flujo mundial de inversiones extranjeras directas, que este año se establecerá en unos 534.000 millones de dólares, 27 por ciento menos que en 2001, según cifras preliminares adelantadas este jueves por la Unctad.
El descenso repercute más en los países industrializados, donde las inversiones extranjeras directas caen un 31 por ciento, que en los países en desarrollo, que presentan una merma de 23 por ciento. En cambio, se mantienen prácticamente estables en Europa central y oriental, con apenas uno por ciento de reducción.
La inversión directa consiste en la compra de acciones de una empresa, que da al comprador una posición de control y de responsabilidad en la gestión. Se distingue de las inversiones de cartera, que son guiadas únicamente por criterios de rentabilidad, vía dividendos y plusvalías.
Las perspectivas de las inversiones para este año en Africa son dramáticas, con una reducción de dos tercios, señaló la Unctad. En 2001, Africa recibió 17.000 millones en inversiones directas, mientras que en el 2002 sólo obtendrá 6.000 millones.
Las inversiones extranjeras dirigidas a China muestran un crecimiento acelerado en la industria de media y alta tecnología y en los servicios.
El comportamiento de las inversiones reposa primordialmente en la expansión sostenida de la economía china a lo largo de más de una década. Este año, el ingreso de capitales extranjeros alcanzará la cantidad récord de 50.000 millones de dólares.
Las inversiones extranjeras directas en China sumaron 41.000 millones de dólares en 2000. En 2001 subieron a 47.000 millones. Mientras, Estados Unidos recibió 301.000 millones de dólares en 2000, 124.000 millones en 2001, y este año no obtendrá probablemente más de 44.000 millones.
El informe de la Unctad resalta que las inversiones extranjeras son atraídas a China por el proceso de liberalización, por la reestructuración de la industria y también por la incorporación a la Organización Mundial del Comercio (OMC), concretada a fines del año pasado.
En el panorama mundial, la caída del flujo de inversiones directas se relaciona con la situación económica incierta y con la flojedad de los mercados de valores que, observa la Unctad, han debilitado la confianza empresarial.
Esa falta de confianza se refleja en la reducción de las fusiones y adquisiciones transfronterizas y de los planes de expansión de inversiones en las grandes compañias.
La Unctad elaboró su informe preliminar con datos disponibles de sólo 85 países, entre los cuales más de la mitad esperaban recibir este año menos inversiones que en 2001. La versión final de la investigación se distribuirá en julio del año venidero.
En una explicación del flojo comportamiento de las inversiones en Africa, el estudio advierte que el año anterior había sido excepcional en razón de transacciones de volúmenes desusados que se registraron en Marruecos y en Sudáfrica.
Pero la caída africana se debe también a la desaceleración de la economía en los principales países del mundo, como el caso de Estados Unidos, donde se encuentran las casas matrices de los inversores transnacionales más importantes de Africa.
Otro factor influyente fue la incertidumbre geopolítica en ciertos países, que también condicionó la actitud de los inversores con respecto al resto de Africa.
En el caso de los países en desarrollo de Asia, se espera que las inversiones directas declinen este año 12 por ciento, después de un descenso de 24 por ciento en 2001.
Ese resultado, que se produce a pesar del fuerte crecimiento de las economías líderes de la región, obedece a un menor flujo procedente de Europa y Estados Unidos.
Mientras China asciende, el movimiento de inversiones extranjeras depara descenso para Hong Kong, Corea del Sur, Tailandia y Taiwan.
En resumen, las proyeciones adelantan que la caída de inversiones en la mayoría de las economías asiáticas no alcanzará a ser compensada por el anunciado incremento de China y de otros países como India, Malasia y Filipinas.
En América Latina y el Caribe, el flujo de inversiones caerá por tercer año copnsecutivo. El descenso será de 27 por ciento, pues de los 85.000 millones de dólares entrados en 2001 se pasará a sólo 62.000 millones este año.
La declinación se concentra en México, donde los flujos del 2001 fueron abultados por la adquisición en el mercado bancario que Citicorp hizo de Banamex.
Los flujos hacia Brasil se mantienen en unos 20.000 millones de dólares y ese país parece recuperar su posición de primer receptor de inversiones en América latina, en razón del aumento que se registra en la actividad manufacturera.
La crisis que sacudió a Argentina a partir de mediados del 2001 redujo en el primer semestre del 2002 a su mínima expresión la entrada de inversiones extranjeras.
Pero con probabilidad aumentarán en el segundo semestre, hasta llegar a 3.000 millones de dólares en todo el año, debido a que Petrobras, el monopolio energético brasileño, adquirió en 1.100 millones de dólares la petrolera argentina Pérez Companc.
Los países de Europa central y oriental repetirán el comportamiento del año interior, con un ingreso de inversiones directas calculado en 27.000 millones de dólares.
Los flujos aumentarán en Albania, Bulgaria, República Checa, Eslovenia, Letonia y Lituania. En cambio, caerán en Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Macedonia, Moldova, Polonia y Ucrania.
En la República Checa subirán de 5.000 a 9.000 millones de dólares, en Polonia descenderán de 9.000 a 6.000 millones, mientras que en Rusia se mantendrán en unos 3.000 millones.
Respecto de los países industrializados, además de Estados Unidos, habrá una caída pronunciada de invesriones extranjeras directas en Gran Bretaña, de 54.000 millones en 2001 a apenas 12.000 millones este año. Francia y Alemania esperan un resultado más positivo. (FIN/IPS/pc/ff/if/02