CIENCIA-CUBA: Aún es sueño clonar a Ubre Blanca

La multiplicación sin límites de Ubre Blanca es el sueño que persiguen científicos de Cuba, afanados en la clonación de la célebre vaca que produjo, en enero de 1982, 109,5 litros de leche en una sola jornada.

Un mes más tarde, el famoso ejemplar de la raza cubana F-2 Holstein-Cebú quebró otra marca mundial, con la producción de 24 mil 268,9 litros de leche en 305 días de extracción.

La muerte de Ubre Blanca, en 1985, no condujo al olvido. Una estatua de mármol blanco recuerda sus hazañas, también registradas en el libro Guinness.

”¿Cómo no me voy a acordar? Esa vaca salía todos los días en los periódicos. Parecía que íbamos a tener muchas como ella”, dijo Aurelio Ponce, 43 años, maestro de escuela.

Pero Ubre Blanca jamás pasó de ser un símbolo y la ganadería cubana sigue sin satisfacer las necesidades de 11,2 millones de habitantes.

La ciencia intenta desde hace varios años reproducir el prodigio mediante la clonación de embriones a partir de algunos de sus tejidos, que se conservan congelados.

El director del gubernamental Centro de Investigaciones de Mejoramiento Animal, José Morales, aseguró este año que el proyecto de clonación de Ubre Blanca ”es muy importante” para el presidente Fidel Castro.

El científico admitió en 1999 que existía la posibilidad de clonar al ejemplar, aunque advirtió que los tejidos conservados durante 14 años no aseguraban el éxito.

Ese mismo año, Fidel Oviedo, especialista del gubernamental Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, reveló que en laboratorios locales se habían obtenido embriones a partir de técnicas de clonación y se preparaban ”las condiciones para transferirlos a vacas en el campo”.

Pero no está confirmado que los embriones procedan de células de Ubre Blanca.

El método reproductivo de la clonación permite obtener un embrión a partir de la célula de un solo individuo adulto, mediante la extracción del núcleo celular y su introducción en otra célula. El resultado es un individuo con material genético idéntico al que le dio origen.

La primera clonación exitosa —que produjo la oveja Dolly— fue realizada en 1997 por científicos del escocés Instituto Roslin.

Sin embargo, el método aún afronta muchos desafíos. Oviedo se refirió al envejecimiento prematuro detectado en Dolly: ”Tendríamos que preguntarnos si (las terneras clonadas) serían tan productoras de leche como su progenitora, o si al cumplir ocho años estarían ya en la senectud”, dijo.

Cuba esperaba obtener el primer animal por clonación en 2001, pero aún no lo logra.

Brasil se convirtió en pionero latinoamericano, cuando en marzo de 2001 nació la primera ternera clonada.

Mientras tanto, la leche sigue escaseando en Cuba: se vende racionada en pesos cubanos para el consumo de menores de 7 años y mujeres embarazadas. El resto de la población sólo puede adquirirla si cuenta con dólares.

Según el Anuario Estadístico, en 1989 el país importaba 38 por ciento de sus requerimientos lácteos del bloque socialista. Tras la desintegración de la Unión Soviética, en 1991, cesaron las importaciones. La producción lechera cayó de 1.051 millones de litros en 1985 a 590 millones en 1995.

* Publicado originalmente el 12 de octubre en la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (FIN/Tierramérica/sc/dv/02

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