(Arte y Cultura) ARTES PLASTICAS-EEUU: Pinturas con sangre humana

Cinco pinturas exhibida en Nueva York y hecha con sangre humana simboliza, según sus creadores, la solidaridad entre los hombres luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

José Caicedo fue uno de los tantos contribuyentes que donaron sangre para la quinta de esas pinturas abstractas, hechas sobre una gran lona y tituladas ”One Blood” (”Una sangre”).

”La idea de que todos fuéramos uno me entusiasmó. Estoy contento de haber venido”, dijo Caicedo mientras, con un par de guantes de goma, derramaba un poco de su sangre que llevaba aún caliente en un frasco.

Los organizadores de ”One Blood” son Claire Lemmel y David Jones, una pareja de artistas originarios del meridional estado de Texas y que ahora residen en la localidad de Point Arena, en el norte del sudoccidental estado de California.

Las primeras cuatro pinturas, hechas desde octubre del año pasado en las ciudades de Houston, San Francisco, Washington y Point Arena, también son exhibidas ahora en el barrio neoyorquino de Manhattan, el mismo en que encontraban las Torres Gemelas del World Trade Center, derribadas en los ataques de septiembre de 2001.

”Es un llamado a que el derramamiento de sangre del 11 de septiembre no sea usado como excusa para derramar la sangre de otros pueblos”, explicó Jones, quien trajo las pinturas anteriores a Nueva York en su propio camión.

”Para mí, esto va más allá de la política, más allá de la religión. Se trata de la gente, de la unidad y de cómo estamos todos conectados”, añadió.

La idea le surgió a Lemmel hace un año, cuando su pequeña hija Reneé se cayó y se rompió dos dientes de leche.

La mancha de sangre en la toalla blanca con que la atendieron despertó el interés del artista.

Pero obtener sangre suficiente para cubrir las largas lonas era bastante difícil. Se le ocurrió usar sangre de vaca, pero luego pensó que el proyecto no funcionaría y decidió suspenderlo.

”La intifada (insurrección popular palestina contra la ocupación israelí) estaba en marcha. Queríamos hacer una obra que se llamara: 'Intifada: 2.000 días de ira'. Entonces decidimos que era el momento de hacer la obra con sangre”, contó Jones.

Los artistas comentaron la idea con vecinos, amigos y familiares, y pronto se presentaron voluntarios para ofrecer su sangre como pintura. Jones y Lemmel convocaron una serie de reuniones en su hogar para organizar la elaboración de la primera obra, que contó con la colaboración de unas 22 personas.

Cuando fue presentada en Houston durante un servicio religioso de Año Nuevo en una iglesia de esa ciudad, muchos se acercaron a los artistas para pedirles que les ayudaran a hacer su propia obra de arte, la segunda ”One Blood”. Lo mismo ocurrió en las otras ciudades.

La pareja ahora está organizando el proyecto ”One Blood International”, que contará con el aporte de personas de varios países para crear seis lonas.

Las obras deben pasar dos días para su secado completo, y luego se convierten en un ”agradable tapiz de color cobre”, aunque cada una muestras sutiles diferencias, explicó Jones.

Las cinco obras contaron con la donación de sangre de unas 100 personas.

Un médico asesoró a los artistas sobre cómo elaborar las pinturas sin que los donantes corrieran el riesgo de contraer enfermedades.

Pero Jones y Lemmel no son los únicos artistas que usan sangre humana para hacer declaraciones contra la guerra.

Geoff Todd, pintor y escultor australiano, hace con su propia sangre una serie de obras de arte en protesta contra la decisión del primer ministro de ese país, John Howard, de apoyar el año pasado a Estados Unidos en su campaña militar en Afganistán.

Una de sus hermanas, que es enfermera, la ayuda a extraer la sangre. Todd ya terminó dos trípticos que simbolizan los horrores de un conflcito armado y el sentimiento de impotencia que sienten los civiles, y en especial los artistas.

”Me di cuenta de que esta obra es más seria de lo que quería en un principio. Tiene algo de sagrado”, dijo Todd.

Jones coincidió y sostuvo que la reacción de las personas ante las obras de arte con sangre es variada. En general ”les afecta mucho ver la sangre fuera del cuerpo. Muchos son conmovidos al ver la obra”, señaló. (FIN/IPS/tra-eng/ks/ml/rp/cr/02

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