POBLACION-CUBA: Incertidumbre rodea nuevo censo

Una fuerte campaña del gobierno de Cuba intenta contrarrestar los temores que sienten muchas personas en el país por el Censo de Población y Vivienda, que se realizará entre este sábado y el día 16.

Las emisoras de televisión y de radio insisten todos los días en los beneficios de saber exactamente ”cuántos somos” y la necesidad de conocer realmente el estado físico del fondo habitacional y las necesidades de viviendas o de seguridad social del país.

Varios países de América Latina han llevado a cabo censos de población en los últimos años y otros proyectan hacerlo. Esta es ”una práctica internacional” y las preguntas suelen ser comunes para todos los casos, insisten las autoridades.

Sin embargo, la veracidad de la primera investigación de este tipo que se realiza en la isla desde 1981 podría estar en peligro, si la población no se convence de que sus declaraciones no podrán ser usadas en su contra.

”Lo que viene después del censo no es fácil”, comentó a IPS un ingeniero de 42 años que llegó a La Habana desde su provincia natal en 1993. ”Vivo en casa de un primo, duermo en la sala y aún aparezco como residente temporal”, contó.

Las dudas asedian a los inmigrantes internos que no logran legalizar su situación, pero también a muchos habitantes de la capital y de provincias del interior del país, sin importar la procedencia social o el nivel cultural.

”En Cuba hay muchas cosas ilegales, como cambiar una casa de dos habitaciones por una de cuatro porque uno necesita más espacio. Es muy difícil encontrar una persona que nunca haya hecho algo ilegal”, dijo el ingeniero.

”El que no la debe no la teme”, opinó en tanto una mujer, empleada administrativa de una empresa estatal que, así y todo, reconoció que ”mucha gente decente le tiene temor al censo. Yo misma no podría decir cómo compré mi videocasetera”.

Los equipos de vídeo no se venden en la red de tiendas estatales, pero pueden ser ingresados al país por personas que viajan al exterior o comprados en el mercado negro a un precio que oscila entre 240 y 300 dólares, según la marca.

El censo también preguntará si en la vivienda hay o no computadora, uno de los artefactos para cuyo ingreso al país se necesita permiso especial de determinados organismos y la venta libre a particulares está totalmente prohibida.

La lista incluye otros productos electrodomésticos autorizados para su comercialización libre, como ventiladores, televisores, planchas, radios y lavadoras, además de artículos muy regulados en el comercio como aparatos de aire acondicionado, y también automóviles.

Las personas que compraron acondicionadores de aire después de 1990 por lo general lo hicieron mediante alguna transacción irregular, que muchas veces involucra a empleados de empresas estatales o mixtas.

La mayoría de los propietarios de vehículos, salvo los modelos anteriores a los años 50, no tienen derecho a venderlos por lo que éste es otro terreno donde abundan las especulaciones de todo tipo.

Pero el asunto que más preocupa a las personas es el referido a las viviendas, pues en Cuba están prohibidas las transacciones inmobiliarias, mientras que el expendio de cualquier tipo de material de construcción está muy regulado por el Estado.

”La gente tiene miedo que con el censo se pueda saber si una persona compró un apartamento, si tiene un nivel de vida superior al que respaldan sus ingresos salariales o si ha comprado algún equipo en el mercado negro”, dijo Mercedes Aragón, empleada de una tienda habanera.

Informes oficiales indican que una de las situaciones más complejas es todo lo que involucra a la de vivienda, ya que alrededor de un millón de personas residen actualmente en inmuebles cuya propiedad no está legalizada ante el Instituto Nacional de la vivienda.

El director nacional del Censo, Juan Carlos Alfonso, ante los temores de que la indagación pueda ser utilizada para detectar ilegalidades en esa esfera, aseguró que las leyes garantizan la confidencialidad de la encuesta.

”La información recopilada no puede ser utilizada para otros fines que no sea el censo mismo. Por otra parte, la encuesta no otorga ni quita legalidad, sólo parte de la declaración de las personas y no solicita documentos probatorios”, explicó Alfonso a IPS.

El Censo de Población y Viviendas, el primero que se procesará de manera descentralizada, será el número 18 en la historia de Cuba. El primero fue realizado alrededor de los años 1774 y 1775.

Para la investigación el gobierno destinó 6,4 millones de dólares y 40 millones de pesos (igual al dólar al cambio oficial). El Fondo de Población de las Naciones Unidas cooperó, de forma modesta, con recursos para equipamiento, capacitación y asesoría.

”En un mes esperamos estar dando las cifras preliminares del censo y el reporte final deberá estar listo para julio de 2003”, indicó Alfonso. (FIN/IPS/da/dm/pr/02

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