Serbia deberá celebrar una segunda ronda de comicios presidenciales el 13 de octubre para elegir entre el actual presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, y el viceprimer ministro Miroljub Labus.
La primera ronda, celebrada el domingo, otorgó 31 por ciento de los votos a Kostunica y 28 por ciento al prooccidental Labus, según resultados no oficiales publicados por las sedes de ambos candidatos y el independiente Centro por Elecciones Libres y Democráticas.
Para ganar en la primera vuelta, uno de los 11 candidatos debía obtener al menos la mitad más uno de los sufragios.
El ultranacionalista Vojislav Seselj figuró en tercer lugar, con casi 23 por ciento de los votos.
Las elecciones se realizan mientras la República Federal de Yugoslavia se prepara para transformarse en una unión más laxa entre las dos repúblicas que la integran, Serbia y la pequeña Montenegro.
Tanto Kostunica como Labus pertenecen a la coalición de 18 partidos que derrocó al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic hace dos años, luego de que el mandatario se negara a entregar la presidencia a Kostunica, que había ganado las elecciones.
Ambos candidatos tienen diferentes visiones sobre la reforma política.
Kostunica, quien obtuvo la mitad de los votos que hace dos años, cuando triunfó sobre Milosevic, es considerado un nacionalista moderado con una visión conservadora, mientras Labus promueve reformas rápidas aunque dolorosas, de acuerdo con las demandas de las potencias occidentales.
Por otra parte, Seselj es un antiguo aliado de Milosevic, tiene una visión de extrema derecha y antisemita, y defiende las políticas que llevaron a Yugoslavia a las guerras de desintegración de los años 90.
Las primeras elecciones sin Milosevic en 12 años fueron interesantes por el fenómeno Vojislav Seselj, comentó a IPS Srbobran Brankovic, de la filial en Belgrado de la empresa de estudios de opinión pública Gallup International.
Seselj tiene a los votantes más disciplinados y muchos partidarios de Milosevic, también muy disciplinados, siguieron el consejo de su líder, señaló Brankovic.
Milosevic exhortó a sus seguidores a votar por Seselj desde su prisión de La Haya, donde es juzgado por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra para la Ex Yugoslavia.
El pedido de Milosevic de que nuestros simpatizantes votaran por Seselj enterró a nuestro partido, opinó Branislav Ivkovic, un veterano líder del alguna vez poderoso Partido Socialista, que gobernó Yugoslavia desde el fin de la segunda guerra mundial hasta el año 2000.
La participación electoral en los comicios del domingo fue una de las más bajas desde la introducción del sistema multipartidario, en 1990, dado que apenas 56 por ciento de los 6,5 millones de ciudadanos habilitados concurrieron a las urnas. Esta baja concurrencia favoreció a Seselj, según observadores.
Varios analistas prevén que en la segunda vuelta la participación electoral podría caer por debajo del mínimo de 50 por ciento exigido por la ley.
En las elecciones de 1997, la segunda ronda no llegó a convocar a la mitad de los votantes habilitados y se debió realizar una nueva votación, que apenas superó el mínimo.
Podrían ocurrir dos cosas en Serbia. La segunda ronda podría fracasar debido a la baja concurrencia electoral, en cuyo caso se deberían realizar nuevas elecciones antes de fin de año, predijo el analista Ognjen Pribicevic.
La segunda posibilidad es que Seselj aconseje a sus seguidores que voten por Kostunica el 13 de octubre. Así, el hombre que expulsó a Milosevic del poder (Kostunica) y el hombre que alguna vez compartió el poder con él (Seselj) quedarían del mismo lado, agregó. (FIN/IPS/tra-en/vpz/mlm/ip/02