DERECHOS HUMANOS-TURQUIA: Desplazados para siempre

Un millón y medio de turcos, en su gran mayoría de la etnia kurda, permanecen en condición de desplazados en Turquía tres años después de finalizada la guerra entre el gobierno y los rebeldes kurdos, afirmó este miércoles la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW).

Se cree que cientos de miles desean volver a sus hogares en el sudeste del país, pero se lo impiden el gobierno, las fuerzas de seguridad y las paramilitares Guardias Aldeanas, creadas por el ejército durante la rebelión kurda, señaló el grupo de derechos humanos en su nuevo informe, ”Desplazados y desatendidos”.

Aunque el gobierno inició en 1999 un ”proyecto de retorno y rehabilitación”, hasta ahora el plan no pasó de la creación de 12 aldeas modelo controladas por las Guardias Aldeanas y situadas lejos de las tierras que poseían los desplazados antes de ser obligados a huir, concluyó HRW.

”Las promesas vacías y la inacción están desgastando a los aldeanos”, afirmó Jonathan Sugden, principal autor del informe, que viajó a Estambul para el lanzamiento del documento este miércoles.

Muchos de los desplazados sostienen que el gobierno y el ejército de Tuquía no tienen intención de permitirles volver, y pretenden así consolidar su control del interior y obligar a los aldeanos a adaptarse a la vida en ciudades o localidades distantes, donde les resulta más difícil mantener el idioma kurdo y su cultura.

El Consejo de Seguridad Nacional aprobó hace dos años un plan militar para el sudeste cuyo contenido nunca fue publicado. El secreto alimentó sospechas de que los desplazados, en su mayoría campesinos con escasa educación, están exiliados para siempre.

HRW publicó su informe cuatro días antes de elecciones parlamentarias en Turquía que podrían producir un nuevo gobierno, posiblemente encabezado por el islámico Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que en las últimas encuestas de opinión obtuvo al menos 30 por ciento de los votos.

El AKP es un vástago del proscripto Partido del Bienestar, que integró el primer gobierno islámico de Turquía en 1996 y 1997, antes de ser derrocado por los militares.

Durante su administración, el Partido del Bienestar intentó aliviar la represión en el sudeste e incluso inició conversaciones en secreto con el insurgente Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Algunos observadores creen que un gobierno encabezado por el AKP sería más solidario hacia la situación de los kurdos desplazados.

La publicación del informe se produjo también seis semanas antes de la cumbre de la Unión Europea (UE) el 12 de diciembre en Copenhague, donde Turquía espera obtener un compromiso firme de negociaciones para su admisión en el bloque regional.

Con el fin de facilitar la integración a la UE, el gobierno de Bulent Ecevit hizo aprobar una serie de reformas exigidas por las autoridades europeas, entre ellas la autorización del uso público del idioma kurdo y la abolición de la pena de muerte.

Los propios kurdos y varias organizaciones de derechos humanos han exhortado al gobierno a permitir que los desplazados regresen a sus hogares. Ankara estima que son 380.000, pero otras fuentes calculan que son 1,5 millones o más.

Algunas instituciones europeas también se han ocupado de la situación de los desplazados kurdos.

La Corte Europea de Derechos Humanos, por ejemplo, emitió en los últimos años una serie de sentencias condenatorias del gobierno turco por violar los derechos de propiedad de los kurdos desplazados por el conflicto entre Ankara y el PKK.

Sin embargo, pese a los pedidos de los ministros del Consejo de Europa -encargado de aplicar las decisiones de la Corte-, ni siquiera los desplazados que iniciaron acciones judiciales pudieron regresar a sus hogares, señaló HRW.

La mayoría fueron expulsados por gendarmes y paramilitares. ”Incendiaban las casas de los aldeanos, destruían sus cosechas y mataban su ganado ante sus ojos”, dice el informe.

”No se trató de un programa legal de reubicación, sino de una campaña arbitraria y violenta, marcada por cientos de 'desapariciones' y ejecuciones sumarias”, agrega el documento.

Tras la captura del líder del PKK, Abdullah Ocalan, el grupo rebelde declaró una tregua unilateral en 1999.

Sin embargo, y pese a los anuncios gubernamentales de programas de retorno de los desplazados, se cree que apenas 30.000 han vuelto, y sólo después de firmar declaraciones que absuelven al gobierno de toda responsabilidad civil o penal por su desplazamiento.

De hecho, Ankara nunca admitió responsabilidad alguna por los abusos perpetrados contra la población kurda durante la guerra.

El Kurdistán en una región de 200.000 kilómetros cuadrados repartida entre Turquía, Irán, Iraq, Siria, Armenia y Azerbaiján. (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/mlm/pr hd/02

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